La importancia de llamarse Anacleto.
Posiblemente para usted, llamarse Anacleto carezca de importancia. Para usted y para cualquiera… salvo para Anacleto. Pregúntele y ya verá como para él es una cuestión de suma importancia. Más que nada porque se llama Anacleto, si se llamara Rigoberto tampoco le daría ninguna importancia a llamarse Anacleto. Salvo que tuviera un nombre compuesto y se llamara Rigoberto Anacleto, pero eso ya sería un caso demasiado singular y ahí sí que nadie le daría la más mínima importancia… salvo Rigoberto Anacleto…
Que nadie se ofenda, sólo es un ejemplo (podría haber puesto de ejemplo Bartolo, o Cuasimodo y el resultado habría sido el mismo, es decir, un ejemplo…). Y además es un claro ejemplo de lo relativa que es la importancia de algunas cosas. Lo que para unos carece completamente de importancia, para otros si que la tiene, hasta el punto de que dicha importancia marca su existencia (por mucho que a uno no le importe, llamarse Anacleto le deja a uno marcado. Y Rigoberto Anacleto ya ni digamos…).
Pero una de las cosas a las que le deberíamos de dar importancia, y por lo que se ve no se la damos como se merece, es a la manera correcta de decir las cosas. Hay muchas frases y expresiones que utilizamos sin ni siquiera pararnos a pensar lo que significan. Si lo hiciéramos (el pensar lo que significa, no se me despiste…), posiblemente variaríamos las palabras pronunciadas. O al menos lo intentaríamos.
Por ejemplo: cuántas veces le hemos preguntado a alguien “¿Cómo te llamas?”, cuando es evidente que nadie se llama a sí mismo, si no que son los demás quienes le llaman. Y no sólo eso, si no que además el interrogado responde sin más “me llamo… Anacleto” (sigue siendo un ejemplo…). Lo correcto sería preguntar: “¿Cuál es tu nombre?”. Y el interrogado debería responder: “Mi nombre es… Anacleto”. Podrían cuestionarme tal afirmación y decirme que también se podría preguntar: “¿Cómo te llaman?”, pero no, porque si pregunta eso, el interrogado podría responder: “Me llaman… gilipollas” (sigue siendo un ejemplo, no quiero decir que Anacleto sea gilipollas… aunque es posible que lo sea, vaya usted a saber…).
Otro ejemplo muy significativo de cómo no se debe hablar, lo tenemos en la más que habitual pregunta “¿Cuántos años cumples?” (si es que es el día de su cumpleaños, si no nadie se lo va a preguntar…). Normalmente respondemos “42” (o 43, todo dependerá del año en que haya nacido usted), cuando la respuesta correcta debería de ser 1, porque es evidente que los demás ya los había cumplido en años anteriores, porque nadie cumple 42 años el mismo día. Ni siquiera Anacleto… Lo correcto sería preguntar “¿Cuántos años tienes?”. Aunque eso se lo podrían preguntar cualquier día del año, no necesariamente el día de su cumpleaños, o mejor dicho cumpleaño, y además ahora que lo pienso, los míos yo los he debido de perder, o no se donde los tengo… Los habrá escondido mi mujer, que todo lo guarda… Bueno, lo mejor es que usted no pregunte, no vaya a ser que le llamen cotilla.
Tampoco está bien dicha la frase “el chocolate engorda”. No, mire usted, por mucho que se empeñe, se lo coma o no, el chocolate va a seguir abultando lo mismo. Quien engorda es quien se lo come. Y yo aún diría más, una vez comido, es más que probable que el chocolate disminuya de tamaño, o cuanto menos, que se divida en trozos más pequeños, así que como ve, es una afirmación completamente errónea…
Lo que sí tiene verdadera importancia, yo diría que mucha, es que ya hemos empezado un nuevo mes y… hay nueva chica del mes…
Efectivamente. No había yo caído en esto!
ResponderEliminarAquí en Galicia, en la zona de Pontevedra utilizan el verbo mirar por ver... te dicen: "te miré ayer en el super" por "te ví ayer en el super" Despertaba mis peores paranoias: por qué me miraste? que llevaba? que hacía? Daba un poquito de miedín...
beso
A mí me ha pasado como a kamikace, que no había caído en lo mal que está dicho todo eso que has escrito. Pero son costumbres que ya nadie nos va a quitar. Ahí los ingleses son más correctos:
ResponderEliminarWhat's your name?
How old are you?
Pero lo de Anacleto es primordial eh??? Fíjate que sin él no tendríamos "agente secreto", y eso sería una desgracia, porque mira que me he reído yo con él...
Un beso, Elvis
Conocí a un anciano llamado Anacleto,cosa que sin duda no tiene la menor importancia ;)
ResponderEliminarMuas!
Particularmente hay una coletilla que me pone de los nervios.
ResponderEliminarCuando un periodista (incluso de los que presumen de ilustrados y eruditos) dice:
..."Un dieciocho de Mayo de 1941..."
Pero vamos a ver ¿cuantos dieciocho de Mayo de 1941 ha habido, eh? ¿y cual de ellos es?
Un beso.
Tocas al timbre.
