Evidentemente, tal y como reza el título de este post, somos
lo que somos.
Y lo somos, independientemente de que seamos lo que en
realidad hemos querido ser, o que en cambio, seamos lo que nos ha tocado ser. No
podemos negar que somos lo que somos.
Por ejemplo, nadie nos preguntó antes de nacer si queríamos
ser humanos. Y sin embargo, es lo que nos ha tocado ser. Bueno, sí, es posible
que usted mismo, o algún otro que lea esto, sea un miembro de otra especie
animal, en ese caso no se de por aludido. No voy a entrar en materia sobre si
ha tenido más suerte que el resto, pero todos los demás somos humanos. Y además
de serlo a la fuerza, porque nos han obligado a serlo, también lo somos de
nacimiento…
Y también de nacimiento, nos guste o no, queramos o no,
somos hijos de… alguien. En algunos casos incluso también somos hermanos de…
alguien. A partir de ahí, podemos empezar a elegir, si bien no todo lo que somos,
sí en algunos casos. Ya de jovencitos podemos elegir si queremos ser amigo del
macarra de turno, o por el contrario, amigo del empollón. Y así con
innumerables alternativas que nos presenta la vida.
Pero en cambio, otras opciones nos vienen impuestas por la
vida misma. ¿A que nadie le ha preguntado a usted si quiere ser peatón? Pues le
guste o no, no le queda más remedio que serlo, de no ser que se quede usted continuamente
en casa sin pisar la calle. En ese caso, usted no será un peatón, será un
mueble con patas, pero qué quiere que le diga, mejor ser peatón, aunque se lo
haya impuesto la vida, que ser un mueble con patas.
Estoy casi seguro de que, siendo usted pequeño, alguien le
preguntó “¿qué quieres ser de mayor?”. No, no soy adivino, es que a mi también
me lo preguntaron. Se lo preguntan a casi la totalidad de los niños. Y cuando
uno tiene diez ú once años y le hacen esa pregunta, se cree que se lo preguntan
para concedérselo, como si estuviera escribiendo la carta a los Reyes Magos… y
después pasa lo que pasa. ¡Qué ilusos somos de pequeños!
Cuando yo era pequeño, de mayor quería ser futbolista.
Después ya me di cuenta de que no iba a serlo, porque ya había muchos niños que
también querían serlo… y porque habría necesitado al menos otras dos piernas
como las que yo tenía para poder llegar a serlo. O sólo dos piernas, pero con
el doble de habilidad, lo que prefiera…
Así que pensé que, entre otras cosas, quería ser administrativo, no me pregunte
el porqué, porque no sabría darle una razón coherente. El caso es que aunque
también había muchos administrativos ya, y muchos otros que también querían
serlo… me bastaba con dos manos y dos ojos para serlo. Y pensar de cuando en
cuando, pero no demasiado, que eso cansa... Y sobre todo, al final, de mayor,
he conseguido ser… mayor.
Moraleja: No siempre uno es lo que quiere ser, pero, al
final, uno siempre es lo que es.
Yo de pequeña quería ser actriz o escritora.
ResponderEliminarGracias a blogger puedo hacer lo segundo, aunque no de forma profesional.
Supongo que debemos intentar a toda costa ser quién realmente somos, aunque nos cueste toda la vida, en el fondo es la única oportunidad que se nos brinda para ello ¿no?.
ResponderEliminarUn abrazo Elvis!
A mi me costó mucho aceptar que soy lo que soy, hasta que me di cuenta de que no era de otra manera.
ResponderEliminarA veces somos quienes somos por no querer ser de otro modo ;)
ResponderEliminarDoctora, seas profesional o amateur, las cualidades son las mismas. En tu caso enormes.
ResponderEliminarBesos.
Sofya, cierto. Nos guste o no ser lo que somos, eso no nos lo va a quitar nadie hasta que dejemos de serlo...
Besos.
Sí Bwana, eso es lo más importante, aceptarlo y vivir con ello.
Saludos.
Pilar, desde luego que si. Unas veces por comodidad y otras por complejos, lo cierto es que en ocasiones nos conformamos con lo que somos...
Besos.
Yo quise ser actriz, bailarina, cajera de supermercado... Estudié Periodismo y ahora soy administrativa. Muérete de envidia. Jajajaja. Besotes.
ResponderEliminarYa lo decía Ortega o alguno por el estilo: yo soy yo y mi circustancia; o sea: él, no yo, Ortega, jo qué lío. Bueno, pues eso.
ResponderEliminarYo desde pequeño tenía muy claro que lo que quería ser era millonario. Aún no lo conseguí pero sigo queriéndolo ser.
Salu2
Lo que es, o lo que le mandan...
ResponderEliminarAl fin y al cabo, todos tenemos sueños cuando siendo churumbeles, nos preguntan por nuestro futuro. Claro, que ninguno quiere ser ni pobre , ni parado ni desgraciado.
ResponderEliminarYo quería ser ser muchas cosas, pero porque pensaba que así sería feliz, qué iluso !!
Por lo que llegué a la conclusión que realmente quería ser eso, FELIZ. En lo que sea y como sea. Y creo que lo estoy consiguiendo.
Saludos
Lo importante es llevarlo con humor.
ResponderEliminarSeamos, pues ;)
Yo creo que podemos ser lo que queremos aunque sea un ratito. Y que no siempre somos lo que somos. Tú mismo apuntas que somos muchas cosas y albergamos muchas formas de ser: peatón, mayor, etc. Estudiar pedagogía no me volvió pedagogo porque no ejercí pero lo fuí durante las practicas. Puedo serlo en potencia. Y aunque trabajase de pedagogo no solo sería eso. Sería uno que escribe, lee, sueña, ama, ve películas, hace chistes... soy tantas cosas y eres tantas cosas que me resisto a las etiquetas. De todos modos me gusta tu reflexión de cuando somos lo que no queremos ser. Es cierto que esa traición no la hacemos a veces. Saludos.
ResponderEliminarMi Álter Ego, cierto, cierto, me muero de envidia jajaja
ResponderEliminarBesos.
Juan Carlos, creo que eso también lo queremos ser todos. Que tengas suerte!!! Todo es posible.
Saludos.
Jordim, también, aunque en menos casos, cierto es que a veces somos lo que nos mandan...
Saludos.
Waspy, quien consiga ser feliz, puede pasar de todo lo demás. O a lo mejor el secreto está en pasar de todo lo demás para ser feliz... Quién sabe.
Saludos.
B., efectivamente, seamos lo que seamos, con humor es más llevadero. Salvo que te toque ser sexador de pollos, ahí no hay humor que valga...
Besos.
S., está claro que a ratitos somos lo que queremos. Yo a veces quiero ser vago y lo consigo sin ningún tipo de esfuerzo. Incluso consigo ser bajito todo el tiempo... Pero si, el problema es tener que ser algo que no quieres ser.
Saludos.
Siempre quise ser futbolista o tener una banda de rock. Al final he elegido una opción más contemplativa en la que mantengo mis dos pasiones: escribo sobre deporte y música.
ResponderEliminarEn un libro que leí (y único) de Jorge Bucay había un capítulo, creo que los primeros, que precisamente decía que lo que es es, una perogrullada que suena a chiste pero que no le falta miga, pues no es como quisiéramos, o como otro querría, o lo que nos parece, es lo que es... y no hay otra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alvaro, eso también vale. Escribir sobre algo es una manera de serlo.
ResponderEliminarSaludos.
Sergio, así es. Por mucho que nos pese cada cual es lo que es...
Saludos.