30 de diciembre de 2012

Menudo Domingo...


En la vida de toda mujer casada, llega un momento en el que hace a su pareja la siguiente pregunta: ¿Cuándo vas a arreglar…? (sustituya los puntos suspensivos por cualquier objeto susceptible de un posible arreglo).

Si usted está casado, seguramente ya haya pasado por ese momento. Y por muchos otros similares, ya que el hecho de que un día, su mujer, haga esa pregunta, no significa que no vuelva a repetirla a cada oportunidad que tenga. Y es que, por alguna extraña razón, las mujeres están totalmente convencidas, de que los hombres tenemos la habilidad de arreglarlo todo. Pero la culpa no es de ellas, no. La culpa es de nuestro estúpido ego masculino, que nos impide pronunciar la frase “no sé hacerlo”. Y también es culpa de nuestra estúpida creencia de que podemos arreglarlo todo.

Y en ese error, ha vuelto a caer un servidor en este nuestro último Domingo del año. Porque hay días, en los que sería mejor quedarse tumbado en la cama, o en su defecto, tumbado en el sofá… Tras haber escuchado en numerosas ocasiones esa frase que todas las mujeres sueltan por su boquita, dos eran los objetivos a “arreglar” que tenía marcados para el día de hoy.

Primer objetivo: Sustituir uno de los dos portalámparas del espejo del baño que, incrustado en una tablilla que hace las veces de marquesina del espejo, hasta hace un par de semanas, cumplía positivamente con el noble objetivo de iluminar. 

Al ser completamente imposible encontrar un portalámparas que encajara en dicha marquesina, le eché imaginación al asunto y compré dos portalámparas exteriores (más que nada para que las dos bombillas estuvieran instaladas estéticamente de la misma forma), y que atornillaría a la marquesina, para sustituir los interiores que, como ya he dicho, no existen ya en el mercado alternativo.

En mi cabeza todo parece sencillo. Soltar cables de portalámparas A, enchufar a portalámparas B, y por último, atornillar en la marquesina el portalámparas B. En primer lugar, desmonté la marquesina para poder soltar los cables del portalámparas A. Fue sencillo, sólo dos tornillos unían las dos partes de la marquesina. Al separar ambas partes, apareció ante mí un amasijo de cables de diferentes colores. Es entonces, cuando uno se da cuenta de que para algunas labores, no basta con echarle imaginación…

Resultado: un enchufe quemado como consecuencia de haber insertado un cable en la clavija errónea, tras un par de saltos de los automáticos. El espejo se queda definitivamente sin ninguna bombilla utilizable. Paso al plan B… algo más sencillo que el plan original: instalar una bombilla más potente en el aplique del techo del baño. Ahora no tengo bombillas en el espejo, pero la bombilla del techo alumbra la hostia.


Segundo objetivo: arreglar la manecilla, o pomo, puede llamarlo como quiera, de la puerta que comunica el garaje con la casa. La puerta, cerrar lo que se dice cerrar, cerraba, pero abrías cualquier ventana de la casa, y la corriente provocaba que se abriera. Los días en que hacía viento, se abría y cerraba con escandalosos portazos a razón de unas diez veces por minuto.

El diagnóstico inicial, demuestra que el muelle que hace que el resbalón de la cerradura quede fijo e inamovible si no se acciona manualmente la manecilla, se ha roto. Cualquier persona que no le eche imaginación a nada, habría comprado una cerradura nueva. Pero yo, no sé si ya se lo habré dicho en alguna ocasión, tengo imaginación. Así que me imaginé que si desmontaba la manecilla y extraía la cerradura, podría “arreglarla”… 

Y no sólo lo pensé,  si no que además lo hice. Desmontarla, arreglarla descubrí demasiado tarde que no podría sólo con la imaginación. Sólo dos tornillos mantenían la manecilla en su sitio, por lo que no tardé ni medio minuto en desmontarla. Eso fue todo lo que pude hacer. Cuando desmonté la cerradura y fui consciente de que nunca podría arreglarlo, volví a montarlo y resignado… cerré la puerta.

Curiosamente, la puerta se quedó cerrada y no se abrió al darle un pequeño empujón, como sucedía antes de desmontar la cerradura. El problema vino después, justo cuando intenté volver a abrirla. Giré la manecilla… y aquello no se abrió. Y se quedó cerrada mientras, seguramente, se reía del inepto que intentaba abrirla desesperadamente…

Resultado: Puerta del garaje sin cerradura, que ahora permanece abierta a tiempo completo… gracias al método de apertura de puertas cerradas que en su día patentó la policía: la patada.


En definitiva, una manera tan triste como otra cualquiera de despedir el año. Les deseo a todos ustedes un feliz año nuevo.





Pd.: No deje de visitar mi otro blog.


27 de diciembre de 2012

Whiskypedia.

Capítulo 2. La Guillotina.



A pesar de ser más antigüa que otros aparatos algo más modernos, como por ejemplo un PC, un TV de 40 pulgadas o un Iphone, la Guillotina también fue la causa de que muchos hombres perdieran la cabeza. O si lo prefiere, todo lo que está debajo de la cabeza.

Su nombre, como no podía ser de otra manera, proviene de un conocido cirujano de la época, que para mayor delito, también era diputado, y que aconsejó el uso de la letal herramienta a la Asamblea Nacional (que no sé qué demonios debatirían en tan magno lugar para llegar a considerar en serio la propuesta), y que por aclamación unánime convinieron, no sólo en aceptarla, si no además, en recompensar al buen hombre nombrándola con su apellido. Su nombre Joseph Ignace Guillotin (como pueden ver, no se esmeraron demasiado a la hora de buscarle nombre al aparato en cuestión).

Sin embargo, la Guillotina ya había sido inventada con anterioridad, y el aparato homicida ya llevaba varios siglos haciendo de las suyas por toda Europa, pero con diferentes nombres según el país. Enumerar los diferentes nombres por los que se hacía llamar, me llevaría demasiado tiempo, así que si quiere saberlo, vaya a la Wikipedia.

Las autoridades, no sólo le dieron su  beneplácito a tal arma de exterminio, si no que solicitaron sus servicios para, en teoría, disminuir el sufrimiento de los ejecutados… se lo merecieran o no. Quiero decir, se merecieran o no la disminución del sufrimiento, porque se supone que, al menos, merecían perder la cabeza. O si lo prefiere, estaba claro que merecían perder todo lo que iba debajo de la cabeza…

Lo más gracioso, es que el tal Guillotín, no sabía a quién encargar la fabricación del aparato, en su fisonomía tal y como la conocemos en la actualidad. Lógicamente, en Francia aún no había fabricantes de Guillotinas, y tras mucho deliberar y desechar un montón de opciones, algunas de ellas incluso válidas, delegó la enorme responsabilidad en… un fabricante de Clavicordios.

