Nuestro personaje de hoy no pasó desapercibido para la historia. Más concretamente, desapercibida. Sobre todo porque fue bastantes veces apercibida…
Contemporánea de una época en la que primaba la diplomacia, o la falta de la misma, por encima de todas las cosas, supo hacerse un hueco en la aristocracia con poca… diplomacia, o por falta de ella. Lo cual tuvo doble mérito. Primero por ser mujer, ya que en aquellos años había bastante machismo, y segundo, pero no menos importante, por no ser una mujer que utilizara su belleza como abridor de puertas.
Llamada la reina de los mil días, no sé si porque su reinado duró ese número de días, o si fue por hacer uso del matrimonio mil días seguidos… Su manera de actuar, sirvió y sirve de ejemplo a otras mujeres, y también a hombres, todo hay que decirlo, sobre cómo llegar a lo más alto a base de… abrir las piernas (y no me refiero a saltar…).
Pero la historia fue bastante injusta con ella, culpándola sin miramientos por haber hecho lo que hizo simplemente por obedecer a su padre, el verdadero culpable de su desdicha. Tal personaje, un tal Tomas Bolena, el Rey del peloteo, aunque en realidad no pasara de Conde, se convirtió en proxeneta consentido, ofreciendo como amantes a sus hijas al mismísimo Rey, el octavo de los Enriques, que era como el octavo pasajero pero en feo… Y claro…, éste era feo pero no tonto, y pensó aquello de: “Es bueno ser Rey…”.
Andaba por aquel entonces el hombre mosqueado con su parienta Catalina, paisana de Agustina, la de Aragón, porque no había sido capaz de darle un heredero. Y claro, en aquellos tiempos se tomaban muy en serio lo de la descendencia, sobre todo cuando se trataba de no perder el trono. Además, si había algo que en aquel entonces brillaba por su ausencia, era la discreción, y no sólo todo el mundo sabía de las correrías erótico-festivas del Rey, sino que lo aplaudían. Todos menos la parienta claro está, pero a ésta nadie la hacía caso, más que nada porque era Española… y ya sabemos todos el aprecio que nos tienen los Ingleses…
Y no desaprovechó la oportunidad de beneficiarse a la hija mayor del Conde, hermana de Ana: María Bolena. Más hermosa y Lozana que Ana (rima y todo…), pero más sosa que una patata. Así que la buena de Ana, que como ya he dicho no era especialmente bella, aprovechó sus otras cualidades para atraer al octavo Enrique, lo cual no le supuso demasiada dificultad, dado el carácter “ligeramente” mujeriego del monarca, y lo consiguió hasta tal punto que llegó a ser reina… aunque por poco tiempo…
Justo hasta que lo perdió todo de cuello para abajo, cuando fue decapitada por los delitos de adulterio y traición…, curiosamente los mismos delitos por los que se podría inculpar a Enrique, pero como ya he dicho antes, es bueno ser Rey… Aunque las malas lenguas dicen que la verdadera razón por la que perdió la cabeza, fue por no darle ese hijo varón al Rey… A eso se le llama coloquialmente perder la cabeza por un hijo… aunque vaya usted a saber, yo no estaba allí para verlo…
Ana hizo muchas más cosas en su vida, pero eso… es otra historia.
Qué injusta es la historia a veces con las personas humanas de carne y hueso. A uno le cortan la cabeza por un quítame allá esas pajas y a otro, que se lo merecía más, le recuerdan como uno de los reyes más famosos del planeta.
ResponderEliminarQué injusta, qué injusta.
Recuerdo haber visto en algún lugar de internet o en algún libro (a estas horas no me es fácil recordar), un sillón especial que el tal Enrique se había mandado hacer para estar bien cómodo, sin que su barriga le molestase, y poder beneficiarse de la compañía de dos "acompañantes" a la vez.
ResponderEliminarDi muchas vueltas a la cabeza y a la foto y no fuí capaz de encontrar la solución a la postura que uno y otras tendrían que realizar para aprovechar tal invento, realizado, por otro lado, en maderas nobles pintadas de oro y con acolchados de terciopelo rojo... (por supuesto, lo más indicado para una sencilla y rápida limpieza del artefacto-sillón-mueble-erótico-festivo)
Interesante visión de la historia, Elvis, como siempre haces con los personajes que sometes a tu lupa. ;)
ResponderEliminarUn abrazo
A esa mujer, en lugar de decapitarla deberían haberla canonizado...
ResponderEliminarNo tenía ni idea de su historia. Sí la conocía a ella, claro, pero no sabía los pormenores de su vida.
Muchas gracias por acercárnosla, Elvis.
Un beso y buen martes
Triste final para alguien que no se movió del todo mal. Pisar bien en esos círculos no siempre era sencillo, y mucho más con el bueno de Enrique.
ResponderEliminarMuy buena crónica.
Un saludo.
La pobre ana se dejó llevar por la erótica del poder y acabó escaldada...
ResponderEliminarPero mira, su hija fué una gran reina. Tantan tontería de Enrique para que al final reinara una
ResponderEliminarmujer.
;D
Es un personaje histórico que siempre me ha llamado mucho la atención, gracias por el post!!
ResponderEliminarSkywalker, así es, y es algo tan viejo como la vida misma, pero algunos casos, como el del Enriquito este, claman al cielo...
ResponderEliminarAbrazo.
Belle, un dato a tener muy en cuenta. Eso demuestra que en aquella época ya iban sobrados de imaginación..., al menos para "eso". Lo del terciopelo rojo no me extraña en absoluto. Supongo que era para darle ambiente a la situación. El rojo siempre ha sido el color erótico por excelencia...
