8 de noviembre de 2008

Misterios

Hay situaciones y momentos cotidianos de la vida, que no tienen una explicación razonable, al menos, no para mentes inferiores, entre las que me incluyo… He aquí algunos ejemplos de esas situaciones, en las que todos nos vemos envueltos, de las que no hay manera de desenvolverse sin salir mal parado, y para las que no encontramos una explicación mínimamente lógica….

El agua que bebemos en nuestras casas, no tiene el mismo sabor si lo bebemos en el grifo de la cocina, que si lo bebemos en el grifo del lavabo del baño… ¿por qué sucede esto, si viene del mismo sitio, y ambos grifos están separados por escasos metros? ¿Será que se recicla el agua de la taza?

Cuando el mando de la tele se queda sin pilas, apretamos más fuerte los botones y estiramos el brazo para que el mando esté más cerca del televisor ¿Acaso queremos estrujar las pilas para exprimirlas como si fueran un tubo de pasta de dientes?

Inmediatamente después de, por decirlo finamente, tirarnos un pedo, giramos la cabeza instintivamente … ¿Acaso no nos hemos dado cuenta de que hemos sido nosotros? ¿Acaso no sabemos ya que huele mal?

Cuando uno tiene un apretón (de los de verdad), siempre llega un cliente con ganas de contarte su vida en un monólogo de cuarto de hora… ¿Acaso estaba espiando a nuestros intestinos? ¿Tienen los clientes poderes sensoriales ocultos, capaces de detectar a distancia el movimiento tectónico de nuestros intestinos?

Cuando el ascensor tarda en llegar y tenemos prisa, apretamos el botón insistentemente, ¿Acaso creemos que por darle al botón va a ir más deprisa? ¿Creemos que se ha dormido en el quinto? ¿O en el sexto?

Cuando hablamos con un extranjero, tendemos a elevar el volumen de nuestras palabras, ¿Acaso creemos que su idioma es el gritéscaní?

Cuando vamos en el coche y estamos buscando aparcamiento, bajamos el volumen de la radio… ¿Intentamos de esta manera, llegar a hurtadillas para que no nos roben el sitio para aparcar? ¿O es que esperamos poder oír así los aplausos de los peatones por haber aparcado bien?

Cuando vamos a la delegación de Hacienda, vayamos a lo que vayamos, y digamos lo que digamos, siempre nos equivocamos de sección… ¿Quién dijo que hacienda somos todos? Entonces… ¿porqué nos mandan de una ventanilla a otra como si oliéramos mal?

Científicos de todo el mundo, investigan acerca de estas situaciones y otras muchas parecidas, intentando encontrar una explicación a tanta gilipollez absurda.

Quizás la única razón de tanta estupidez, sea que va adherido a nuestros genes, convirtiéndonos en esclavos de una señora llamada Estupidez, la cual nos tiene a pan y agua desde hace algunos miles de años, y de la que no podremos escapar porque sus grilletes y los muros de su prisión, son tan fuertes y altos, que ninguna mente iluminada podrá superar….

2 comentarios:

  1. No es demasiado dura tu conclusión? Yo soy un poco más tolerante con el pobre ser humano :P

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  2. Vaya... Venía a responder pero has hecho limpieza... jajaja... Me parece bien. Puedes borrar esto también ;)

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Uy lo que han dicho...