Como puede suponer, un fabricante de Clavicordios, tiene una experiencia a la hora de fabricar Guillotinas tan nula como la suya, pero… el bueno de Tobias Schmidt, alemán además de inteligente, se hizo asesorar por el verdugo de París, Charles-Henri Sanson, que no sabía nada de fabricar Clavicordios, pero de conseguir que la gente perdiera la cabeza, o todo lo que está debajo de la cabeza… entendía un rato.

Dominar el arte de su manejo, no resultó difícil, aunque para ello debieron rodar unas cuantas cabezas antes de que se llegara a la perfección en el corte. Las cuchillas eran tan extremadamente delgadas, que normalmente no pasaban de las tres ejecuciones. En ocasiones, incluso llegaban a doblarse al contacto con el hueso, sobre todo si la cabeza era de un tamaño, por decirlo finamente, cabezón extra.

Su aprendizaje, es aún hoy en día, una asignatura obligatoria en todas las escuelas de psicópatas…





19 de diciembre de 2012

Ser padres.


Ser padre, es cada vez más difícil…

Y no me refiero al hecho de engendrar en sí, si no a todo lo que viene después. Bastante después, más o menos cuando son lo suficientemente mayores como para ir al colegio, pero no lo suficiente como para ser más o menos independientes en sus labores escolares.

Si tiene usted hijos, entenderá perfectamente de lo que estoy hablando. Si no los tiene, seguramente dejará de leer, porque estará harto de que la gente que tiene hijos le hable de sus hijos. Lo entiendo perfectamente. Cuando yo no tenía hijos pensaba como usted: “qué pesado, otra vez hablando de sus hijos”. Pero el día que usted tenga hijos, se acordará de esto… si es que lo lee. Pero usted, que sí que tiene hijos, me entenderá.

Hasta hace bien poco, uno llegaba a casa después de un día de trabajo (porque yo afortunadamente trabajo), y podía disfrutar con sus hijos, jugar un rato con ellos, darles de cenar e incluso bañarles, todo ello con satisfacción. Bueno, seguramente pensará que no todos los días llegaba con el suficiente ánimo como para desempeñar dichas labores, pero así y todo, lo hacía. Y a mí me pasaba lo mismo, no se crea que yo soy raro. Bueno, quizás si que lo sea, pero por otros motivos que no vienen al caso.

Como se suele decir, la satisfacción de ver crecer a los hijos y participar en ello, no tiene precio, por mucho que uno llegue cansado de trabajar y sin humor para berrinches espontáneos.

Además, en la sociedad moderna, se fomenta el diálogo con los hijos y dedicarles toda la atención del mundo, vamos, lo que se conoce como “ser un buen padre”, empresa ésta que secundo de forma entusiasta, y que sin pretenderlo, añade más dificultad a la tarea de ser padre. Porque no todo el mundo sirve para ello, sobre todo si sus hijos le hacen burla y se tapan las orejas, porque no les deja jugar tranquilos con el ordenador o cualquier otro tipo de consola. Vamos, que no le hacen ni puto caso. Y usted intenta dialogar… sin ningún éxito. Pero superamos todas esas dificultades y, más o menos, cumplimos con el objetivo.

Pero es entonces, cuando a algún iluminado se le ocurrió, que los padres también deberían participar en las actividades extraescolares de sus hijos. No, no todos los padres deberían participar en las actividades de sus hijos, si no cada uno en las de sus propios hijos. Y llegadas estas fechas, casi todos los niños, y seguramente también los suyos, sobre todo si tienen menos de diez años, representan en sus colegios alguna que otra obra teatral para regocijo y algarabía de los propios niños.

Y tal participación de los padres, no es otra cosa que fabricar un disfraz para su hijo/a, o como es mi caso hijos/as, que le sirva como vestuario para participar en dicha función. Efectivamente, otra dificultad añadida a nuestra intención de “ser buen padre”. Es decir, trabaja, ayuda en sus tareas escolares, baño, cena y… ser costurero/modista/sastre/diseñador e intentar no jurar en hebreo y no morir en el intento. Todo ello para que sus hijos/as lleguen al colegio, se prueben el disfraz para recibir el visto bueno del “profesor/director de obra de teatro”, y se presente la hija/o, o hijas/os del vecino con un traje diseñado por Dior o por la mismísima Agatha Ruiz de la Prada que le queda divino de la muerte…

Seamos serios. Antiguamente, eso, lo hacían los profesores, lo de ser padre… es otra historia.


Pd.: No deje de visitar mi otro Blog.


   

13 de diciembre de 2012

Conversación.






El otro día, mantuve una conversación a tres bandas, cuanto menos curiosa, con mi yo del pasado y mi yo del futuro. Dicha conversación, aunque es cierto que no recuerdo los diálogos palabra por palabra, transcurrió en los siguientes términos:


Yo- La vida ya no es lo que era hace treinta años…

Yo Pasado- Perdone que le diga, pero hace treinta años, la vida tampoco era lo que había sido.

Yo Futuro- Claro. Y qué os pensáis, que la vida dentro de treinta años ¿será lo que es ahora? Os aseguro que tampoco será lo que es.

Yo- Es posible, pero yo no sé cómo era la vida de hace sesenta años, ni mucho menos cómo será dentro de treinta, así que hablo de lo que he conocido.

Yo Futuro- Lógico, eso no lo sabe nadie. Bueno, quizás Dios si que lo sepa… y Marti Mc Fly…

Yo Pasado- Ahora que lo pienso, yo no sé cómo es la vida de ahora, pero sí sé que lo que estoy viviendo en mi época, afortunadamente es bastante mejor vida que la que vivieron nuestros padres hace treinta años… y supongo que lo que estás viviendo ahora será mejor que lo que yo estoy viviendo…

Yo- Eso es demasiado suponer… Sé que te basas en tu experiencia, pero el hecho de que la vida avance y los tiempos cambien, no siempre significa que mejoren. En ese sentido hemos iniciado un claro retroceso que… sabe Dios en qué terminará. Y quizás también Mc Fly lo sepa…


Para seguir leyendo pinchar aquí.



5 de diciembre de 2012

Modernización.


Aunque no se lo crea, a veces ocurren milagros.

