Ande o no ande, caballo grande.
La frasecita, tiene miga, y representa lo que la mayoría de la gente piensa acerca del tamaño, cuanto más grande mejor. Sin embargo, últimamente la mentalidad está cambiando y casi todas las cosas, deseamos que sean lo más pequeñas posibles.
Fijaros que, bien sea por espacio, o por comodidad, el caso es que la mayoría de los objetos, se intentan fabricar con el tamaño más reducido posible. Cámaras de fotos, móviles, y todo aquello que sea susceptible de guardar en los bolsillos dentro del pantalón, tiende cada vez a ser más pequeño.
Pero…. ¿ Y lo que ya está dentro del pantalón? Si, ese miembro viril del macho ibérico que oscila entre nuestras piernas. Por alguna extraña razón, de eso se sigue diciendo que cuanto más grande mejor…
Aunque yo discrepo de esa opinión, y me guío por el principio de que cuando algo se usa poco, mejor que sea pequeño, menos abulta y menos molesta. Y razonando un poco el tema, sólo un poco, vemos que la actividad para la cual se requiere realmente que dicho órgano sea más o menos grande, la practicamos sólo una vez al dia…., bueno vale, una vez cada tres días…., venga… que si, una vez a la semana en la mayoría de los casos. ¿Pero y el resto del tiempo? Lo llevamos ahí colgando, sin pena ni gloria, haciendo bulto y molestando inútilmente. Deberían de ser como las puertas correderas esas, que se meten dentro del tabique para ganar espacio…
Además siempre quedaría mejor el comentario cariñoso de alguna fémina al vérnosla, del tipo: “ay miralá que cuca y que graciosa ella”…, que no del tipo: “Tú, so animal, apunta con eso a otra parte que me vas a estirpar las amígdalas vía uterina…”.
En eso también nos gana el género femenino. Ellas están mejor preparadas y lo llevan para adentro, sin que les estorbe lo más mínimo, e incluso, son tan previsoras, que tienen hueco para guardar en su interior nuestro colgajo…, cuando es requerido.
Otro apéndice, que yo personalmente me alegraría de tener más pequeño, son las orejas, por que estoy seguro de que podría oír igual aunque fueran más pequeñas, y lo único para lo que me sirven, es para que me tiren de ellas cuando cumplo años y para que me hagan daño los auriculares…, claro que algún día, cuando las done a la ciencia, servirán para que los científicos no necesiten ampliar la imagen de una de ellas en el monitor, para poder apreciar bien todos los detalles interiores….
Así que yo digo: “Ande o no ande, mejor que no sea grande”.
jajajajajajaja Bueno, bueno, algo tendrá el tamaño que a veces sí importa... eso dicen ;)
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