Besos.
Fer, es que mi lupa es demasiado potente... y cachonda.
Abrazo.
Novicia, no sé si la canonizaron, pero la nombraron mártir en no sé qué año. Como siempre sucede, el reconocimiento le llegó cuando ya no pudo disfrutarlo.
ResponderEliminarBesos.
Yoni, en efecto no era nada fácil, está demostrado que al mínimo desliz perdías la cabeza...
Gracias por el elogio.
Abrazo.
No sé que narices comentar... Se me ha venido a la cabeza aquello de .. y rodaaaar, y rodaaaar, y rodaaar, y rodaaaar .... :p
ResponderEliminarDiscúlpeme ud.
Besos!
Estonoesunblogdehistoria, desde luego, el poder tiene algo que atrae a quien no lo tiene, no sé si será erótico o no.
ResponderEliminarBesos.
El Guardian, a mi no me extraña en absoluto. Siempre he dicho que en el mundo reinan las mujeres independientemente de quien se sienta en el trono...
Besos.
Meg, jajaja, claro, como no te va a llamar la atención. Cualquiera que pierda la cabeza de ese modo llama la atención...
Besos.
Blogboreta, jajajaja, pues será mejor que te sujetes bien la cabeza, no me gustaría que la perdieras...jajaja
ResponderEliminarBesos.
¿Y no comentas nada de su hermana que si le dió un hijo barón y que es una de las antepasadas de Catalina la que ahora se acaba de casar?
ResponderEliminarPseudosocióloga, lo haría, pero el post está dedicado a Ana Bolena y no quiero quitarla protagonismo...
ResponderEliminarBesos.
A éste rey deberían de haberle cortado los cataplines
ResponderEliminarS., ¿solo los cataplines?...
ResponderEliminarBesos.
Muy interesante, pero a que no sabías que Ana Bolena tenía 3 pechos y 6 dedos en cada mano.
ResponderEliminarJulio, veo que eres mejor historiador que yo..., pero el ser un pésimo historiador lo compenso ojeando la wikipedia jajaja
ResponderEliminarSi, es verdad que lo dicen, pero también aclaran que es un rumor que nunca confirmó nadie que la conociera personalmente..., claro que también puede ser que todos estuvieran comprados...
Pero yo no voy a escribir un dato tan importante que no se haya confirmado.
Abrazo.
La pobre Ana abrió las piernas por pura costumbre y le salió mal la jugada.
ResponderEliminarSaludos
Si, Bwana, cuando se abren las piernas, o se pierde la virginidad o se pierde la cabeza, o ambas cosas. O ninguna de las dos, vaya usted a saber.
ResponderEliminarLo curioso es que a unas les paguen por hacerlo y a otras las decapiten...
Saludos cordiales y bienvenido a tu casa.
A mí es que después de ver la peli se me quedó un mal cuerpo...
ResponderEliminar(Besitos)
Enrique VIII.. Siempre protegía lo que le daba satisfacción...
ResponderEliminarhttp://2.bp.blogspot.com/_1eGJCbU0f-w/SG1U1jRAeYI/AAAAAAAAA0Q/b306g-mu1Fw/s400/armadura.jpg
y cortaba por lo sano con el resto.. jajajajajajajaj
Besos
un buen reflejo de la vida de una mujer en aquella epoca: o casada o monja o cortesana.
ResponderEliminarMe cae fatal este reyezuelo...
No veo ni las series que se hacen de él.
He estado aislada del blog primero por un problema con el adsl y luego por el parón blogger...
Me alegra estar de vuelta
Besote Master.
Julio, aprobado en historia, pero como yo soy un pésimo historiador me leo la wikipedia jajajaja
ResponderEliminarAllí aclaran que sólo fué un rumor, porque nadie que la conociera físicamente llegó a confirmarlo. Yo sólo escribo cosas verificadas..., bueno y un montón de tonterías jajajaja
Abrazo.
Cris, a mi también, pero no sé si fué por oir el golpe de hacha del verdugo, o por la desfachatez del tal Enrique...
Besos.
Lady Tea, jajaja, muy buena la foto, armadura en plan ariete... a ver quién se le ponía delante...
Besos y bienvenida a tu casa.
Kamikaze, si, afortunadamente para vosotras los tiempos han cambiado, para nosotros no sé yo... jajajaja
Besos y me alegra que estés de nuevo operativa.
Hay un premio para usted.Besos
ResponderEliminar¡¡LO SABÍA, LO SABÍA!! No estabas muerto:)
ResponderEliminarTe he encontrado, gracias, gracias.
Hace poco tiempo hablaba de ti y mis oraciones han sido escuchadas.
He caido por tu casa no se muy bien como, y nada más llegar me he sentido agusto, puedo quedarme?.
Soy una fan tuya desde mi mas tierna infancia, así que me verás amenudo por aquí.
Y el relato muy bueno, una pena que no tenga final feliz.
Un saludo y una sonrisa :)
S., muchísimas gracias, en cuanto pueda me paso a recogerlo y a cumplir con lo que pidas... porque seguro que tengo que hacer algo no? jajaja... Bueno, mientras conserve los pantalones todo se puede complacer...
ResponderEliminarBesos.
Simplementeyo,...sssssssshhhhhhhhh, con todo el tiempo que llevaba en el anonimato y vienes a descubrirme...
Por supuesto que puedes quedarte, pero cierra la puerta que hay corriente... bienvenida a tu casa.
Que el final es triste?... no, el final fue muy feliz, pero decidí no contarlo para no dañar mi imagen..., aunque ahora que lo pienso... si yo no tengo imagen...
En fin, bienvenida a tu casa. Besos.