Desde hace siglos, la iglesia se ha encargado de proclamarlos a los cuatro vientos según las escrituras. Y gracias a esas escrituras, somos conocedores de las aventuras y desventuras de los personajes de la Biblia, milagros incluidos. Pero mire usted por dónde, por fin, y después de unos cuantos siglos de monotonía, la iglesia se ha modernizado y, a partir de ahora, tales aventuras y desventuras, milagros incluidos, los podremos seguir a través de Twitter.

La verdad es que ya era hora de que la Iglesia se modernizara un poco. Sólo espero, que dicha modernización, no se quede en ese pequeño detalle y se haga extensible a otros ámbitos. Cierto es que será difícil, ya que sus mandamases no gozan de demasiada imaginación, pero, para eso estamos los demás, para darles ideas.

Como por ejemplo, alguien debería hacerles ver, que no pasaría nada, absolutamente nada, si cambiaran su vestuario. Esos trajes negros, esas sotanas, no les hacen nada de justicia, ni siquiera un poco de justicia divina. Un hombre, por muy cura que sea, debería llevar pantalones para hacerse respetar. Ni qué decir tiene, que los hábitos de las monjas deberían ser más coloridos y sobre todo… más escasos.
 
Tampoco estaría nada mal, que modernizaran el papa móvil, aunque sólo fuera un poquito. Su aspecto empieza a ser el de un coche clásico, y tunearlo con un par de alerones y unas buenas llantas con crucifijos tallados, le darían un aspecto más acorde a los tiempos que vivimos. Además, a las velocidades a las que viaja, siempre circulando entre muchedumbres, no estaría de más que funcionase por alimentación eléctrica. Evitaría que quienes esperan su paso se conviertan en fumadores pasivos…

Modernizar el aspecto de las iglesias tampoco estaría mal, y seguro que los feligreses aceptarían de buen grado, que sustituyeran esos incómodos bancos de madera por confortables sillones acolchados, en los que no se le quede a uno el culo de piedra. Sí, ya sé que con un asiento ligeramente cómodo, la mayoría de ellos se quedarían dormidos, tal y como suele suceder en el congreso de los diputados, pero así, al menos, aprovecharían mejor el tiempo…

Y ya de paso, que coloquen, de una vez por todas, a Jesús vestido y sentado, que de tanto estar ahí colgado, en la cruz medio desnudo, debe de tener dolores en los dolores. Supongo que tendrán miedo de bajarle al suelo. Yo también lo tendría si le hubiera obligado a estar en esa posición todos estos siglos, y encima tuviera los santos huevos de arrodillarme delante de él todos los días a rezar monsergas. Creerán que cuando le bajen de ahí… les dará de hostias. Y es que, una cosa es perdonar, y otra que le tomen a uno por mártir.

Deberían pensarse bien lo de modernizarse, porque si no… cada vez habrá menos gente dispuesta a hacer cola para que le den una hostia.





2 de diciembre de 2012

El vídeo del Domingo.


Tenía un poco abandonada esta sección, vaya usted a saber porqué. Pero si llega a saberlo, le ruego que me lo explique.

Y como no podía ser de otra forma, y dado que tengo la mala costumbre de tener tendencias ochenteras, aquí os dejo una joya de la guapa Belinda Carslile, tan guapa como marchosa, para deleite de quienes la recordamos.

El título lo dice todo: “Leave a light on” (deja una luz encendida). Ni qué decir tiene, que yo la dejo encendido lo que haga falta…










Pd.: Nuevo mes, nueva chica del mes… Y a ver qué le pedís a Mamá Noel…Yo ya me lo estoy pensando.


 

29 de noviembre de 2012

Éxitos.


Es costumbre de los humanos, aunque no sé si es una buena o una mala costumbre, el proclamar a los cuatro puntos cardinales los éxitos cosechados, y yo no voy a ser menos. Quiero decir, que lo proclamaría si alguna vez me diera por cosechar algún éxito…

Por desgracia, tengo la mala costumbre de no ganar nunca nada, o lo que es lo mismo, que mi participación en concursos y demás, pase completamente desapercibida, y se limite a hacer bulto en el número de participantes. Ya se sabe, para que uno quede el primero entre 1.500, tiene que haber otros 1.499 participantes que quedan detrás de él. Pues yo siempre estoy  entre esos 1.499 restantes.

Es una cuestión de solidaridad y compromiso con el resto de participantes, porque si quienes tenemos la mala costumbre de no ganar nunca, no nos presentáramos, sería una birria de concurso. También es una cuestión de falta de sentido del ridículo, pero eso no lo entenderá a menos que lo lleve en los genes como un servidor.

El caso es que, durante semanas, muchos participantes en los Premios Bitácoras hemos sido cansinos hasta la saciedad solicitando sus votos. Los suyos y los del resto de lectores. Y no me parece justo, que después de ser tan cansinos, ahora que dichos premios han finalizado, sólo hablen de ellos quienes han ganado o quienes han cosechado el éxito de ser finalistas.

Es lo que ha pasado en los recientemente finalizados Premios Bitácoras 2012, donde como siempre, quienes han quedado entre esos 1.499 (es un número al azar), hacen mutis por el forro esperando a que nadie se de cuenta de que no han ganado nada. Pero yo no.

Yo, que tengo la mala costumbre de no ganar nunca nada y que no tengo sentido del ridículo, seguiré siendo cansino para comunicarles que este blog que está usted leyendo, y del que seguramente sea asiduo lector, vaya usted a saber porqué, y que en caso contrario no lo leería, finalizó su participación en los Premios Bitácoras 2012 en la categoría Mejor Blog de Humor en el discreto puesto  48… (puede pinchar aquí si le interesa ver los cien primeros clasificados).

Pero no se preocupe, habrá más concursos próximamente. Les mantendré nuevamente informados… porque soy un cansino.


12 de noviembre de 2012

Los sueños, sueños son.



Abrí los ojos.

Estaba en la cama. La cama es uno de esos lugares, en los que habituamos estar cuando abrimos los ojos, sobre todo cuando los hemos tenido mucho tiempo cerrados. Y además estaba tumbado. Es una posición recomendable cuando se tienen los ojos cerrados.

Levanté levemente la cabeza y miré a los pies de la cama. Había, allí de pies, una mujer semi desnuda. Otra mujer semi desnuda, porque a mi lado se encontraba la mía, tumbada en la cama, sí, con los ojos cerrados. Desconocía su nombre, el de la otra mujer semi desnuda, y sigo desconociéndolo, porque su rostro estaba difuminado, y porque lo único que mi boca acertó a preguntarle, fue si estaba allí esperando a que yo abriera los ojos para hacer un trío…

Negó con rotundidad mientras soltaba una sonora carcajada. Me incorporé y eché un pié al suelo mientras exclamaba “!mierda!”. En parte indignado por la respuesta, ya que no encontraba otro sentido a su presencia diferente a la idea del trío… y en parte porque al apoyar el pié en el suelo, pisé algo blando. Al mirarlo descubrí un excremento de animal, bastante voluminoso, cubriendo mi pié desnudo. Volví a exclamar “!mierda!”.

