27 de diciembre de 2010

Es Navidad!!

Por si no se ha enterado aún, ya estamos inmersos en plena Navidad. No se preocupe, siempre hay algún despistado que se entera demasiado tarde. Afortunadamente ya estoy yo aquí presto a recordárselo para que no quede en mal lugar.

Es la Navidad una época del año,… de un año,… vamos, de cualquier año, que curiosamente suele terminar el mismo día, es decir, el último, cosa que no podemos decir de su comienzo, porque… lo que ya no sé decir es cuándo comienza. Y eso es algo que no sucede con ninguna otra festividad, lo cual es un poco cruel. A mi me gustaría que pasara lo mismo con las fiestas de mi pueblo, pero… me tengo que aguantar y esperar al día señalado.

Pero la Navidad no. Es una época tan bonita y nos gusta tanto, que cada año la iniciamos antes. Por eso mucha gente ni siquiera se entera de que ya han empezado de verdad. Te levantas un día y dices: “Ah! Pero si ya es Navidad de verdad…”. Sales de casa y paras en el estanco a comprar tabaco, y por primera vez hablas con el estanquero y le dices: “Feliz Navidad”, y el te responde con una sonrisa, y como si le cayeras bien: “Igualmente”. ¿Y al día siguiente? ¿Te repites? No. ¿Y él? Tampoco. La relación vuelve a ser la misma de todo el año, es decir, nula.

Seguramente este hecho, le deje una sensación extraña. Incluso es posible que su felicitación sea sincera y todo, pero seguramente, en su cabeza se instale una duda: felicitar a todo el mundo y parecer hipócrita, o no felicitar a nadie y parecer un borde antipático, o lo que es peor, que le acusen de no tener espíritu navideño… Qué quiere que le diga, no hay solución y haga lo que haga quedará mal. Y si ha pensado, aunque sólo sea por un momento, en felicitar a unos sí y a otros no, ya puede desechar tal idea, porque entonces siempre habrá quien le reproche que ha felicitado a fulanito y menganito, y en cambio a él no… Qué se le va a hacer, los humanos somos así… y además en ésta época los sentimientos se multiplican por mil, o por dos mil en casos de personas demasiado apasionadas…

Como todas las navidades, se habrá hecho varias promesas a usted mismo. No lo niegue, confiese. Me lo imaginaba. La más común es la promesa de hacer las compras navideñas con antelación y…, claro, claro, no se preocupe, a mi también me ha pasado otra vez. Me veo nuevamente y como todos los años el último día a la carrera, en modo “El gran despilfarro”, haciendo cola en todas partes para pagar, y sufriendo por no encontrar todos los regalos pensados de antemano, y que al final son sustituidos improvisadamente por otros que no tienen nada que ver con los primeros. Pero como nos sacan del apuro… no tiene ninguna importancia que su suegra no fume, seguro que una buena pipa le gustará, …o que a su mujer no le guste el fútbol, estará encantada con el balón del último mundial… y ¡caray!, qué bonita es la Navidad…


Yo para el próximo año, haré otro tipo de promesa. Prometo que el día 2 de Enero dejaré de fumar…, el resto de días no sé qué pasará… Usted también debería hacer la misma promesa. Así al menos, el año que viene, no tendrá que felicitar al estanquero si no lo desea…

 

24 de diciembre de 2010

Corto y cambio...

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda este humilde espacio, para desearles a todos una feliz Navidad, a todos, incluídos aquellos que, por la causa que sea, no la celebran.

Y ya puestos, les dejo aquí uno de mis villancicos favoritos, el que pongo todos los años porque...., bueno, yo qué se, me gusta este villancico. En su día cantado por Bing Crosby y tambien versionado por Frank Sinatra y Michael Boublé. Pero qué quieren que les diga, me gusta más esta versión de Jessica Simpson...y no me pregunten porqué...

Lo dicho:  Feliz Navidad!!




7 de diciembre de 2010

7 de Diciembre.

La historia, nuestra historia, siempre distinguirá a determinados personajes, que por sus logros y aportaciones a la humanidad lo merezcan. Otros, pasaremos por ella sin pena ni gloria, al menos para aquellos que no formen parte de nuestro círculo más cercano. Por lo tanto, hay personas reconocidas y/o admiradas por todos, otras anónimas para todo el mundo, y otras incluso repudiadas por sus deméritos por el resto.

Pues algo parecido pasa con los días. O mejor dicho, con las fechas. Sí, esas fechas que están ordenadas en el calendario para recordarnos en qué día estamos. Unas, las importantes, están señaladas en rojo y son más o menos esperadas por todo el mundo para disfrutarlas como se merecen. Otras pasan sin ser recordadas, y aunque particularmente puedan significar algo para alguien en concreto, para el público en general no pasan de ser simples fechas laborables que no son recordadas ni esperadas por ningún motivo especial.

