Continuación del post anterior…
Como le iba diciendo, el camino de vuelta hay que hacerlo de noche, salvo que se quede a dormir en el coche y lo haga por la mañana, pero… piénselo bien antes de tomar una decisión tan tremendamente errónea, porque no es muy recomendable que tres personas y cuatro personitas duerman en un espacio tan reducido. Sí, vale, en caso de necesidad se puede llegar a soportarlo, pero en nuestro caso prefiero volver a perderme…
Porque cuando se circula de noche, por mucho que sea el mismo camino pero a la inversa, no es el mismo. Principalmente porque a esas horas ya han quitado el paisaje y un montón de referencias, lo cual produce que la noche nos confunda. Pero no se preocupe, tarde o temprano, seguramente más tarde que temprano, llegará al hotel donde podrá descansar… o directamente desayunar…
Como siempre que visito Madrid, hicimos la parada de rigor en el Santiago Bernabéu… Qué quiere que le diga, uno tiene sus principios y no se va de allí sin rendir culto y pleitesía a nuestro amado coliseo. Normalmente lo visito sin armar demasiado ruido, pero esta vez al concluir el famoso “Tour del Bernabéu” allá donde concluye, es decir, en la tienda de ropa y otras mariconadas varias, todas ellas adornadas con el escudo del equipo, me sucedió algo que me indignó tremendamente. Y no me refiero al precio del equipaje del equipo, que iba a comprarle a mi hijo precisamente, no, más bien me indignó la gran profesionalidad de los empleados…
Encontrar su talla no fue difícil… sólo fue enigmático, y para ello tuve que echarle imaginación y alguna dosis de interpretación de códigos alfanuméricos impresos en la cajita donde venía el equipaje. Tenía en mente grabar en la camiseta su nombre, así que busqué algún empleado que me indicara dónde se hacían los grabados. Y la vi a ella. Una dependienta con un tipazo increíble que me daba la espalda dos metros más allá… Era rubia, era guapísima… y era tonta. Claro que de esto último no me di cuenta hasta media hora después, justo el tiempo que esperé en la cola donde grababan los nombres y números en la camiseta, donde un amable empleado me comunicó que antes de grabar la camiseta debía pasar por caja a pagar y a que me quitaran la alarma del cuello de la camiseta…
Imagínense, vuelta hasta el piso inferior donde estaban las cajas en las que sólo habría unas cuarenta personas, fila que tardó en disminuir unos veinte minutos aproximadamente… Cuando al fin pagué el equipaje, respiré aliviado durante unos segundos, justo los que tardó el cajero en comunicarme que debía volver a pasar por caja para quitarle también la alarma al pantalón… que se había quedado en el piso superior en el mostrador del grabador nombres y números de las camisetas… Afortunadamente no tuve que volver a hacer cola, ya que, al menos, ambos dependientes, el grabador y el cajero, me dijeron que cuando volviera no guardara cola y me dirigiera a ellos, porque si no igual aún estoy allí haciendo colas… Total de tiempo empleado a la visita al Estadio: Tour del Bernabéu 45 minutos. Compra de equipaje: 58 minutos y medio…
Sin embargo el viaje de vuelta a casa, no fue tan “indignante”… lo fue aún más. Me habían recomendado antes de salir de viaje, que evitara las obras que hay en la carretera Burgos-Madrid (o Madrid-Burgos, que es la misma carretera pero a la inversa), pero sin GPS, y en medio de la Castellana, no me encontré con la moral suficiente como para perderme buscando la salida hacia Valladolid, el otro itinerario alternativo. Así que me dije: “Total, por un tramo que esté cortado tampoco creo que perdamos tanto tiempo…”… Error. O mejor dicho: Gran error…
Porque mi pensamiento fue un pensamiento basado en la lógica. O mejor dicho, en mi lógica, no en la lógica de los ingenieros que “pensaron” las obras. Porque según mi lógica, lo normal es que estuvieran cortados unos veinte kilómetros de autovía, más o menos, y los ciento y pico kilómetros restantes estuvieran operativos al cien por cien… Pero la lógica de los ingenieros es diferente a la mía, y la suya les llevó a hacer obras en los ciento y pico kilómetros de la autovía simultáneamente… lo cual nos hizo acumular un retraso considerable…
En fin, como les había dicho al principio, las vacaciones son… divertidas.