De repente ya no estaba en mi habitación. Estaba en una cuadra bastante mugrienta. La mujer semi desnuda ya no estaba, y su lugar lo ocupaba una vaca que me miraba con los ojos muy abiertos. Inmediatamente deseché la idea del trío, y a pesar de que las ubres de la vaca no desmerecían en absoluto a las de la mujer semi desnuda, salí corriendo de la cuadra…

El contraste de luz me cegó momentáneamente, pero mis oídos pudieron apreciar con total claridad unas palmadas bastante sonoras. Cuando recuperé la visión, aprecié que tales palmadas provenían de unos severos azotes que un hombre, sentado en una silla de espaldas a mí, le estaba propinando a la otra mujer semi desnuda que minutos antes se encontraba en mi habitación, mientras exclamaba: “!dos litros de leche!, ¡solamente me das dos litros de leche!”…

Al percatarse de mi presencia, el hombre se levantó y se dirigió hacia mí, al tiempo que bailaba una extraña danza. Su rostro era deforme y siniestro. Cuando llegó a mi lado, dijo algo ininteligible y de un tirón se quitó una careta, sintiendo como se me helaba toda la sangre al descubrir su rostro. ¡Era Rajoy! Quien ahora, ya sin la careta, repitió la frase que antes no había entendido: “¡Vamos a por los recortes! ¡Vamos a por los recortes!...”, repetía sin cesar. Me indicó que mirara hacia mi izquierda, instándome a que me situara en el último lugar de una fila de gente bastante numerosa. En el inicio de la fila, un cartel rezaba el siguiente mensaje: “INEM”…
 
Aterrado, miré hacia atrás con la intención de regresar a mi habitación/cuadra, pero ya no estaba allí, y en su lugar estaba el congreso de los diputados, adornado con una vaca a cada lado de las escaleras, tumbadas y con los ojos cerrados.  Corrí escaleras arriba, y al abrir la puerta, apareció ante mí un parque de atracciones. Había una llamativa noria que daba vueltas sin parar, en cuyos vagones, viajaban unos diputados enanos que me tiraban lonchas de jamón de jabugo.

Por supuesto no desperdicié tan suculento regalo, y al agacharme a recogerlo, noté cómo algo intentaba profanar mi agujero trasero causándome un punzante dolor… Me incorporé como un resorte y al girarme, descubrí con asombro, que se trataba de la otra mujer semi desnuda provista con un arnés fálico… Su rostro ya no estaba difuminado…!era la Cospedal!...

Como pude y a toda prisa, crucé el congreso y atravesé una puerta que encontré en un rincón. Accedí a una sala completamente oscura, donde  incontables voces repetían mi nombre, mientras hábiles manos recorrían mis bolsillos buscando algo… De repente se oyó una voz que gritaba: “Ya la tengo, ya la tengo”… Eché mi mano al bolsillo trasero y mi cartera había desaparecido…

Maldiciendo en arameo, salí de aquella habitación. Ya no estaba la noria. Tan sólo había una mesa en el centro, donde un hombre trajeado me invitó a sentarme. Con total naturalidad me ofreció un crédito personal con un tipo de interés “relativamente bajo” para que pudiera recuperar mi cartera… ¡vacía!



Abrí los ojos… Inconscientemente dirigí mi mano a mi agujero trasero. Descubrí con alivio que no lo tenía dilatado…


 

8 de noviembre de 2012

Personaje a examen.



Capítulo 14. James Bond.




Nuestro personaje de hoy, más conocido por su apodo 007, es famoso por coleccionar aventuras de todo tipo, tanto bélicas como amorosas. Y normalmente sus aventuras bélicas suelen ir acompañadas de aventuras amorosas.


Su estandarte es la elegancia, hasta el punto de que, se meta donde se meta y haga lo que haga, siempre está en perfecto estado de revista, resultando un enorme misterio, para todos los científicos, el secreto de la pulcritud de sus trajes. Hasta donde un servidor conoce, vive sólo, y por lo tanto, el planchado de sus trajes es de autoría propia porque ninguna tintorería le ha reconocido a día de hoy como cliente.


La pulcritud de su pelo, siempre perfectamente peinado a pesar de los muchos revolcones dentro y fuera de la cama, los muchos chapuzones y los muchos saltos y cabriolas que realiza diariamente, también ha sido objeto de estudio por peluqueros de la talla de Llongueras y Rupe, no habiendo encontrado una gomina capaz de soportar tales situaciones.

A pesar de vivir sólo y no tener ni domicilio fijo ni una pareja reconocida, como ya he dicho más arriba colecciona aventuras amorosas, por lo que nunca le falta un techo donde cobijarse ni unas sábanas en las que calentarse. Además, es un gran especialista en abandonar mujeres en su lecho, habilidad esta que adquirió por miedo a que le cobraran alquiler o por miedo a que le obligaran a hacer la cama, vaya usted a saber…

El caso es que es un personaje, que va por la vida haciendo lo que le viene en gana, sin preocuparse más que por su inmaculado aspecto, tener cargada la pistola, y… decidir en la cama de quién va a dormir… o lo que sea. Y todo ello porque tiene licencia para todo, incluso para matar a todo bicho viviente que ose intentar despeinarle…, aunque todos sepamos que es imposible despeinarle.


Aunque la mayoría de las veces, no necesita matar, porque al mismo tiempo que es un especialista en escaparse de las camas de sus amantes, también es especialista en escaparse de los maleantes que intentan despeinarle. Para ello dispone de un coche un tanto especial, que además puede cambiar cuando lo necesita. Son coches que no están a la venta en los concesionarios habituales, y ríase usted de los coches de alta gama, porque esos no llevan misiles ni los avances tecnológicos de los que dispone el car-bond de turno.


Podría contar más cosas sobre James Bond, pero eso… es otra historia.  


2 de noviembre de 2012

Me niego!!!


Este año no.



Este año me niego enérgicamente a escribir sobre Halloween. Ya lo hice hace dos años aquí, y el año pasado aquí. Curiosamente en ambas ocasiones lo hice por estas fechas, justo cuando se celebra Halloween.

Porque ahora Halloween no es sólo una fiesta americana, no, también es una fiesta española celebrada por los españoles, justo el mismo día que la celebran los americanos. Pero me niego a escribir de ello… otra vez.

