Hacía mucho tiempo que no visitaba una peluquería.
Y no porque tenga alguna razón especial para no visitarlas, sino porque tengo la mala costumbre de no tener pelo. Al menos no el suficiente como para requerir tales servicios de un profesional, y me basta con un par de pasadas con la máquina eléctrica a manos de mi señora, quien con su habilidad particular para desarrollar tal función, me proporciona un servicio gratuito completamente satisfactorio (me refiero al corte de pelo, que todo hay que aclararlo…).
Pero el pelo de mi hijo es otra historia. Como es natural, a los seis años aún se tiene el suficiente pelo como para necesitar un corte de pelo adecuado a su edad, y que no lleve a la conclusión errónea de que sus padres le odian. Esa fue la razón de que, precisamente el día del Padre, demostré ser un buen padre, o al menos lo intenté, y le llevé a un peluquero profesional.
Aunque la peluquería en cuestión, no era lo que se conoce hoy en día como una peluquería, sino que se asemejaba más a una barbería de las de antaño, de las que huelen a loción de afeitado Floyd, y regentadas por un peluquero/barbero de avanzada edad, con su chaquetilla blanca impoluta y sus gafas de antes de la guerra, de los que seguirán cortando el pelo hasta que dejen de respirar, y para quien la jubilación sólo es una palabra más de las que adornan nuestro diccionario. Porque es un peluquero vocacional y seguramente lleve cortando el pelo desde que hizo la comunión. Seguramente porque ese mismo día algún otro pseudo peluquero le hizo un escarnio al cortarle el pelo y se dijo para sí mismo: “Nunca más…”.
Y ayer recordé una lección que ya tenía olvidada por todo lo expuesto en el primer párrafo: Madruga si no quieres pasarte media mañana en la peluquería por un corte de pelo. Y es que yo pensaba que ya sólo las mujeres iban a la peluquería…, qué incauto. Hasta seis caballeros esperaban pacientemente cuando llegué a la peluquería de la mano de mi hijo. Pensé en darme la vuelta, pero cualquiera se lo explica al pequeño que ya se veía con un peinado de lo más moderno.
Porque los niños de hoy en día ya no son como los de antes… Con seis años a mi me llevaban a cortarme el pelo y hacían de mi lo que querían. Ahora no. Ahora son ellos los que dicen cómo se lo quieren cortar. Contradecirlos sólo supone perder el tiempo, y mientras no quieran ponerse una cresta es mejor complacerles. Total, el pelo es suyo.
Lo que no hay que hacer es perderlos de vista ni un segundo. Bastó que me llamaran al móvil y tuviera que salir de la peluquería (tampoco es caso que todo el mundo dentro del local se enterara lo que tenía que hablar), para que al volver a entrar descubriera a mi hijo, con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos como platos, ojeando un ejemplar de la revista Interviú, justo en la página en que una señora nada fea mostrara todo aquello que normalmente no se suele mostrar a todo el mundo. Sí, en la mesita aquella también había tebeos y cómics, pero… ya he dicho que los niños de hoy en día están muy espabilados.
Por fin nos llegó el turno. Con atención observé todos los movimientos del experto peluquero en la cabeza de mi hijo, quien me miraba a través del espejo con cara de circunstancias al mismo tiempo que obedecía las indicaciones que éste le daba con el objetivo de no cargarse ninguna de las dos orejas. Y me preguntaba cuántos cortes de pelo habría llevado a cabo, con quejas o sin ellas, con éxito o sin él… Seguramente ni él mismo lo sabrá y simplemente se limita a cumplir con la rutina y es que para él todas las cabezas son iguales…
Como no podía ser de otra forma, la espera mereció la pena y el corte de pelo fue un rotundo éxito. La próxima vez… madrugaré.
Soy la primera... ja ja ja Primero te hago el comentario y luego te leo no vaya a ser que pase un rapiditio por aqúí y me quite el primer puesto de comentarios ...
ResponderEliminarja ja ja
hasta ahorita mismo
Ya estoy de vuelta:
ResponderEliminar- 6 años y la interviu...Esta claro que tu hijo quiere ser médico y le interesa la anatomía.
- bravo: no te van a quitar el carnet de padre (por este año, que ya sabes que eso se renueva cada día...lo dicho: felicidades)
Un besote.
Querido amigo Elvis.
ResponderEliminarBienvenido al club de los hijos presumidos. El siguiente paso, por si te interesa, es que te pedirá que le lleves a una peluquería de ésas que no se llaman peluquerías, sino asesorías de imagen o estilistas o cosas parecidas.
Lo bueno es que en esos sitios no hay intervius ni nada parecido, sólo revistas de modelos luciendo una pelambrera de envidia con unos cortes de pelo, eh, digamos, mamarrachiles.
Lo bueno para ellos no siempre es lo bueno para nosotros, los padres.
Y no sigo, que te deprimo.
