29 de noviembre de 2008

Tres Reyes...

Llegado este punto en el calendario, además del frío, son muchos los detalles que nos anuncian la proximidad de las Navidades. La instalación de luces con motivos navideños, cambios en la decoración de los Hipermercados y, sobre todo, un auténtico bombardeo publicitario.
Y dichos detalles, cada vez llegan antes. Cualquier año de estos la Navidad va a empezar en Agosto. Sólo de pensarlo me dan escalofríos, porque… ¿os imagináis a los Reyes Magos en bañador, así sin afeitar ni nada?

De antes podías esperar a la paga extra de Diciembre para hacer las compras navideñas, pero ahora…, como esperes a dicha paga, no quedan ni las migajas de ése que dicen que es el turrón más caro del mundo. Debe de ser que los inventores de la Navidad, useasé, El Corte Inglés y Toys’ur’us, tienen necesidades económicas y necesitan anticipar sus ventas.

Y para ello se inventaron a los tres personajes más rocambolescos que sus neuronas pudieron idear. LOS TRES REYES MAGOS DE ORIENTE. Tres personajes, que si nos paramos a pensar un poco… son para echarles de comer a parte.

Para empezar, ¿por qué son tres? Si fueran dos, podríamos interpretar que son una pareja gay, y en lugar de Rey y Reina, son dos Reyes. Claro que también podríamos interpretar que Gaspar es la mujer barbuda con corona, casada con Melchor. ¿Pero tres? ¿Un trío de Melchor con su mujer barbuda y con un negro….? A saber…. Quizás la idea catalana del “Tripartido” no sea tan novedosa como nos creíamos en un principio, y hayan sido los tres reyes sus precursores y quienes lo pusieron en práctica hace ya mucho tiempo, sirviendo después como inspiración a los políticos catalanes.

Lo malo para ellos es, que seguramente, estarán todo el día peleándose por la corona. Ninguna otra monarquía tiene tres reyes, lo que me da que pensar que ése tal Oriente debe de ser un país un poco raro. No sabemos si será el Medio Oriente, o el Lejano Oriente, o los dos a la vez… ¿Y el otro Medio? ¿Está cerca? Muy lejos no debe de estar, porque vienen en camellos, más que nada por lo cara que está la gasolina, y dichos animalitos no recorren distancias demasiado largas.
Pero como no pueden cruzar el charco, los americanos se inventaron a otro barbudo, a Santa Claus. Ése no es Rey de ninguna parte, ni siquiera se sabe lo que es…, pero sí que pude cruzar el charco con su trineo volador, por eso también viene a Europa… Motivo por el cual, los reyes andan un poco mosqueados, porque les está comiendo el mercado a pasos agigantados.
Y si los reyes reparten juguetes, sus camellos reparten…. Bueno, eso que reparten los camellos y que no me atrevo a nombrar por miedo a que me pongan una querella criminal. Los de narcóticos y estupefacientes saben a qué me refiero…

Lo que sí que tengo muy claro, es el porqué les llaman Magos…. David Copperfield es un inculto al lado de ellos, mágicamente hablando. Porque por arte de magia, los Reyes son capaces de clonarse infinitamente…., que sí, que os lo juro por Elvis, que yo los he visto en la tele en un montón de ciudades diferentes, y a la misma hora a la que se paseaban por mi pueblo, eso sí, en el tractor de cualquier vecino, porque la magia no les llega para clonar a sus camellos, y tienen que moverse en el medio de locomoción que les proporciona cada ayuntamiento, ya sea de tracción mecánica o de tracción animal…

En fin, no me hagáis mucho caso y sacar vuestras propias conclusiones, que creo que yo no soy un buen ejemplo a seguir a la hora de descifrar misterios…

14 de noviembre de 2008

Larga vida al Rey!!