Si tuviera algo nuevo que contar sobre ello, lo haría, pero como todo ha sido igual que años anteriores, ya está todo dicho. Sí, además, el disfraz que utilicé fue el mismo que los años anteriores sin el más mínimo matiz que lo diferenciara. Y además, las inclemencias climatológicas sufridas, también fueron las mismas, así que me niego en rotundo a volver a escribir otra vez sobre el tema, no quiero ser cansino…

Ni tampoco voy a publicar una ridícula foto en la que se vea a un servidor vestido de tal guisa, en parte porque ya lo hice el año pasado, justo por estas fechas en las que se celebra Halloween, y en parte porque no quiero asustar a nadie (ya me asusté yo mismo bastante al mirarme al espejo y es una experiencia que no deseo ni a mi peor enemigo)…

Así que no voy a escribir sobre ello, no quiero aburrir al personal. Además, ya lo ha hecho más gente en sus blogs...


Pd.: Pero como todos los años por estas fechas, que curiosamente coincide con el cambio de mes, otra curiosidad de Halloween (que sea el día 31), si tengo que anunciar que: nuevo mes, nueva chica del mes…



29 de octubre de 2012

Aves Nocturnas.


Seguramente, usted piense que, adentrarse en el monte cuando ya ha anochecido, sea una auténtica locura… Yo también lo pienso. Y no sólo lo pienso, si no que además lo he hecho…

Ahora, posiblemente, usted piense que tenía un buen motivo para hacerlo. Se equivoca, porque no sólo no tenía un buen motivo para hacerlo, si no que además no tenía ningún motivo. Y se preguntará entonces porqué lo hice. Yo también me lo pregunté. ¿La respuesta?... dos amigos descerebrados con ganas de hacer locuras, y otro descerebrado, quien esto escribe, que les sigue con los ojos cerrados, aunque no haga falta cerrarlos, porque de noche, en el monte, se ve más bien poco…



El único objetivo de la caminata nocturna, de aproximadamente unos doce km., ida y vuelta… era andar un poco y alcanzar un poco de diversión nocturna. Y lo hicimos rodeados de muchos árboles, setas multiformes de nombres impronunciables, sonidos extraños, más árboles, ranas en las charcas que se cruzaban en nuestro camino, más setas, sonidos aún más extraños, y… oscuridad.

Seguramente, usted esté pensando que tal cúmulo de circunstancias, pueden llegar a crear cierto desasosiego, canguelo o yuyu en aquel que se ve envuelto en tal situación. No se equivoca. Sentí desasosiego, canguelo y yuyu, en ese mismo orden, desde el primer paso que di. Sí, lo reconozco, tales sensaciones, no sólo habrían disminuido, si no que habrían desaparecido de ipso facto, si hubiera llevado al hombro un Kalashnikov en lugar de un bastón, pero… no tengo licencia de armas.

Y le aseguro que, por mucha oscuridad que hubiera, debíamos de llamar bastante la atención gracias a los frontales que llevábamos instalados en la frente, cual minero adentrándose en el pozo, que alumbrar no alumbraban mucho, pero llamar la atención lo hacían un rato. Claro que sólo debimos llamar la atención de especies animales varias ocultas, porque no encontramos rastro de seres humanos en todo el trayecto. Lógico, a esas horas se está muy a gusto en casa haciendo lo que a uno le venga en gana, y no comiéndose un bocadillo sentado en una piedra, en medio de la oscuridad. Porque la oscuridad no es mala, no, pero oscura lo es un rato…

Y no sé a usted, pero a mí la noche me confunde. Seguramente a propósito. Y le aseguro que sólo había bebido un poco de Aquarius, por el qué dirán, pero aquellos ladridos de perro sonaban como si les tuviera pegados al culo. Pero no, me giré y no estaban allí. Es más, no tengo ni pajolera idea de dónde estaban, y ni siquiera hice el más mínimo ademán de intentar acercarme a averiguarlo. Pero el caso es que, en el monte y sobre todo de noche, el sonido se propaga a velocidad de vértigo, vamos, muy rápido. Lo suficiente como para confundirte y hacerte echar a correr por el ladrido de un perro que está a 2 ó 3 kilómetros de distancia…

Afortunadamente, nada nos impidió llegar a la cima y disfrutar de unas vistas espectaculares. No, al frente no, ya le he dicho que estaba todo muy oscuro, porque la oscuridad, sobre todo de noche, es muy oscura, si no mirando hacia arriba. Seguramente piense que exagero si le digo que allí arriba había dos millones de estrellas… Pues se equivoca. Así a ojo no sé calcular, pero seguro que eran más. Así que pude disfrutar, de la compañía de las luces luminosas de la osa mayor, la menor, de Kassiopea, de Saturno y de las luces luminosas de un avión que volaba bajo…

Es lo que tiene la oscuridad además de ser oscura: a más oscuridad, más belleza tiene la luz…


Pd.: Se lo recomendaría fervientemente, pero… ¿de verdad le haría caso a un loco capaz de hacer algo así?...


 

22 de octubre de 2012

Nueva sección.


Comienzo hoy una nueva sección del blog, y van…

Sí, quizás demasiadas, pero resulta que nuestro mundo tiene mucho de lo que hablar. Bueno, quizás mi mundo no sea el suyo, y el suyo no tenga tanto de qué hablar. Pero el mío sí, así que ahí va… nueva sección: La Whiskypedia.

No, no es nada nuevo, no quiero adjudicarme la autoría de nada, y el hecho es que, dicho término ya existe, y si lo pongo en práctica es porque lo he leído por ahí. Eso sí, no me pregunte dónde, porque mi memoria no da para tanto. El caso es que en esta sección, les explicaré, o al menos lo intentaré, el origen de algunos vocablos y, ó, u expresiones, que todos utilizamos con asiduidad en nuestro vocabulario. Al menos en el vocabulario de mi mundo, en el suyo no sé… Doy por inaugurada la sección con el primer capítulo:

Whiskypedia. Capítulo 1. (Vale, sí, ya sé… no soy muy original con el título. En mi mundo da igual ser original que no serlo…).

La Hamburguesa.

