¿Qué es ser fiel?
Sin lugar a dudas, una buena pregunta, de fácil respuesta.
Ser fiel, es, ni más ni menos, que… una intención. Y no sólo eso, si no que
además es una buena intención. Y a veces, incluso se convierte en un hecho. La
fidelidad es una cualidad que normalmente manejamos en el ámbito referente a la
pareja, pero lo cierto es que todos, incluido usted, le somos fieles a muchas
otras cosas aparte de a la propia pareja. En ocasiones más que a la propia
pareja…
No, no me mire con esa cara, porque estoy seguro de que
usted, a lo largo de su vida, no sólo ha tenido la intención de ser fiel a algo,
si no que me atrevo a asegurar que ha conseguido convertirlo en un hecho. Y
además lo ha conseguido con infinidad de cosas, desde su más tierna infancia… Corríjame
si me equivoco, y si acierto dígalo también caramba…
Echándole un poco de imaginación, sólo un poco, diría que
usted no sólo tuvo la intención de ser fiel, si no que además le fue fiel, a su
bicicleta, a su goma de borrar favorita, a las galletas chiquilín, a Brigitte
Bardot, a Super Ratón, a las croquetas caseras o a su póster de Miguel Bosé…
Sólo es un ejemplo, no se me altere.
Dicen por ahí que la verdadera fidelidad, es para siempre…
Nada más lejos de la realidad, ya que si así fuera, no existiría la
infidelidad. Y, o mucho me equivoco, o me temo que estoy en lo cierto, si
afirmo que usted también ha sido infiel. Infiel a su bicicleta, a su goma de
borrar… y a su póster de Miguel Bosé…
Durante un tiempo, le brindó fidelidad a un montón de cosas,
sobre todo mientras que éstas llenaron su vida en algún sentido, por decirlo de
alguna manera (puedo entenderlo todo menos lo de su póster de Miguel
Bosé…)… Pero por desgracia, o por
suerte, que nunca se sabe, la fidelidad dura sólo hasta que ¿se termina?...
No, en realidad, la fidelidad nunca se termina. Ya, ya sé
que más arriba he dicho que la fidelidad no es para siempre… Me explico. La
fidelidad es como la energía, no se destruye, se transforma, y lo que un día
era fidelidad a la bicicleta, se transformó en fidelidad a la motocicleta… y
después al coche. Y después a otro coche. Y después a otro coche. Y después al
taca-taca… Y con ello se crean infidelidades colaterales, que son tontamente
ignoradas.
Créame, por muy fiel que se considere usted, si algo deja de
llenar su vida, dejará de disfrutar de su fidelidad, y ésta, su fidelidad, se
irá con un póster de Camilo Sexto… o con las croquetas de Findus (da igual que
sean de jamón o de pollo…). No le dé más vueltas, porque estoy seguro de que ni siquiera
conseguirá ser fiel a usted mismo… En realidad, usted sólo le será fiel… a su
equipo de fútbol, baloncesto, petanca o cualquier otro deporte que le guste,
por muchos disgustos que le proporcione.
Si se diera el caso, de que usted no le sea fiel a su equipo
favorito, a aquél que le gustaba de pequeñito, a su equipo de toda la vida…
usted no le será nunca fiel a nada y no será más que un caso perdido…
Yo, de momento, seguiré siendo fiel a mis tonterías…
¿realmente quiere que le explique lo del poster de Miguel Bosé?
ResponderEliminarBesos
Como quien dice la fidelidad existe, pero tiene fecha de caducidad, así que todos hemos sido infieles.Antes de leer su entrada habría jurado que yo era muy fiel, pero acabo de descubrir que soy una infiel en serie, y lo peor es que no me arrepiento, jejeje.
ResponderEliminarYo, como tú, Elvis. Siempre he sido, soy y seré fiel a mis tonterías y a mis cosas menos tontas. Soy fiel a mí misma y soy fiel a los míos. Y creo que con eso, ya es suficiente.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Esto sin duda es una entrda fiel a la realidad.
ResponderEliminarEnhorabuena Elvis.
Nunca tuve poster de Miguel Bosé pero sí de Kirk Cameron. Lo mío era frikismo puro y duro (pero súper fiel, eso sí...) Besotes!!!
ResponderEliminarSer fiel a algo (o alguien) que te gusta no es una obligación, de hecho, es algo que sale solo. ¿O no has probado otras galletas y al final vuelves a las Chiquilín?
ResponderEliminarBesos, Elvis!!
Hace 10 años tenía un poster enorme de "Friends" en mi habitación y ahora cuando los veo por la tele cambio de canal.
ResponderEliminarTodos los sentimientos fuertes suelen ser pasajeros, duran más o menos, pero siempre acaban.
Fantástica reflexión sobre la fidelidad, estoy totalmente de acuerdo. Somos fieles a algo hasta que encontramos otra persona/animal/ cosa que nos llena más y entonces nuestra escala de valores cambia. A veces la fidelidad se rige por principios morales y entonces dura más, pero igualmente en ese caso siempre acabamos encontrando una razón que nos haga cambiar el rumbo o el objeto de nuestra fidelidad.