Estamos en 2008, año 31 después de Elvis, y todavía he tenido que escuchar, a alguien en la televisión, pronunciar la frase: “Elvis Presley, el Rey del Rock and Roll”. Siempre me ha llamado la atención esa frase, y me remueve las entrañas el pensar que a estas alturas, aún hay gente capaz de pronunciarla. Y no me malinterpretéis, porque quien me conoce, sabe que siempre he venerado a Elvis musicalmente hablando, pero de ninguna manera estoy de acuerdo con el título que se le otorga.


Más que nada, porque llamarle el Rey del Rock and Roll, supone, en parte, obviar el resto de los otros muchos géneros musicales, a los que pertenecían los temas interpretados por Elvis. Cualquiera que conozca, mínimamente, la carrera de Elvis, se dará cuenta de que, las canciones que interpretó pertenecientes al género del Rock and Roll, no suponen ni tan siquiera, una tercera parte de su extensa discografía. En ella, podemos encontrar multitud de discos, que no incluyen ni una sola canción de Rock and Roll. Discos con música Country, discos con música Gospel, discos con música Pop, donde no encontraremos ni una sola canción Rockera.


De hecho, es muy difícil identificar a qué estilo musical pertenece. Es un estilo propio e indefinido, como lo demuestra el hecho de que su primer single y disco de oro “That´s all rigth Mama”, fuera un éxito en tres listas diferentes simultáneamente, siendo número uno en la lista de Rythm´and Blues, lista de Country y lista de Rock and Roll. Ningún otro cantante lo había conseguido antes, ni lo conseguiría después.


Sus detractores, siempre han insistido en que otros cantantes de Rock le superaban, y yo estoy de acuerdo con ellos en ese sentido. Quizás la polivalencia musical de Elvis, hizo que no estuviera tan especializado en Rock and Roll como otros cantantes, que sí que dedicaban todos sus esfuerzos a ése género. En mi opinión, otros cantantes como Jerry Lee Lewis, Little Richard, Carl Perkins, Bill Haley, Chuck Berry, y algún otro más, se merecen ese título, tanto o más que Elvis. Quizás no tuvieran el carisma de Elvis, pero como intérpretes de Rock, creo que le superaban. De hecho, Elvis no era un intérprete sobresaliente en ningún género, pero sí un intérprete notable alto en cualquier género que interpretara.


Y ése, es sin duda, el secreto de su éxito, lo que provoca que ningún otro cantante resista la comparación con Elvis, y lo que hace que le tengamos considerado muy por encima del resto de cantantes de su época. Cualquiera de los otros cantantes, estarían perdidos en interpretaciones de otros géneros diferentes al suyo, pero Elvis no. Elvis se desenvolvía como pez en el agua en cualquier género musical de una manera notable. Los aficionados a la música Country, guardan un rinconcito para algún disco de Elvis, igual que los aficionados al Gospel, a la canción melódica y al Blues.


Por eso, su legión de fans es tan extensa, porque abarca muchos géneros musicales y tiene discos para todos los gustos. Es raro encontrar a alguien, a quien no le guste algún disco o canción de Elvis.


Por todo eso, me atrevo a afirmar, que, Elvis es sencillamente… “El Rey”.




13 de noviembre de 2008

Mi ciudad


Allí donde la desmesurada polución aspirada en pequeñas dosis, provoca altas sensaciones de felicidad.

Allí donde las fábricas son culpables del cambio climático en pequeñas hectáreas.

Un lugar donde al menos un miembro de cada familia se ganó el pan en la misma empresa.

Donde las calles, se revelan ante la lógica y el protocolo urbanístico.

Donde las palomas son casi negras o rosas, y ninguna conserva íntegramente su cuerpo ni su dignidad.

Donde la Lechera no es una marca de bollos, y Royal nunca fue una marca de postres.

Un lugar donde los carros del Simago, forman parte de la fauna acuática del río principal.Un lugar en el que para visitar el Amazonas más salvaje sólo tienes que preguntar por Pista Río.

Que tiene sus propios personajes populares y sus propias leyendas… Donde hay gente que cree que Popo y Joselito han sido alguna vez compañeros de farra.
El único sitio de España, donde la palabra Inmobiliaria, tiene un significado mucho más amplio.
El único lugar en el que parece que el cine se pasó de moda, y decidieron quemarlo o tirarlo. Una ciudad respetable, donde los curas y las monjas siempre estuvieron muy separados.