Todos sabemos lo que es una Hamburguesa (lleve o no lleve salsa mahonesa), así que no voy a perder el tiempo en explicar lo que es… ni tampoco lo que parece. Más que nada porque es lo que parece y parece lo que es,  y al igual que el algodón, la Hamburguesa no engaña… Ni tampoco engorda, quien engorda es quien se la come…

Cuando escuchamos el término “Hamburguesa”, inevitablemente una imagen nos vienen a la cabeza: una fornida mujer nacida en Hamburgo. No una mujer delgadita nacida en Hamburgo, no, una mujer entradita en carnes nacida en Hamburgo. Y mire usted que esas cosas no pasan por casualidad, en absoluto…

Pasan por algún motivo tan especial como particular, y no es por la lechuga, ni por la cebolla, no. Tampoco es por las grasas que ambas tienen en común, aunque eso tendría bastante sentido… Es todo mucho más sencillo que eso, y agárrese para no caerse de la impresión, porque la única razón por la que relacionemos el término “Hamburguesa” con una señora entradita en carnes nacida en Hamburgo es… ¡¡porque ambas provienen de Hamburgo!!

Sí, como lo oye… Eso dice la historia. Aunque la historia a veces, sólo a veces, ante la falta de datos que lo confirmen, utiliza referencias que, aunque no son totalmente erróneas, sí que son las primeras y son utilizadas como primeras referencias. Y este es el caso, ya que se dice que provienen de Hamburgo, porque dicha ciudad fue el primer lugar, con nombre pronunciable, en el que fueron engullidas. Sí, probablemente por alguna mujer entradita en carnes nacida en Hamburgo. Pero la realidad es bien distinta…

Y aunque la historia de la Hamburguesa no ha cambiado mucho en los últimos cinco siglos y pico, resulta que hoy en día, relacionamos a quien come habitualmente Hamburguesas, con un animal o bestia, y como ya he dicho un poco más arriba, estas cosas no pasan por casualidad. No, pasan por algún motivo y, mire usted por dónde, resulta también que sus primeros consumidores, hace ya más de quinientos años, eran unas verdaderas bestias o animales: los Tártaros. Ellos fueron sus verdaderos creadores, aunque no quiero ni imaginarme cómo demonios hacían para picar la carne…

Como todo el mundo sabe, ellos, los Tártaros vivían perdidos en los montes, y la historia, vaya usted a saber porqué, no quiso bautizar a la “Hamburguesa”, con el nombre que realmente deberían de haberla bautizado: “Montesa” (el único motivo que se me ocurre es que no quisieron plagiar a la conocida marca de motos), y por eso tomó el nombre de la primera ciudad en la que se localizó dicha vianda.

Podría contar más cosas sobre la Hamburguesa, como su composición y preparación, pero eso… que lo haga Argiñano.




14 de octubre de 2012

Sobre lo Humano y lo Divino.


Los amigos del Blog “Sobre lo Humano y lo Divino”, han tenido el bonito detalle de nominarme a los premios “Mejor Blog Humano y Divino”, organizado por ellos mismos. Y no se queda ahí la cosa, si no que además, me han invitado a escribir un post en su blog… 

Que Dios les pille confesados, porque a pesar de estarles enormemente agradecidos,  no me hago responsable de las consecuencias que ambos hechos puedan ocasionar en su reputación, que uno, dentro de su notoria incapacidad para escribir cosas coherentes, hace lo que puede y no tiene culpa de ello. Bueno, igual uno si que tiene algo de culpa, pero tampoco vamos a ser tan quisquillosos…

El caso es que dicho post, ya está publicado, y pueden ustedes leerlo, por supuesto si quieren, pinchando aquí mismo, o aquí, como mejor les parezca. Así, de paso, podrán conocer al blog “Sobre lo Humano y lo Divino” y lo que sus miembros escriben. Quiero decir, lo que escriben sus componentes, porque no creo que sus miembros tengan la capacidad de escribir…

No se lo pierdan, el blog merece toda su atención. Que ustedes lo disfruten tanto como yo.



9 de octubre de 2012

¿Fiel?


¿Qué es ser fiel?

Sin lugar a dudas, una buena pregunta, de fácil respuesta. Ser fiel, es, ni más ni menos, que… una intención. Y no sólo eso, si no que además es una buena intención. Y a veces, incluso se convierte en un hecho. La fidelidad es una cualidad que normalmente manejamos en el ámbito referente a la pareja, pero lo cierto es que todos, incluido usted, le somos fieles a muchas otras cosas aparte de a la propia pareja. En ocasiones más que a la propia pareja…

No, no me mire con esa cara, porque estoy seguro de que usted, a lo largo de su vida, no sólo ha tenido la intención de ser fiel a algo, si no que me atrevo a asegurar que ha conseguido convertirlo en un hecho. Y además lo ha conseguido con infinidad de cosas, desde su más tierna infancia… Corríjame si me equivoco, y si acierto dígalo también caramba…

Echándole un poco de imaginación, sólo un poco, diría que usted no sólo tuvo la intención de ser fiel, si no que además le fue fiel, a su bicicleta, a su goma de borrar favorita, a las galletas chiquilín, a Brigitte Bardot, a Super Ratón, a las croquetas caseras o a su póster de Miguel Bosé… Sólo es un ejemplo, no se me altere.

Dicen por ahí que la verdadera fidelidad, es para siempre… Nada más lejos de la realidad, ya que si así fuera, no existiría la infidelidad. Y, o mucho me equivoco, o me temo que estoy en lo cierto, si afirmo que usted también ha sido infiel. Infiel a su bicicleta, a su goma de borrar… y a su póster de Miguel Bosé…

Durante un tiempo, le brindó fidelidad a un montón de cosas, sobre todo mientras que éstas llenaron su vida en algún sentido, por decirlo de alguna manera (puedo entenderlo todo menos lo de su póster de Miguel Bosé…)…  Pero por desgracia, o por suerte, que nunca se sabe, la fidelidad dura sólo hasta que ¿se termina?...

No, en realidad, la fidelidad nunca se termina. Ya, ya sé que más arriba he dicho que la fidelidad no es para siempre… Me explico. La fidelidad es como la energía, no se destruye, se transforma, y lo que un día era fidelidad a la bicicleta, se transformó en fidelidad a la motocicleta… y después al coche. Y después a otro coche. Y después a otro coche. Y después al taca-taca… Y con ello se crean infidelidades colaterales, que son tontamente ignoradas.

Créame, por muy fiel que se considere usted, si algo deja de llenar su vida, dejará de disfrutar de su fidelidad, y ésta, su fidelidad, se irá con un póster de Camilo Sexto… o con las croquetas de Findus (da igual que sean de jamón o de pollo…). No le dé más vueltas, porque estoy seguro de que ni siquiera conseguirá ser fiel a usted mismo… En realidad, usted sólo le será fiel… a su equipo de fútbol, baloncesto, petanca o cualquier otro deporte que le guste, por muchos disgustos que le proporcione.