Pero hay otras, que pasan a ser directamente repudiadas, al menos por una gran parte de la sociedad. Y hoy es una de esas fechas. Al menos en nuestro país, figura en el calendario atravesada entre dos fechas marcadas en rojo, y lo que para unos (los que hacen puente),es un día más de fiesta, para otros (entre los que me incluyo) es una fecha jodienda en la que ir a trabajar entre dos días festivos…


Intento imaginarme, qué pensamientos tendría el 7 de Diciembre en caso de que tuviera sentimientos. Seguramente se sentiría desdichado por su mala estampa, y se creerá despreciado por todos por ser un día “puñetero”. Seguramente también, sentirá envidia hacia los días marcados en rojo e incluso hacia el resto de días laborables. Debe de ser muy triste sentirse una fecha así, pero…

Podría ser peor, y si no que se lo pregunten al 29 de febrero, que sólo aparece en el calendario cada cuatro años para que hagan bromas sobre él…


 

5 de diciembre de 2010

El Manual. y III.

Sintiendo mucho el retraso acumulado, aquí les dejo la continuación del manual uzbeko para entender a las mujeres. El caso es que el bueno de Higor ha estado muy ocupado en yo qué sé que asuntos legales y no ha podido traducirlo antes. Espero que les sirva para algo.



Capítulo 6. Tenga en cuenta que, a diferencia del hombre, la mujer es capaz de hacer dos cosas a la vez con total éxito, así que puede hablarla aunque esté ocupada realizando cualquier tarea. Ella le escuchará y seguirá la conversación sin ninguna dificultad. Es más, ella espera que lo haga, y si no lo hace, creerá que no tiene nada que hablar con ella. Sé que ello representa un terrible esfuerzo para usted, pero tiene que intentarlo, aunque ello signifique que tenga que dejar de hacer lo que sea que esté haciendo para poder seguir la conversación (usted, ella no necesita dejar de hacer nada para escuchar las tonterías que seguramente se le ocurrirán a usted…).

Capítulo 7. Para la mujer, el sexo no es una prioridad, si no simplemente una consecuencia del amor. Para el hombre es al contrario, así que deberá adaptar su mentalidad a la de ella, si no quiere tener más de una discusión inútil.

Capítulo 8. Aunque pueda parecerle increíble, cuando la mujer le dice que le duele la cabeza, no siempre es mentira. Así que tendrá que creerla siempre que se lo diga, y si no tiene aspirinas en casa, tendrá que aguantarse.

Capítulo 9. Nunca mire al escote de ninguna otra mujer (al menos no más de tres veces). La mujer interpretará que a usted le gusta más esa otra mujer, y eso no es verdad… ¿verdad?... ¿VERDAD?...

Capítulo 10. Nunca intente sobornarla emocionalmente mediante obsequios o engaños con el objetivo de practicar sexo con ella. Seguramente todo se vuelva en su contra y terminen discutiendo (recuerde lo detallado en el capítulo 7), y lo más seguro es que la mujer recurra a cualquier excusa con tal de no acceder a tal soborno (en este caso seguramente se acoja al capítulo 8 y se invente una profunda jaqueca).

Capítulo 11. La mujer tiene una gran habilidad para detectar la suciedad, y si le ordena que limpie algo, hágalo sin rechistar incluso aunque usted lo vea limpio. El ojo del hombre no está lo suficientemente preparado como el de la mujer para según qué cosas, y la suciedad es una de ellas. Ellas creen que el motivo de que no detectemos la suciedad es que somos unos guarros, pero nada más lejos de la realidad, sólo es un pequeño defecto de vista del hombre.

Capítulo 12. A la mujer, por lo general, le gusta que le hablen durante el acto sexual , y ya que ella puede hacer dos cosas a la vez (recuerde lo expuesto en el capítulo 6), deberá usted intentar estar a su altura, y salvo que tenga la boca ocupada, comparta con ella lo mucho que está disfrutando mediante susurros o, por qué no, a puro grito, eso les llevará a ambos a un estado superior de excitación.

Capítulo 13. Si la mujer se enfada, y/o no le gusta que usted celebre reuniones con los amigos para lo que sea, tenga muy en cuenta que tal enfado no tiene como objetivo amargarle la vida, sino que simplemente está manifestando preocupación porque teme que su relación de pareja se vaya al carajo, e intenta con ello que usted le dedique más tiempo. Es simplemente un mecanismo de autodefensa. Por el contrario, si ella le demanda tiempo libre para estar con sus amigas, usted debe considerarlo y acoger dicha proposición con total aprobación, ya que es algo fundamental para que ella se sienta realizada como persona y pueda disfrutar de una vida social plena.



Había más capítulos, pero hice caso omiso del mandamiento que dice: “no dejar los libros al alcance de niños y perros”. Lo que falta del manual sufrió una muerte un tanto dramática…