Un sitio, en el que nos gusta dar vueltas a las cosas y por eso lo llenamos todo de rotondas. Donde las fuentes nunca funcionaron. Allí donde los centros neurálgicos de reunión juvenil, se escogen por la hiper-concentración de azúcares.

Flati o Mantecón, donde lo mismo te venden un chicle, que una peluca, que el último premio planeta, que petardos ilegales.

Un lugar con tradiciones… como evitar la necesidad de pagar en el Peña´s o abusar de la bondad de Loli, siempre dispuesta a venderte un trago, sin necesidad de haber hecho la primera comunión.Una ciudad que no tiene miedo a la mutación por la contaminación ni a caminar por las vías del tren.
Donde el colesterol, no es sólo una enfermedad. Un sitio, donde llamamos a las cosas por su nombre, que si hay vinos, pues Zona de Vinos. Que si tiene el suelo rojo, pues Plaza Roja.Un lugar con color y olores propios.
Donde ni los ríos ni el cielo son azules...Mi casa..
Pd.: Ftragmento extraído no sé de dónde.... Anónimo

Momentos

Hay momentos, que se quedan grabados a fuego en nuestra memoria. Vienen a nuestra mente en forma de “flashback” de vez en cuando. Muchas veces son recuerdos de nuestra niñez, sí, esa que parece que nunca tuvimos, pero que existió, dejándonos muchos momentos inolvidables.

Entre esos momentos, están las guerras con tus hermanos, por cosas que ahora nos parecen tan simples como el mecanismo de un chupete, pero que en aquellos momentos, nos parecía haber conquistado el paraíso.
En mi casa, disputábamos a diario varias guerras, a veces con heridos y todo, por cosas tan importantes como ocupar el mejor sitio en el sofá, para ver la televisión. Que yo no sé porqué teníamos tanto afán en ocupar tan prestigioso lugar, porque una vez allí sentados, aquello se convertía en un suplicio más que en un privilegio. Porque una vez sentado allí, casi como por arte de magia, te entraban unas ganas locas de ir al baño, y claro, como la plaza no se respetaba, ya sabéis aquello del que fue a Sevilla…., pues tenías que quedarte allí quieto parao, notando como tu vejiga se inflaba cada vez más, amenazando con reventar. Después llamaban a cenar, y claro, a cenar a la carrera para volver a ser el primero, y mientras todos cenan y te ganan ventaja, tú estás en el baño echando la meada del siglo, una meada eterna, que provoca que cuando llegues a la mesa, ya estén todos terminando de cenar. Intentas salir con el plato corriendo hasta el sofá, y la cocina se convierte en un despacho de sindicalistas, gritando todos a una “eso no vale, que cene en la cocina como todos…”. Y claro, cuando has terminado de cenar, estás en el último sitio del sofá, por el que también te tienes que pelear, en éste caso con la perra, que te mira desafiante cuando intentas echarla al suelo….

Otra guerra, que por cierto aún no ha terminado, era “robar” todas las patatas posibles del plato ajeno, y juro que no era por hambre, si no por satisfacción. Puede que no me creáis, pero las patatas que les robaba a mis hermanos, sabían mucho mejor que las que había en mi plato. Claro que había que sacar la mano del plato rápidamente, ya que corrías el riesgo de que, sin previo aviso, algún tenedor furioso se te clavara repentinamente… Eso sí, la ley decía que si se caía una patata de cualquier plato, si eras rápido, la podías coger porque era huérfana…. Todavía me pregunto, porqué nunca nos robábamos las sardinas….