Si se diera el caso, de que usted no le sea fiel a su equipo favorito, a aquél que le gustaba de pequeñito, a su equipo de toda la vida… usted no le será nunca fiel a nada y no será más que un caso perdido…

Yo, de momento, seguiré siendo fiel a mis tonterías…



1 de octubre de 2012

Hacer el Indio...


Aunque no se lo crea, soy una persona que está bastante acostumbrada a hacer el indio. Y no sólo eso, si no que además disfruto con ello…

Claro que, además, hay ocasiones en las que uno se ve obligado a hacerlo... A hacer el indio, me refiero, a eso que está usted pensando no hace falta que me obligue nadie, si no más bien todo lo contrario. Y a veces, sólo a veces, se lo ponen a uno en bandeja, y no desaprovecha la ocasión. Sigo refiriéndome a hacer el indio, no se me confunda.

Y eso es lo que me pasó el mes pasado en las fiestas de mi pueblo, en una de las romerías que se celebraron. Sí, una romería de esas que suelen hacer, sobre todo en los pueblos, con barra de bar plegable en cualquier plazoleta, y donde la gente baila pasodobles, rumbas y temas de distintos estilos folklóricos, todo ello guiados por una orquesta de calidad variable, según el presupuesto destinado a tal menester.

Pero en la actualidad, no sé si por la crisis o porque es la nueva moda romera, o si por la moda romera está en crisis, en muchas romerías se ha sustituido a la típica orquesta, de calidad variable, por un DJ con portátil en ristre (lo bueno que tiene este invento es que los cantantes no pierden la voz a la quinta pieza…). En dicha romería, el presupuesto era pequeño, más bien un tanto escaso, por lo que fue amenizada por música bastarda, es decir, música de portátil…

Hasta ahora, la romería de mi pueblo, no se salía en absoluto de lo normal. Cervecitas en el bar desmontable, bailes con más o menos acierto dependiendo del número de cervecitas ingeridas y todo lo que ello conlleva. La particularidad de las romerías de mi pueblo, es que de las tres o cuatro que hacen cada año, una de ellas, es temática. No, no tiene nada que ver con que el repertorio musical sea temático, ni con que la bebida del bar desmontable lleve un patrón preestablecido. No, se trata de la vestimenta. Vamos, que dicen romería hippy, y todos con el plus al salón. Este año, tocó romería del Oeste…

Y allí que me presenté. Aunque en realidad, quien se presentó fue “Zorrosediento”, quien portaba de su brazo a su amada esposa “Pequeñocolibrirevoloteante”, los auténticos jefes de la tribu de los “Ahoratejodes”… Y eso sí que es hacer el indio, y si no vean:




La noche resultó de lo más amena. Entre otros actos, cantamos el grito de guerra, hasta que nos quedamos sin  voz, y nos pusimos a fumar la pipa de la paz con el Sheriff del otro lado del colorado (más que nada porque se puso colorado), aunque aquello tiraba menos que un cigarro mojado, y me quedé con alguna que otra cabellera colgando de mi mano, entre ellas la mía, que no veáis cómo picaba. Porque por más que busqué por internet, no encontré datos acerca de ningún indio calvo. Los más cercanos los hurones, pero su peinado era demasiado difícil de conseguir…


No hubo whisky, porque dicen que es la bebida de los rostros pálidos, pero bebí la suficiente cerveza como para pedirle al DJ que pusiera la danza de la lluvia…, me miró con tal cara que tuve que escapar a toda prisa a lomos de mi caballo…



Pd.: Las trenzas no me las hice yo…
Pd.: La nueva chica del mes no es india…


26 de septiembre de 2012

Descendiendo.


Sé lo que me va a decir. Que soy un cansino. Y si no lo dice, seguro que lo piensa. No se preocupe, en realidad yo también pienso que soy un cansino, lo sé…

Y si no me lo digo a mí mismo es porque uno queda como un tonto cuando habla consigo mismo. Es otra de mis malas costumbres. No, no se equivoque, no me refiero a que tenga la mala costumbre de quedar como un tonto (que también la tengo), si no a la mala costumbre de ser cansino.

Pero tengo que serlo, mire usted. Porque como bien sabe, gracias a mi mala costumbre de ser cansino, participo en los Premios Bitácoras en la categoría de Mejor Blog de Humor, y tal y como todos los pronósticos auguraban, la participación está resultando un tanto, digámoslo finamente, descendente, en lugar de ser una participación ascendente, tal y como cualquier participante desearía. Porque creo que pasar del puesto 22 al puesto 31 es una trayectoria descendente, y como también tengo la mala costumbre de no usar paracaídas, posiblemente termine sin puesto… y con lo puesto.

Mi escasa sagacidad, me lleva a la conclusión de que este hecho descendente puede estar producido por varios motivos. Seguramente sean innumerables los motivos, pero yo me voy a quedar con dos de ellos:
Motivo A: Este blog de humor no tiene ni pizca de gracia y usted piense que no merece ser votado en la categoría de Mejor Blog de Humor. Posiblemente ese sea el principal motivo, pero entonces… ¿Qué hace usted leyendo esto?

Sin embargo, voy a ser optimista, tremendamente optimista, y voy a pensar que a usted le hace gracia lo que escribo, y que incluso llega a reírse mientras lo lee. Siendo optimista, sólo me queda un motivo por el que este blog lleva una trayectoria descendente:

Motivo B: Este blog gusta y hace reír a la gente, pero… no votan correctamente o no aciertan a votar, o simplemente se agobian con los pasos que hay que seguir para votar.

Hay un hecho que me crea una duda bastante grande. En todos los post que escribo, al final del post hay un icono para votar al post en Bitácoras. Si usted ha querido votarme en los Premios Bitácoras y ha clicado ahí con dicho propósito, está votando erróneamente, ya que ese icono es algo así como el “me gusta” del Facebook, y no representa ningún voto que contabilice en los Premios Bitácoras. Digo esto, porque me ha extrañado mucho que mi último post recibiera nada menos que 23 votos, tal y como podrá comprobar si se toma la molestia de comprobarlo, cuando lo normal es que cualquier post de los escritos anteriormente no pasen de 4 ó 5 “me gusta”…

Si usted quiere votarme, hágalo clicando en la imagen que está en la barra lateral derecha en lo más alto del blog y que es como ésta:

Votar en los Premios Bitacoras.com

Después sólo tiene que seguir los pasos que le indican pacientemente. Además, si tiene cuenta de usuario en Bitácoras.com, podrá votar una vez, si tiene cuenta de usuario en Facebook, podrá votar por segunda vez… y si tiene cuenta en Twitter podrá hacerlo por tercera vez. Es legal, no se preocupe, y los blogs clasificados por encima de mí, puede estar seguro de que también lo hacen.

