Mucha gente me ha preguntado, porqué empecé a escribir. Y la respuesta es tan simple y obvia, que me da hasta vergüenza decirla. Se podrían imaginar muchas y variadas razones, pero la única y verdadera razón por la que empecé a escribir, es que nunca antes lo había hecho. Si lo hubiera hecho antes, simplemente continuaría escribiendo. Ahora bien, como creo que lo que en realidad quieren saber, es la razón que me impulsó a empezar a escribir, intentaré explicarlo aquí para que no me lo vuelvan a preguntar.
Son muchas las razones, y no las voy a enumerar todas porque eso me llevaría demasiadas líneas. La verdad es que siempre había tenido ganas de escribir, y como siempre se ha dicho, aunque pueda parecer algo absurdo, todos tenemos tres misiones que cumplir en la vida para sentirnos realizados, que son: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Así que después de haber realizado ya las dos primeras misiones, la tercera se me antojaba un poco más complicada en su realización. Al menos si tienes la intención de que te lo publiquen. Y además, sobre qué tema se pueden escribir, al menos 50 páginas para que se le considere un libro. Quizás los escritores sean capaces de hacerlo sin demasiado esfuerzo, pero los ciudadanos de a pié como yo, creo que no tenemos tanta imaginación como para escribir tanta página sobre el mismo tema.
Yo he llegado a la conclusión, de que escribir en un blog, es lo más cerca que voy a estar de escribir un libro. No necesito escribir un montón de páginas sobre el mismo tema, y al mismo tiempo y salvando las distancias, con ello puedo llegar a sentirme escritor. Y en contra de lo que mucha gente piensa, y por lo que la mayoría no empieza a escribir, la realidad ha demostrado que no hace falta ser catedrático para hacerlo. Es posible, que no todo el mundo sea capaz de escribir una obra maestra como El Quijote, pero si es verdad que todo el mundo puede escribir algún artículo para un blog, con más o menos acierto. Sólo tienen que intentarlo, como yo hice.
Para mí, lo más difícil, es encontrar un tema sobre el que escribir. No siempre se tienen ideas, y a veces resulta frustrante querer escribir y no saber sobre qué hacerlo. Cualquier tema que se nos ocurra, puede parecer absurdo y al mismo tiempo brillante, pero no todas esas ideas son fáciles de plasmar. Muchas veces, lo difícil es la introducción, cómo empezar a hablar de algo que tenemos en mente. Otras en cambio, lo difícil es ponerle fin a lo que estamos escribiendo sin dejarnos nada en la cabeza. Yo, la mayoría de las veces, empiezo de la primera manera que se me ocurre, después sólo hay que dejar que fluya lo que piensas a través del teclado.
Otro dilema a resolver, es el estilo en el que vamos a plantear nuestra escritura. ¿Y cuál es el mejor planteamiento para hacerlo? Cuando la mayoría de la gente intenta escribir algo, por inercia, intenta expresarse de una manera que probablemente no sabe hacerlo. Y lo digo por experiencia, porque cuando yo lo he intentado, me ha salido un churro ininteligible. Y claro, con ello también puede llegar la frustración y el desánimo, porque no todos conocemos palabras de mil duros, de esas que usan mucho los catedráticos en literatura, pero que la mayoría de la gente no sabe ni lo que significan. Si lo hacemos así, posiblemente a algunos entendidos, les gustará lo que escribimos y recibiremos elogios por ello, pero mucha gente, dejará de leernos en la segunda frase, porque si no se entiende lo que se está leyendo, la lectura pierde interés. Claro está, que ahora con internet, puedes buscar muchos sinónimos y palabras rimbombantes, y parecer un experto en literatura, pero yo siempre he mantenido, que la mejor manera de expresar una idea, es la naturalidad, utilizando palabras y frases para todos los públicos, que cualquiera que inicie la lectura entienda lo que quieres expresar sin necesidad de acudir al Google cada cuatro palabras.
A mi modo de ver, una gran parte del secreto para que un escrito tenga éxito, está en ser consciente de tus limitaciones, escribiendo de acuerdo a tus conocimientos, sin querer ir más allá de lo que estamos capacitados, lo que seguramente nos llevaría a meter la pata continuamente haciendo una auténtica chapuza literaria. Es posible que sin correr ese riesgo, nuestros escritos nunca dejen huella en la historia de los blogs, pero seguro que quien los lea, sabrá apreciarlos porque los podrá entender en toda su extensión y los valorará en su justa medida.
No pretendo ni muchísimo menos, que esto se interprete como un manual para escribir, más que nada porque cada uno tiene su estilo propio, sabiendo que cualquier estilo es perfectamente válido, y yo soy un novato bastante inculto en el tema. Sólo intento explicarme a mi mismo, el porqué mis escritos gustan a la gente que lo lee, al menos a unos cuantos que así me lo han hecho saber, gracias a los cuales he seguido escribiendo. Seguramente habrá gente a quien no le guste, pero no sé cuántos serán porque nunca me lo han dicho. La verdad es que también me gustaría que me lo dijeran, una buena crítica me ayudarían bastante a mejorar, eso en el supuesto de que tenga capacidad para mejorar, porque a lo peor no doy más de mí por mucho que me digan.
Si os gusta leer lo que escribo, y os gusta leer lo que escribe otra gente, yo desde aquí, os animo a que probéis a escribir algo, si no lo habéis hecho ya, porque si os gusta leer, también os gusta escribir, pero posiblemente no lo sepáis aún…
Nuevamente hola:
ResponderEliminarNi sé ni me importan las rqazones que te indujeron a comenzar a escribir, cada cual tenemos las nuestras y creo todas son válidas, pero una vez más no puedo reprimir el impulso de dejarte mi satisfactorio comnentario a cuento dices pues lo comparto al 100% la mayoría de las ve4ces como es el caso de sta entrada. Cuando difiero, sabes te lo hago saber, pues creo lo más importante no son los halagos para quedar bien, sí decir lo que realmente pensamos y este es mi caso, siempre te diré lo que pienso de cuanto de ti leo, que intento sea el máximo pues me es de lo más placentero.
¡Adelante!
Un abrazo
Orquídea