ResponderEliminar-¿Quién es?
-Soy yo
-¡Ah sí, dime!
...
De la misma manera puedes aparecer en un tanatorio y decir: "Buenos días" al entrar. Sin embargo de buenos no tienen nada, pero nadie dice nunca "malos días"
Extraña esta naturaleza humana xD
Muy buena la entrada. La verdad es que estas cosas ya me las había preguntado yo alguna que otra vez. Sobre todo la del chocolate.
Curiosamente cumplo 42 este mes.
ResponderEliminarNo es eso una coincidencia?
Bueno, mejor sería que me llamara Anacleto, pero es algo.
Kamikaze, eso no pasa solo en Galicia. Es que a algunas mujeres se las mira, y a otras simplemente se las ve... Según el interés que despierten en el observador, se mira o simplemente se ve...
ResponderEliminarEs la misma diferencia que hay entre escuchar y oir... Según nos interese o no decimos una cosa u otra.
Vamos que por lo que veo, tú eres de las que la miran de arriba a abajo jajajaja.
Besos.
Novicia, ¿los ingleses correctos?... Es posible que hablando sean más correctos que nosotros, pero circulan por el carril contrario...
Y Anacleto... cierto, los comics no serían lo mismo sin él, un auténtico crack.
Besos.
Blogboreta, ¿que no tiene importancia?... pregúntaselo a él y ya verás como si la tiene... jajaja
ResponderEliminarBesos.
Elena, el problema es que nadie se para a pensar y analizar lo que dicen los periodistas, porque si lo hiciéramos no les haríamos ni caso.
Es como cuando una señora está en el mercado en un puesto de bragas y le dice al del puesto: "¿me pone estas?..."
Besos.
Smiles, es lo que pasa cuando te paras a pensar en las cosas que se dicen. Empiezas a pensar si no nos faltará algún gen o algo por el estilo.
Saludos.
Gamar, no se crea. Tener 42 no tiene arreglo, llamarse Anacleto si. Sobre todo si tiene importancia...
Saludos.
Pues amigo Elvis, no he llegado muy bien a comprender porque es tan importante llamarse "Anacleto" (por ejemplo). Pero como a tí, siempre me ha hecho gracia muchas expresiones que dan lugar a a varios sentidos y equivocos. El genial Fco Ibañez jugaba mucho con ello en sus historias con Mortadelo y Filemón.
ResponderEliminarUn abrazo
Fer, ese es el quiz de la cuestión, carece de importancia... salvo para el propio Anacleto.
ResponderEliminarAbrazo.
Me queda clarísimo la importancia de llamarse Anacleto. Ya lo dijo, o mejor dicho escribió Oscar Wilde en su libro "La importacia de llamarse Anacleto"
ResponderEliminarPor otro lado ni el chocolate ni el pan ni la sala engordan: mentira cochina, si lo sabré yo.
Habría que hacer una entrada completa con tantas preguntas paradójicas pero para muestra has puesto un buen botón.
Salu2
Buena entrada,la verdad es que si te ponse a pensar..
ResponderEliminarLo del chocolate buenisimo,ademas de estar para comer.
Abrazos
Frase que no soporto: ¿Qué vale? (pues qué va a valer, dinero ¿no?)
ResponderEliminarPues eso, que hablamos francamente mal. Pero si yo me llamara Anacleta estaría permanentemente enfadada con el mundo.
Un abrazo después de muuuuucho tiempo!
Juan Carlos, Oscar Wilde sabía lo que decía, o mejor dicho, sabía lo que escribía, e incluso para él no pasó desapercibido el asunto (espero que no le diera demasiada importancia).
ResponderEliminarAbrazo.
Trini, si, buenísimo. Pero además, el chocolate, a diferencia de lo que dicen por ahí, tampoco extriñe, extriñe quien lo come jajajaja
Besos.
India!!! qué alegría que estés de vuelta (como el turrón...).
Pero a ver, hablemos bien. Querrás decir si tu nombre fuera Anacleta jajaja
En ese caso deberías estar enfadada con tus padres por ponerte ese nombre, al menos eso es lo que yo hice, el resto de la humanidad no tiene la culpa jajaja
Besos y vuelvo a seguirte.
Me llamo Yoni, cumplo 38 años y suelo disolver chocolates con los jugos gástricos. Sepa usted.
ResponderEliminarPero lo único importante, más allá de cómo yo hable, o cómo hable usted, es la nueva chica del mes. Ahí no importa lo que se diga.
Un saludo.
Sepa que sus jugos gástricos son más eficientes que los míos. Y sepa también que por eso no como chocolate. Y ni siquiera lo bebo tampoco...
ResponderEliminarPero sí, veo que sabe darle a cada cosa su verdadera importancia...
Abrazo.
No tengo ni idea de quien es la nueva chica del mes, jeje.
ResponderEliminarNo me había pasaro a pensar en las fases incorrectamente planteadas, pero curiosamente todos entendemos lo que nos están queriendo preguntar, lo cual no quiere decir que por eso sea correcto, pero bueno.
Un besote!
Meg, claro, nos acostumbramos a oírlas de esa manera y nos parece completamente normal...
ResponderEliminarBesos.