Esto es un blog de humor. O al menos intenta serlo…
Pero en algunas ocasiones, deja de serlo momentáneamente,
para reflejar algún otro tipo de sentimiento. En este caso, ha sido la
indignación quien me ha llevado a escribir algo que se sale de la naturaleza de
éste blog. Y éste sentimiento, el de indignación, ha nacido tras leer el post
del amigo “Sí, Bwana”, propietario y escritor del blog “El blog del Bwana”
(lugar que les recomiendo encarecidamente).
El post en cuestión, el que ha conseguido indignarme, habla
de la increíble noticia publicada en El País, acerca de que los hijos de la
Gran Bretaña, más concretamente los mandamases de Londres, han decidido colocar
pinchos en los suelos de portales y demás repisas de aceras, en las que
acostumbran a sentarse y tumbarse los diferentes indigentes que pululan por las
calles de Londres. Pero como todos sabemos, no es sólo un problema de Londres,
si no que es un problema que existe en todas las ciudades del mundo.
No sé qué pensará usted al respecto, pero a mí, se me encoge
el corazón cada vez que veo a alguien durmiendo en un banco o… en el suelo de
cualquier lugar de cualquier ciudad. Sin embargo, ésta gente, tan bien acomodada
ella, la única solución que se les ocurre, es ponerles pinchos a su “colchón”,
en lugar de construir unos albergues en condiciones en los que esta pobre
gente, al menos, pueda dormir. Seguramente, ni usted ni yo podamos hacer gran
cosa para solucionar el problema. Pero ellos sí. Son ellos, los que tan bien
acomodados están, los que tienen la solución, y por eso me indigna aún más que
sean ellos quienes más se quejan.
Posiblemente, sea porque no vean en ello un problema, sino
simplemente un fastidio y una incomodidad para ellos mismos y su inmaculada y
estirada imagen de millonetis, y que lo único que intentan evitar con ésta
medida es que, al recibir visitas en sus lujosos pisos céntricos, sus
visitantes no se encuentren con alguien durmiendo en su portal dañando
irremediablemente… su inmaculada y estirada imagen de millonetis. Completamente
patético.
Es casi seguro, que ni usted ni yo, lleguemos a gobernar
este país. Y casi me atrevería a afirmar, que no gobernaremos ningún otro país.
Pero en el remotísimo caso de que llegara a hacerlo, intentaría instaurar una
ley que obligara a toda esta gente, a los millonetis, a que aportaran cierta
cantidad mensual para la construcción y mantenimiento de albergues para la
gente menos favorecida, mantenimiento que, dicho sea de paso, supondría puestos
de trabajo para mucha gente que actualmente no tiene trabajo.
Personalmente, no me importaría en absoluto que, una parte
de mis impuestos, se destinara a tal medida. A usted tampoco ¿verdad? Lo
imaginaba. Después de aguantarnos que, de nuestros mismos impuestos, se le
hayan regalado 30.000 millones a los eficientes banqueros… ¿cómo nos va a
importar que lo empleen para los indigentes?...
Son hijos de la Gran Bretaña o de la Gran puta, menudos canallas.
ResponderEliminarSaludos.
Yo he sido un poquitín más diplomático, pero en el fondo, y en la superficie también, pienso como vos.
EliminarSaludos.
Gracias por su referencia a mi Blog.
ResponderEliminarsaludos
De nada, siempre un placer. Siento haberle "plagiado" el tema, pero si no lo hago reviento.
EliminarSaludos.
La verdad es que es una situación muy triste. Si no hay alternativa, ¿dónde van a dormir? Es algo que me quita el sueño desde pequeñita. Sobre todo cuando llueve. Un besote!!!
ResponderEliminarLa pena es que no les quita el sueño a los que podrían solucionarlo y por eso seguimos viéndolos por las calles.
EliminarBesos.
Así se vean ellos como se ven ahora aquellos contra los que se les ponen los pinchos. La sociedad ha llegado a un nivel que aquello que "ofende la sensibilidad del mirón hay que retirarlo rápido; no poner remedio, no, retirarlo para que no se siga viendo. Pero no os quedéis con que sean cosas que pasen en Inglaterra; en Madrid nuestros inmarcesibles munícipes han cambiado las marquesinas del autobús y han puesto divisorias en ella para que no puedan tumbarse en ellas. En todas partes cuecen habas.