Jeje , el interviu , se nota el buen gusto del niño , te diré amigo Elvis que los niños hacen lo que ven de sus padres , así que procura llevarlo tú a la peluquería hasta que se haga mayorcito , que como se entre la madre ta va dar pal pelo , por otroa lado te diré que los que tenemos poco pelo para que vamos al peluquero , aparte claro está de leer la "prensa" , yo antes iba con mi supermelena ( tono irónico ) a una peluquería que me costaba 11€ pero en el club al que vamos los fines de semana me lo cortan por 3,5€ así que cambié y mi mujer no comprende por que voy al más barato , alguna veces pienso si sabrá de mi poco pelo , bueno ya nos contarás tus próximas visitas al peluquero
ResponderEliminarAbrazos
Bueno, bueno, bueno... mmm ¿ que tal para el año que viene, de regalo del día del padre, un kit de cortapelo profesional? ;) ;)
ResponderEliminarAsí evitamos, colas disgustos, y peinados raros.
Un besote!!!
Je je !!... que pillin tu chaval.
ResponderEliminarTu post me ha recordado un adivinanza... Imaginate que llegas a un pueblo con tu chaval en el que sólo hay dos peluquerias. Entras en la primera y ves que hay un señor de pie, delgado con aspecto poco saludable, el local sucio y con mucho pelo por el suelo. Sales de allí y te metes en el de enfrente. Su establecimiento esta impecable, se podrían comer sopas en el suelo. El tipo, lleva una bata blanca radiante y un bonito corte de pelo.
¿Por cual de las dos peluquerias te dedicidirias y porqué ?
Piensa un poco. Ya me pasare a darte la respuesta...
Un abrazo
Kamikaze, caray, nunca había visto que nadie tuviera tanto interés en ser la primera en comentar. Bueno, tiene un beso especial de agradecimiento...
ResponderEliminarMi hijo..., sí, tiene un especial interés por la anatomía, sobre todo la femenina, no sé yo a a quien saldrá...
Besos.
Skywalker, espero que no sea así, lucharé por todos los medios para que no se convierta en un metrosexual y crezca verdaderamente sano...
Un abrazo.
Caarsa, efectivamente, los niños hacen lo que ven, y yo siempre me he esmerado en cuidar la cantera y entrenarle para ello, no vaya a ser que coja malas costumbres...
Un abrazo.
Blogboreta, uf, para ello tendría que hacer un cursillo, porque creo que con la máquina sólo no basta, es más, estoy seguro de que en vez de cortar el pelo lo único que conseguiría sería un trasquilado...jajajaja
Besos.
Fer, lo tengo muy claro. Una peluquería sin pelo en el suelo, sólo indica que, o bien se corta poco pelo (malo), o bien tienen mucho tiempo libre para limpiarlo (o sea que corta poco pelo...)
Siempre iría a la que tiene el suelo sucio..., pura intuición jajajaja.
Un abrazo.
Odio las peluquerías, donde un par de centímetros, suelen ser diez, y tal y cual, y las colas, y el coñazo de esperar, y los hijos que ya nos piden los peinados de las revistas... en fin... Paciencia, y sí, es un coñazo ir, pero está en la lista de obligaciones varias....
ResponderEliminarUn besazo.
Fer yo tambiém me apunto , si tuviera más pelo , a la guarra y asquerosa , está claro que cortan bien el pelo por que la limpia y reluciente ni lo corta y su peluquero estaba bien guapetón , ¿ dónde se lo cortarán ? , muy buena
ResponderEliminarAbrazos
Miss Burton, empezaba a echarte en falta...me alegra volver a leerte.
ResponderEliminarSi, ya sabes el dicho: "Cuando no me corto el pelo me llaman abandonao, y ahora que me lo he cortao me llaman copo pelao..."
Como dices, obligaciones varias y añado ineludibles...
Besos.
Caarsa, es lo lógico, pero seguro que Fer nos sorprende con algo...
jajaja, muy bueno tu hijo, así no le importará volver a ir a la peluquería.
ResponderEliminarPor cierto mi peluquero lleva el pelo y sin exagerar por debajo del culo y una trencita en la barbilla.
En casa del herrero cuchillo de palo.
Jajajaja que listillo tu churumbel cogiendo la revista, seguro que era por la entrevista, todos dicen lo mismo!
ResponderEliminarHace un par de días vi una peluquería para niños, parecía más bien una juguetería. mientras los niños jugaban los peluquieros les cortaban el pelo... quise quedarme a ver el resultado, pero mi acompañante me tiró de la manga para arrastarme a otro rincón.
Ahora, tengo la duda.
:P
Mi adosado y mi hijo tb se cortan el pelo en una peluquería de esas "de toda la vida"... Manolo, que así se llama el señor, solía dar a sus clientes un cigarrito (al que fumaba, claro) y tb tiene por allí revistas "de hombres" (interviu, de coches, de motos....) A mi hijo no le lleves a ninguna peluquería unisex, y al padre tampoco... Como Manolo chapa en agosto, ya hacen ellos el cálculo para que ese mes no les toque cortarse el pelo...