Pero no todo eran guerras sangrientas, había momentos en los que parecía que nos llevábamos bien y todo. Como cuando convertíamos el salón de casa en un campo de fútbol, y jugábamos dándole patadas a la cabeza de alguna de las muñecas de mi hermana, con el consiguiente enfado de nuestra madre, que era la única que se enfadaba, porque mi hermana también participaba en los partidos. Claro que ahora que lo pienso, igual mi madre se enfadaba, no porque jugáramos con las cabezas de las muñecas, si no por la cantidad de figuritas que adornaban el mueble del salón, que para lo único que sirven es para eso, para que terminaran en el suelo hechas añicos…. Y yo que pensaba que esas figuritas estaban allí puestas para que las rompiéramos nosotros….


O como cuando nos organizábamos entre todos, para, mientras uno vigilaba la retaguardia, los demás cumplían la importante misión de tirar agua desde el balcón, a los peatones que circulaban por la acera, echando pestes y mirando hacia arriba cuando teníamos la suficiente puntería… No entiendo de qué se quejaban, si actuábamos de buena fe, intentando refrescarlos….


La infancia no es lo mismo sin hermanos para “pelearse”, y en mi casa, en ese sentido, andamos sobrados. Momentos para recordar……

8 de noviembre de 2008

Misterios

Hay situaciones y momentos cotidianos de la vida, que no tienen una explicación razonable, al menos, no para mentes inferiores, entre las que me incluyo… He aquí algunos ejemplos de esas situaciones, en las que todos nos vemos envueltos, de las que no hay manera de desenvolverse sin salir mal parado, y para las que no encontramos una explicación mínimamente lógica….

El agua que bebemos en nuestras casas, no tiene el mismo sabor si lo bebemos en el grifo de la cocina, que si lo bebemos en el grifo del lavabo del baño… ¿por qué sucede esto, si viene del mismo sitio, y ambos grifos están separados por escasos metros? ¿Será que se recicla el agua de la taza?

Cuando el mando de la tele se queda sin pilas, apretamos más fuerte los botones y estiramos el brazo para que el mando esté más cerca del televisor ¿Acaso queremos estrujar las pilas para exprimirlas como si fueran un tubo de pasta de dientes?

Inmediatamente después de, por decirlo finamente, tirarnos un pedo, giramos la cabeza instintivamente … ¿Acaso no nos hemos dado cuenta de que hemos sido nosotros? ¿Acaso no sabemos ya que huele mal?

Cuando uno tiene un apretón (de los de verdad), siempre llega un cliente con ganas de contarte su vida en un monólogo de cuarto de hora… ¿Acaso estaba espiando a nuestros intestinos? ¿Tienen los clientes poderes sensoriales ocultos, capaces de detectar a distancia el movimiento tectónico de nuestros intestinos?

Cuando el ascensor tarda en llegar y tenemos prisa, apretamos el botón insistentemente, ¿Acaso creemos que por darle al botón va a ir más deprisa? ¿Creemos que se ha dormido en el quinto? ¿O en el sexto?

Cuando hablamos con un extranjero, tendemos a elevar el volumen de nuestras palabras, ¿Acaso creemos que su idioma es el gritéscaní?

Cuando vamos en el coche y estamos buscando aparcamiento, bajamos el volumen de la radio… ¿Intentamos de esta manera, llegar a hurtadillas para que no nos roben el sitio para aparcar? ¿O es que esperamos poder oír así los aplausos de los peatones por haber aparcado bien?

Cuando vamos a la delegación de Hacienda, vayamos a lo que vayamos, y digamos lo que digamos, siempre nos equivocamos de sección… ¿Quién dijo que hacienda somos todos? Entonces… ¿porqué nos mandan de una ventanilla a otra como si oliéramos mal?

Científicos de todo el mundo, investigan acerca de estas situaciones y otras muchas parecidas, intentando encontrar una explicación a tanta gilipollez absurda.

Quizás la única razón de tanta estupidez, sea que va adherido a nuestros genes, convirtiéndonos en esclavos de una señora llamada Estupidez, la cual nos tiene a pan y agua desde hace algunos miles de años, y de la que no podremos escapar porque sus grilletes y los muros de su prisión, son tan fuertes y altos, que ninguna mente iluminada podrá superar….