Como su propio nombre indica, continuación de Armas de Mujer.
Como le iba diciendo, las mujeres tienen un amplio abanico
de tretas para anular su voluntad y, con ello, su poder de decisión. Si es usted mujer seguramente tenga dibujada en
la cara una media sonrisa cargada de ironía… Disfrútelo, en su caso yo haría lo
mismo. Y no sólo eso, si no que además estaría todo el tiempo acariciándome,
pero me ha tocado ser hombre, así que me conformaré con no hacer ninguna de las
dos cosas.
Y si usted es hombre, como yo, coincidirá conmigo, además de
en acariciarse todo el tiempo, en que resulta complicado, a la par que cansino,
luchar contra armas tan eficientes.
Una de las armas más poderosas utilizadas por las mujeres,
es el exhibicionismo. Su ropa y su cuerpo están diseñados para el
exhibicionismo constante, sin que ni siquiera ellas mismas se lo propongan. Si
se lo proponen puede llegar a ser escandaloso, pero igualmente agradable a la
vista del hombre. Un canalillo generoso o una minifalda que muestre más de lo
aconsejable siempre serán bien recibidos. ¿Conoce usted a algún hombre que se
sienta ofendido por obtener la visión fugaz de la ropa interior de una mujer? Yo no. Si usted lo conoce, preséntemelo para
poder llamarlo tonto.
Sí, es cierto, nosotros también podríamos intentar algo
parecido, pero somos pánfilos ¿recuerda?, y además está mal visto. No por usted,
ni por mi, no, si no por las propias mujeres. Podríamos pensar que ellas no disfrutan
tanto visualmente, porque, por lo general el cuerpo del hombre no es tan
sensual ni insinuante como el de ellas, pero caeríamos en un tremendo error. Su
cuerpo, el de usted, podría ser igualmente sensual. Para ellas, no para mí, no
se confunda, pero la realidad es que, si ellas se muestran contrarias a nuestro
exhibicionismo, es únicamente para que no utilicemos sus propias armas.
Y para asegurarse de ello, se han garantizado que la
lencería utilizada por unas y por otros, sea diametralmente opuesta. Tanto que,
mientras una hipnotiza, la otra repele. Se ponga usted lo que se ponga, le
dejará en evidencia, y salvo que sea usted metrosexual, cuando muestre su ropa
interior a una mujer, ésta, por lo general, no sólo apartará la vista, si no
que además dará un gritito de desaprobación ante tal desvergüenza… Como ve, no
tenemos muchas posibilidades de contrarrestarlo y tal desventaja le resultará
insalvable… si es usted hombre. Sólo en un mundo perfecto, en el que todos
fuéramos perfectos, encontraríamos una posible igualdad.
Y voy más lejos. No, no se confunda, sigo en el mismo sitio,
pero voy más lejos en mi reflexión: ¿realmente es necesaria la lencería?... Si
es usted mujer, seguramente lo considere de vital necesidad, lógico, teniendo
en cuenta que forma parte de su arsenal para utilizar a favor de sus
intenciones. Si es usted hombre, seguramente tenga dibujada en la cara la misma
media sonrisa cargada de ironía que yo…
Disfrútelo, la imaginación es libre, y a imaginar, sí que
nos encontramos en igualdad de condiciones...
Algunas mujeres también somos pánfilas y no sabemos utilizarlas o tenemos muy pocas...otras en cambio ("las maldecias"), tienen todo un arsenal, jajaja.
ResponderEliminarHe puesto en práctica su método y he comprado unos pantalones bajos de cintura.
ResponderEliminarMe he apostado en un paso estratégico y me he agachado insinuante hasta enseñar la hucha.
La primera mujer que pasó se mareó. La segunda vomitó. La tercera avisó a Sanidad...
A mi me tienen ganado, aunque se pongan encima una manta zamorana y no enseñen mas que un ojillo. Uno es "asin".
ResponderEliminarSaluditos.
Para mí la lencería es de vital importancia. soy fetichista a tope y no podría prescindir de ese atrezzo.
ResponderEliminarY respecto al exhibicionismo masculino, pues a mí tb me gusta... No me refiero a un menda que vaya "insinuando" la minga, por ejemplo, sino a ciertos hombres que saben muy bien, digamos rentabilizar, sus dotes ;-). Llámame rara si quieres.
Un beso, Elvis
larga vida a la lencería, me encanta!!! Me permite ponerme prendas preciosas aunque no tenga un cuerpo 10 sin estar acomplejada por ello (como pordria estralo con un bikini), porque sólo la va a ver mi pareja :-D
ResponderEliminarYo adoro la lencería pero sí es cierto que conozco un par de hombres que dicen que no es en absoluto necesaria, que no entienden esa obsesión que tenemos las mujeres en gastar pequeñas fortunas en dos trapitos que van a durar puestos lo mismo que un caramelo en la puerta de un colegio... También sé que hay hombres que adoran la lencería. Así que, ya ves tú. Hay gustos para todo, por suerte. Besos!!!
ResponderEliminarSubscribo la entrada de pe a pa.
ResponderEliminarSalu2
Como ya han dicho por aquí, algunas no utilizamos lencería. Pero está claro que cuando queremos utilizar nuestras armas, no lo tenemos muy difícil (gracias a vosotros).