ResponderEliminarSalu2
Claro, es lo que yo digo, es algo que sucede en todas partes. Quizás sea más un problema a solucionar por la ONU. Que sean ellos quienes insten a los gobiernos a poner remedio.
EliminarSaludos.
En lugar de gastarse el dinero en los pinchos podían haberlo invertido en cosas más provechosas, como tu dices, en albergues o lo que sea. Nos gobiernan entes desprovistos de cualquier vestigio de vida humana, ay omá
ResponderEliminarLo que están es desprovistos es de conciencia. Si tuvieran tan sólo un poquito de lo que deberían de tener nos iría todo mucho mejor.
EliminarBesos.
Bastante tienen las personas indigentes con tener que luchar con encontrar un hueco donde refugiarse de las inclemencias del tiempo y las maldades que se les ocurren a algunos personajes, como para que encima les pongan más dificultades. Algunos olvidaron al humano que debería estar tras el ser que les define.
ResponderEliminarUn abrazo!
Entre nosotros, no son humanos porque no tienen humanidad... ni vergüenza. Si tuvieran un poquito, sería otro cantar.
EliminarBesos.
No hay que irse tan lejos. En Madrid están cambiando las marquesinas de las paradas de autobuses (con el dinero que eso debe conllevar) por otras prácticamente iguales cuya novedad es una separación en el asiento para impedir que se tumben los sin techo.
ResponderEliminarEfectivamente, ya digo en el 2º párrafo que es un problema mundial. Y si me confirmas que en Madrid ya han iniciado el mismo camino, no dudes que seguirán haciéndolo en muchas ciudades. Como dices, se gastarán un dineral en "adecentar" todas las marquesinas... en vez de construir albergues, o utilizar pisos desocupados propiedad de bancos. En realidad, para los banqueros sería una oportunidad única de redimirse y agradecer a la sociedad que los hayamos salvado, pero donde no hay conciencia ni humanidad...
EliminarBesos.
Cuando una sociedad llega a tal grado de inhumanidad y desprecio hacia el más débil, hacia el que más lo necesita, es que está absolutamente podrida... Estamos gobernados por una casta de psicópatas y vampiros que se alimentan de nuestra sangre, casi literalmente y se pagan los vicios a nuestra costa... nosotros también tenemos lo nuestro, pues pasamos a su lado pensando ayudarlos, pero sin hacerlo y otros ignorándolos por completo... En Madrid creo que también ponen multas a los indigentes, una cosa muy graciosa, no sé con qué dinero van a pagar una pobre persona que se ve abocada a vivir en medio de la puta calle... Estas cosas siempre me traen a la mente un prograna de televisión donde traían a personas que vivían "salvajes" en tribus de África, de Oceanía, a esta "maravillosa" civilización... y recuerdo como no salían de su asombro al ver a la gente tirada en la Gran Vía de Madrid, sin que nadie les ayudase ni les preguntara si necesitaban algo, ellos decían que eso en su tribu nunca sucedería, que todos darían lo que pudiesen para ayudarlos, y que si se los podían llevar con ellos para que no estuviesen así... y esos eran los "salvajes" y nosotros los "evolucionados", los "civilizados"... ¿hacia dónde va esta sociedad? - me pregunto... ahi lo dejo... Por cierto, te dejo también esta entrada de mi blog: http://frenopaticoo.blogspot.com/2014/05/miquel-fuster-y-su-salida-de-los.html, acerca de un gran artista e ilustrador, que tuvo la mala fortuna de tener que vivir durante muchos años en la calle, sufriendo todo tipo de penurias...
ResponderEliminarUn saludito
Vi varias veces ese programa que dices. Lo curioso del programa, era ver como los presuntamente civilizados, se cachondeaban de los presuntamente salvajes porque no sabían lo que era un microondas... Querían "enseñarlos" lo que es la civilización, cuando en realidad, tenían más que aprender de ellos que ellos de nosotros...
EliminarMe paso a leerlo.
Besos.
Exactamente Elvis, de esos "salvajes" tendrían que aprender muchos, recuperar lo que hemos desaprendido...
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