ResponderEliminarLa próxima vez lo que tienes que hacer, en lugar de madrugar, es apagar el móvil, Elvis :P
Un beso
Yo sigo buscando una peluquería en donde te sirvan vino mientras esperás turno... si alguno sabe, ¿me avisa?
ResponderEliminarBonita y añorada escena la que describes, me recuerda a un barbero calcado al tuyo que le dio un buen tajo en la oreja a mi hijo pequeño, varios años estuvo sin volver a la peluqueria.
ResponderEliminarEntonces la gorra es por....
Bonita y añorada escena la que describes, me recuerda a un barbero calcado al tuyo que le dio un buen tajo en la oreja a mi hijo pequeño, varios años estuvo sin volver a la peluqueria.
ResponderEliminarEntonces la gorra es por....
Julio, suele pasar, supongo que le dará grima pagar a otro peluquero para que le corte el pelo, y seguro que después le encuentra algún defecto...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ana Pepinillo, no, no era por la entrevista, y riéndose me mostraba el casto lugar donde la espalda pierde su nombre de una señorita...
Bueno, no te creas, los niños no se quedan quietos aunque estén sentados en una silla, así que no creo que el resultado fuera demasiado catastrófico, nos podemos conformar con que salgan vivos...
Besos y bienvenida a tu casa.
Novicia, pues no es mala idea..., más que nada por no tener que madrugar. La verdad es que los Manolos de turno son los que mejor nos entienden, y con todos los respetos, en las peluquerías unisex se cotillea demasiado...
Besos.
Brujotinto, de acuerdo, yo te aviso, pero con esas premisas es posible que el peluquero no controle su pulso debidamente...
Saludos cordiales.
Alcudia, la gorra..., digamos que sobre todo cuando hace sol tengo el cabezón un poco desprotegido, te aseguro que no llevo gorra para seguir ninguna moda...
No me extraña que el pobre no quiera volver..., pensará que mejor con una oreja que con ninguna...
Un abrazo.
Toda una odisea los chicos y la peluquería. Desde que de bebés empiezas a cortarles el pelo en casa, hasta el día en que ni el peluquero les convence y de repente ves como aparecen una tarde con las sienes rapadas, cual piel de gato que se ha peleado, porque han intentado ellos mismos hacerse ese corte de pelo que querían y, al parecer, nadie les entendía.
ResponderEliminarUn saludo.
Belle.
Los niños y los padres ya no son como antes...ahora hacen con nosotros lo que quieren,no tengo niños pero tengo sobrinos y me sacan de tó.
ResponderEliminarTu peluquero tiene la interviu? Eso sí es un profosional!!! Para que la gente vaya motivada!! jaaja
ResponderEliminarBelle, rebeldía en estado puro, y también pasa eso porque nadie nos entiende, qué le vamos a hacer...
ResponderEliminarBesos y bienvenida a tu casa.
S., si, somos demasiado permisivos y complacientes, quizás sea esa una de las razones de la crisis jajaja
Besos.
Estonoesunblogdehistoria, ya te digo, motivación no falta..., algo tienen que hacer para atraer clientela jajaja
Saludos.
Si señor, Elvis... eres un tipo inteligente. No tenía ninguna duda de ello... ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bueno el material de lectura de las peluquerías. Yo voy por eso, si no tendría el pelo por los tobillos.
ResponderEliminarLo importante es que su hijo haya quedado contento, si no con el corte, al menos con la revista.
Un saludo.
Fer, gracias por el elogio, pero no te creas, doy el pego..., me limito a aplicar la lógica jajaja
ResponderEliminarUn abrazo.
Yoni, claro claro, le entiendo, por eso yo me quedé como una bola de billar, porque fuí demasiado a la peluqería de joven..., quiero decir de más joven...
Un abrazo.
Pues espera a que tenga 16 añitos como mi bestia parda y veras lo que es un autentico suplicio y eso que soy yo la que le corta el pelo, cada 15 como mucho y eso no es todo, no te cuento más por que te va a deprimir y yo sólo te quería saludar.
ResponderEliminarUn abrazo y paciencia.
Odry, si, eso, mejor no me lo cuentes, deja que lo descubra poco a poco, si no voy antes al psiquiátrico, jajajaja
ResponderEliminarBesos y bienvenida a tu casa.
Pues aquí estoy, haciendo mi primera visita, jejeje, me ha parecido un post muy divertido, a la vez que entrañable, por el retrato de las barberias, en mi ciudad quedan pocas, pero quedan...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Pequeña Meg, si, afortunadamente aún quedan algunas para que nuestros hijos las conozcan y se queden con ese recuerdo...
ResponderEliminarBesos y bienvenida a tu casa.
Como me gusta ser hombre maquina, vamos de maquina de rapar que yo ando igual jajaja
ResponderEliminarsaludos
http://dalecalor.blogspot.com
Dale Calor, ya somos legión..., terminaremos por ponerlo de moda..
ResponderEliminarSaludos cordiales.