ResponderEliminarBesos
Valeria, el saber utilizar esas armas o no, a veces carece de importancia. Por muy pánfila que seas nosotros lo somos más, basta con que tengas esas armas. La naturaleza hace el resto...
ResponderEliminarBesos.
Pazzos, esa práctica es casi casi un deporte de riesgo... Suerte tuviste que no te dieron una patada en el trasero... Porque... no te la dieron ¿no?
Saludos.
Zorrete, como a todos. Pero si es sin manta mejor que mejor...
Saludos.
Novicia, no, no eres rara. Pero sólo aproximadamente un diez o quince por ciento de los hombres te darían un espectáculo que fuera agradable a tus ojos, mientras que a mi me darían un buen espectáculo el noventa y ocho por cien de las mujeres. Ahí radica la diferencia.
Besos.
Meg, no te subestimes. Seguramente si haces la prueba te llevarás una sorpresa... y si no usas lencería se la llevará tu marido jajaja.
ResponderEliminarBesos.
Mi Álter Ego, claro que si, con lencería o sin ella estamos perdidos, pero te animo a hagas caso a esos dos hombres y que hagas la prueba prescindiendo de la lencería. Así sales de dudas.
Besos.
Juan Carlos, ¿porqué será que los hombres siempre estamos de acuerdo en estos temas?... Será que somos pánfilos jajaja.
Saludos.
J. Vela, esto... yo... a ver... como iba diciendo...
Nada, me voy a dar una ducha de agua fría...
Besos.
Me tiene usted revolucionado el patio de armas con tanto disparo de fogueo y tanto deseo en la recámara...
ResponderEliminarMrs. Nancy, lo del deseo en la recámara lo he entendido, pero lo del disparo de fogueo...
ResponderEliminarQue tengamos gatillazos no significa que cuando disparamos nos salga el tiro por la culata, ni que nos entre tampoco...
Besos.
No estoy de acuerdo contigo y si fueras mujer lo entenderías, los hombres también tienen armas, mortales para las feminas y no me refiero a las de matar.
ResponderEliminarHay caritas con ojos degollados, que nos vuelven locas, a otras lo malos, malotes, hay gustos pa to y esos pechitos, que no hace falta la tableta, que nosotras no somos tan superficiales, en fin que tenéis ventajas y no os enteráis.
Un besote, aunque no se si te lo mereces, lo mismo me acusas de acoso.
:)
ResponderEliminarMe encantó la entrada Elvis!!!! un placer descubrirte y aunque tengas razón en muchas cosas, vosotros también tenéis "armas" no os hagáis los inocentones!!
ResponderEliminarBesos y comparto!
Soy una exhibicionista...aunque los hombres también lo son...
ResponderEliminarOdry, tranquila, no te denuncio, y es posible que algún aquel tengamos, pero somos pánfilos... jajaja
ResponderEliminarBesos.
Sergio, veo que estás conmigo.
Saludos.
Connie, gracias. Nosotros no nos hacemos los inocentones, lo somos. Estamos a años luz de vosotras... y eso me encanta.
Besos y bienvenida a tu casa.
S., si ya lo digo yo. Todas sois exhibicionistas, pero... ¿eres de las que lo son sin darse cuenta o de las que lo provocan?...
Besos.
Me encanta tu blog! Tienes una nueva fan! :)
ResponderEliminarUn abrazo
Yo no le daba mucha importancia a la lencería pero será cuestión de ponerse en el tema y sí, las mujeres tenemos muchas armas aunque soy partidaria de la suggestión no de enseñar de manera explícita.
ResponderEliminarVeo que participas en el concurso, ya tienes una pequeña ayudita más en humor. Suerte!!
Parecía un buen blog hasta que he visto que... te gustan las rubias!!!!!!!!!!!!! jajajaja, hasta pronto Elvis. ;)
Miruna, gracias y bienvenida a tu casa.
ResponderEliminarBesos.
Pandora, sea explícito o no, cualquiera de las dos maneras está bien y ambas sirven como armas, caeremos igualmente.
Gracias por la ayuda, cuenta tú con la mía.
Me gustan las rubias... y las que no lo son. Nadie es perfecto jajaja
Besos y bienvenida a tu casa.
Ja ja, no te conocía, una pena,y gracias a "sobre lo humano y lo divino" he tenido la oportunidad.
ResponderEliminarUn post genial y divertido, en cuanto a la lencería tienes razón, no sé porqué nos matamos, se gasta una un pico para estar sexy, sexy, sexy, y más te vale entrar en el comedor a distancia porque el tiempo de llegar al sofá es el que podrás lucirla, no dura más.
saludos y encantada, me quedo por aquí un rato rebuscando
Inmagina, efectivamente, la mayoría de las veces lo único que hace la lencería es... estorbar, tanto a la vista como a las manos jajaja
ResponderEliminarBesos.
Tengo fundadas sospechas de que esas armas también van dirigidas a otras mujeres.
ResponderEliminarSi Bwana, es posible, es posible. Cada cual intenta seducir a quien le conviene...
ResponderEliminarSaludos.