ResponderEliminarBsos!
Somos infieles por naturaleza ... lo llevamos intrínseco en nuestros ganes,, jeje... por mucho que nos esforcemos no hay manera... nos saldrá la vena infiel, y si no es físico sera moral, pero al final ganara....
ResponderEliminar"Que malo soy"....por eso me llaman elperroverde.
Un Saludo...
Pilar, no, déjelo para otra ocasión, a ser posible dentro de cincuenta años...jajaja
ResponderEliminarBesos.
Valeria, es lo que hay. A veces ni siquiera nosotros mismos sabemos lo que somos, ni somos lo que sabemos...
Besos.
Novicia, efectivamente, con eso es suficiente... si se consigue mantenerlo y escapar del "sé infiel y no mires con quien..."
Besos.
JC, eso intento, ser fiel a mis tonterías aún a riesgo de parecer tonto jajaja
ResponderEliminarSaludos.
Mi Álter Ego, lo de Kirk Cameron lo entiendo. Incluso a mi me hacía gracia...
Besos.
Tequila, desde luego que sí. Aunque no sé si es cuestión de fidelidad retomada... o simple nostalgia.
Besos.
Doctora, así es. Somos unos infieles redomados... Qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarBesos.
Bionda, y no sólo eso, si no que además lo hacemos sin ningún tipo de esfuerzo.
Besos.
Elperroverde, efectivamente. El genoma humano es así de caprichoso... y así de infiel.
Saludos.
algunas chicas a las dietas, otro a las tardes de fin de semana tomando con los amigos, y esas cosas que uno cumple y otras no, por eso entiendo clarito lo de "intención"
ResponderEliminarVengo de dormir poco, aviso, pero supongo que para ser fiel a alguien primero debes ser a fiel a ti mismo, me explico, debes ser fiel a tu forma de ver, si consideras que para ti lo más grande es falete (y no de tamaño) entonces eres fiel a ti mismo (a tu escala de valores) y eres fiel a Falete, esto unido a que el ser humano es un ser cambiante (menos mal) hace que seamos fieles a distintas cosas y de diferente modo, no porque seamos infieles sino porque somos fieles a nuestros gustos, creencias, vivencias y valores, los cuales suelen cambiar a medida que conocemos mundo (o el mundo nos conoce)
ResponderEliminardicho esto, me he quedado a gusto y creo que me espera una siesta por el esfuerzo demostrado :D.
Por cierto, a ver si te tiras el pisto un poco y me pones como chica del mes
Me ha gustado mucho tu blog, felicidades y a seguir así, saludos!
ResponderEliminar!!Hola,Elvia!!
ResponderEliminarBuen post,mon ami.
Los humanos por naturaleza somos complicados, hay acciones q realizamos q muchas veces no son las q corresponden a nuestros principios y convicciones propias.Es posible ser fiel a uno mismo siempre y cuando tengamos buenas bases en una conciencia bien formada y coherente.Dicho queda,es dificil pero no imposible.
Me ha gustado mucho.Muchisimos besitos,Elvis.
Damian, exacto. Cada uno tiene su propia "religión" a la que serle fiel...
ResponderEliminarSaludos.
October, por supuesto, Falete es tan digno de merecer fidelidad como cualquier hijo de vecino y, desde luego, nadie mejor que él para poner como ejemplo de fidelidad a uno mismo.
Envíame una foto y lo estudiaré...
Saludos.
Jesús, muchas gracias. Bienvenido a tu casa.
Saludos.
Lady Celeste, gracias, se te echaba en falta. Efectivamente, la fidelidad empieza en ser fiel a uno mismo. Es precisamente esa fidelidad la que te permite ser fiel a tus gustos e ideales.
Besos.
Acertada reflexión que induce a pensar hasta en el valor sentimental de lo material.
ResponderEliminarPor mi parte, prefiero serle infiel al sabor de las galletas antes que a mí misma, mis principios o a mis seres queridos.
De momento,Elvis, sigo fiel por aquí.
Un saludo.
paraserbreves.blogspot.com.es
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ResponderEliminar¡Dios mío! No le soy fiel a ningún equipo de fútbol. Y quizás tengas razón y no le podré ser fiel nunca a nada.
ResponderEliminarAhora, hablando en serio: me ha parecido interesante la reflexión que planteas sobre lo de que la fidelidad se transforma. Creo realmente que es así y que si algo deja de llenarte, se convertirá en algo a lo que no puedes seguir siéndole fiel.
Aun así, diría que la fidelidad con la pareja es una especie de pacto que nunca se cumple si hablamos de fidelidad moral (creo, solo creo, que todo el mundo es infiel moralmente alguna vez)
Saludos
Mónica, serle fiel a uno mismo es un reto al que todos deberíamos enfrentarnos decididamente, y es más complicado de lo que parece.
ResponderEliminarBesos.
J. Vela, así es. Lo que pasa que pocos se atreven a confesarlo. Pero el pensamiento...
Besos.