Ahí va mi simulacro de microrelato:
"El destino quiso que estuvieran allí en aquel preciso momento, en un avión a la deriva. Tan sólo unos segundos antes, afilaban sus uñas arrojándose reproches hirientes, en una discusión interminable. Ahora, dos máscaras de oxígeno, colgaban frente a ellos, como consecuencia de la fuerte explosión del motor. Se miraron, primero asustados, después con ternura, en aquellos, los que fueron los últimos segundos de sus vidas…"
