23 de septiembre de 2008

Blanca y Radiante

Llevabas tiempo buscándola intranquilo.
Necesitabas encontrarla para darle sentido a tu existencia.
Buscaste por todos los rincones hasta que la encontraste.
Ella estaba en aquel rincón, quieta, completamente inmóvil, como si llevara allí toda la vida esperándote, blanca y radiante.
Inevitablemente empiezas a sentir un hormigueo por todo el cuerpo acompañado de un ligero sudor…
Sientes como algo empieza a crecer en tu interior, unos dicen que son mariposas volando en tu estómago y tú te ríes bobamente sin saber porqué… Necesitas obedecer al impulso de acercarte a ella, y después de asegurarte de que nadie se acerca antes que tú, caminas con paso firme mientras la miras fijamente.
Ella se siente observada por tu mirada, está inmóvil esperándote con una sonrisa de oreja a oreja…, Llegas a su lado, no hacen falta las palabras.
Sientes como tu piel se adhiere a su cuerpo en un acoplamiento perfecto.
Tras los preliminares, se agita tu respiración y el sudor brota de tu cuerpo por el esfuerzo.
Todo es muy rápido, y disfrutando el placer del momento, sueltas todo lo que llevas dentro, quedando tan relajado que pierdes la noción del tiempo… Cuando vuelves a la realidad, acomodas tus ropas dedicándole una amplia sonrisa a tu compañera.

Entonces tiras de la cadena y bajas la tapa.



Moraleja: Ni todo lo blanco por fuera, es limpio por dentro; ni todo lo limpio por fuera, es blanco por dentro

1 comentario:

Uy lo que han dicho...