¿A que es divertido el funcionamiento de los arreglacarreteras del Ministerio de Fomento, antes de Obras Públicas cuando se ponen a arreglar las carreteras? y lo más divertido es cuando, una vez arregladas, dejan los carteles de prohibido ir a más de 80 o 100 en tramos rectos y perfectos para que si te pasas de velocidad vengan los de la DGT y te crujan con la multa. Pero las vacaciones siempres son relajantes (aunque con siete en un coche no sé yo si...)
ResponderEliminarSalu2
Las carreteras siempre se arreglan en período vacacional si no no tendría gracia supongo...
ResponderEliminarYo no he pillado este tramo me imagino porque he hecho San Sebastian-Burgos-Leon pero también puede ser que estuviese dormida...
Relajantes las vacaciones? Sobre todo son fuentes de anecdotas que nos harán reír todo el año a la espera de nuevas anécdotas vacacionales...
Bienvenido y besote.
Nada peor que una rubia tonta que además no presta atención a su trabajo. Un tonto siempre puede progresar a base de voluntad. Pero bueno...
ResponderEliminarDe los ingenieros prefiero no opinar. Aunque hubiera intentado pensar con su lógica no lo habría logrado. Así que murió con las botas puestas.
Un saludo.
Tanto tiempo para comprar una camiseta del Madrid!!!!
ResponderEliminarYo no hubiera esperado...
Ahhhh claro que yo soy del Valencia.
Saludos.
Ese tramo me lo he comido yo dos veces este año (vacances en Zarauz y vancances en Santander) y es tremendamente divertido.
ResponderEliminarY en cuanto a lo de la tienda del Bernabéu, nada diferente a cualquier comercio, se ve que escasean los buenos profesionales y en lugar de vendedores ponen dependientes cada vez peores.
Entro en un Pull & Bear (un centro comercial cualquiera, aunque en este caso en Complutvm), lo primero que se me ocurre es decir "buenos días", nadie contesta, media vuelta y me voy, criticando lo suficientemente alto para que me oigan la falta de educación de los niñatos/as que allí estaban (estaban, sí, porque nadie parecía estar trabajando)
Juan Carlos, si, no veas lo divertido que puede llegar a ser eso de no ir a 80 por hora..., mi cartera todavía se está riendo... de mi, claro.
ResponderEliminarAbrazo.
Kamikaze, pues sí, debías de estar dormida, porque yo hice un pequeño tramo Burgos-Leon y tambien había alguna obra jajaja. Pero no, las vacaciones no son relajantes, salvo que se quede uno en casa.
Besos, y lo mismo te digo, que se te echaba en falta.
Besos.
Yoni, bueno, hay cosas peores que una rubia tonta: un moreno tonto. Aunque claro, dado el coeficiente intelectual que promediaba aquel establecimiento, es posible que no fueran de los peores..., y quizás hasta podrían hacerse pasar por ingenieros de carreteras...
ResponderEliminarAbrazo.
Julio, te entiendo perfectamente, y aunque yo si sea del Madrid, tampoco habría esperado... si no fuera por mi hijo...
Abrazo.
Isra, sí, tan divertido que tuve que parar varias veces porque no podía parar de reírme...
Los dependientes son cada vez menos dependientes y más pendientes... de todo menos de atender.
Abrazo.
Qué hay Elvis !!... Asi que eres de Santander ???. Vaya !! y yo que pensaba que eras de Madrid... Bonita foto de tus hijos frente al Coliseum blanco. De todos modos, en lo referente a la compra de la camiseta, aparte de la espera que te chupaste, yo pasaría de gastarme casi 100 euros... Hay replicas casi exactas en ebay. Yo y mis hijos tenemos las las de este año por 60 euros las tres(gastos de envio incluido).
ResponderEliminarUn abrazo
Fer, jajaja, del Madrid los hay en todas partes.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del gasto en la camiseta, no me quejo, era un capricho y ya sabía a lo que me enfrentaba. Lo hice más que nada por el grabado del nombre del chaval, porque eso es exclusivo, pero eso sí, una vez y nada más, espero que le dure muchos años, que para eso se la compré grande jajaja.
Abrazo.