Dicho esto, les prometo que, me vote o no me vote, intentaré quitarme la mala costumbre de ser cansino… y al menos eso espero que sí le haga gracia.


23 de septiembre de 2012

El Vídeo del Domingo.


Los sueños a veces se cumplen…  Aunque no llegan porque sí.

Con trabajo, con mucho trabajo e ilusión, y a poco que le acompañe la suerte, uno puede llegar a ver cumplido su sueño. Ir sobrado de talento hace el resto…

Esto es lo que les ha pasado a los componentes del grupo NUMABELA, que tras muchos ensayos, conciertos y viajes, han visto como todo ese esfuerzo empieza a dar sus frutos. No es la primera vez que os hablo de ellos en esta sección, y seguramente no será la última porque, dada su progresión, estoy seguro de que enseguida oiréis hablar de ellos en otros medios.
   
Su buen hacer les sirvió para ganar el primer premio el festival “Sarmiento Folk Rock” en La Seca (Valladolid). El premio consistía en la grabación de un Video-clip. El rodaje tuvo lugar en el Castillo de Iscar, también en Valladolid, y contó con la aparición estelar del cantante de Celtas Cortos, Jesús Cifuentes. Familiares y amigos colaboraron como extras en una bonita aventura (que por desgracia me perdí), y que ahora, gracias a la tecnología, todos podemos disfrutarlo.

Chicos, vuestros seguidores nos sentimos muy orgullosos de vuestro trabajo y os animamos a que continuéis por la misma senda. ¡ARRONTI NUMABELA!...







20 de septiembre de 2012

Duda existencial.


Desde que tengo uso de razón (hecho que aconteció hace aproximadamente una docena de años), tengo una duda existencial: Los pecados capitales… ¿de qué país son capital?...

¿Usted tampoco lo sabe?... Me lo imaginaba, nadie ha sabido darme una respuesta, así que no se martirice pensando que es un inculto. Está usted al mismo nivel de intelecto que el resto de los mortales. Al menos en lo que al tema se refiere…

Pero yo, que tengo la mala costumbre de hacerle caso a mi médico, seguiré sus instrucciones. Las instrucciones de mi médico quiero decir, no las suyas. Me ha dicho que haga ejercicio, así que he hecho un ejercicio de imaginación y he intentado situar a cada Pecado Capital como capital de un país… y ese es un asunto de una importancia capital. Las conclusiones son bastante complejas a la par que variopintas:

1-  AVARICIA.-  La Avaricia es tan cara, que sólo los ricos la tienen. Y… ¿en dónde hay más ricos por metro cuadrado?... Mónaco. Aunque sólo sea un principado, podemos considerarlo como país y se merece tener una capital como Dios manda: Avaricia.

2-  GULA.-  Por mucho que nos empeñemos en negar la evidencia, y tal y como dicen por ahí, la Gula… es del norte. Y si es fresquita mucho mejor. Creo que todos coincidiremos en que la Gula… es la capital de Alaska.

3-  SOBERBIA.-  Aquí tengo serias dudas. Más que nada, porque el país con el que la Soberbia haría buenas migas, se diluyó no hace mucho en varios países. Cualquiera de ellos podría ser el afortunado, así que no me ha quedado más remedio que deshacer el empate de la forma más honesta que se me ocurrió: que las dos palabras (país y capital) hagan juego y queden bien la una al lado de la otra. Soberbia es la capital de… Serbia.

4-  IRA.- La Ira viene precedida de un enfado. Un rostro enrojecido, las venas del cuello a punto de reventar, palabras malsonantes que se convierten en gritos que arrastran restos de saliva…, ciertamente representa una imagen acojonante. ¿Y qué nos sugiere?... Está claro, la Ira es la capital de Alemania.

5-  ENVIDIA.-  Todos hemos sentido envidia alguna vez, y quien diga lo contrario, miente. Ahora bien, si la envidia es sana, no es pecado. Pero cuando la envidia es enferma, o insana si lo prefiere, es pecado de toda la vida. Y ¿en qué país hay más envidia? O mejor dicho, ¿en qué país nos tienen más envidia?…  Lo siento por París, pero la capital de Francia es la Envidia.

6-  PEREZA.-  La Pereza casi siempre, por no decir siempre, suele desembocar en un claro cuadro de vagancia galopante. Vamos, que un vago suele ser además bastante perezoso y, entre otras vagancias, aprovecha la más mínima oportunidad para echarse una cabezadita, lo que vulgarmente llaman por ahí “siesta”… Sí, amigos, la Pereza sería la capital de España.

7-  LUJURIA.-  Sin lugar a dudas es el pecado que más me gusta, más que nada porque me da gustirrinín…  Y además es el que más adeptos tiene. Sería injusto para todos situarla en un solo país, así que… la Lujuria es la capital mundial.

No quiero ser avaricioso, así que si alguien tiene envidia,  cree que la soberbia me ciega, y piensa que alguno de los pecados capitales debería ser la capital de otro país, que no le de pereza, dígalo, no vaya a ser que explote a causa de la ira por no ser escuchado. Está en su pleno derecho… si la lujuria de contemplar a la chica del mes no se lo impide.


A mí, qué quiere que le diga, me voy a cenar porque todo esto me ha dado una gula insoportable…


Pd.: ¿Cómo? ¿Qué aún no me ha votado en los Premios Bitácoras?... ¿Y a qué espera? ¿A que haya un octavo pecado capital?...



10 de septiembre de 2012

Armas de Mujer.II


Como su propio nombre indica, continuación de Armas de Mujer.



Como le iba diciendo, las mujeres tienen un amplio abanico de tretas para anular su voluntad y, con ello, su poder de decisión.  Si es usted mujer seguramente tenga dibujada en la cara una media sonrisa cargada de ironía… Disfrútelo, en su caso yo haría lo mismo. Y no sólo eso, si no que además estaría todo el tiempo acariciándome, pero me ha tocado ser hombre, así que me conformaré con no hacer ninguna de las dos cosas.

Y si usted es hombre, como yo, coincidirá conmigo, además de en acariciarse todo el tiempo, en que resulta complicado, a la par que cansino, luchar contra armas tan eficientes.

Una de las armas más poderosas utilizadas por las mujeres, es el exhibicionismo. Su ropa y su cuerpo están diseñados para el exhibicionismo constante, sin que ni siquiera ellas mismas se lo propongan. Si se lo proponen puede llegar a ser escandaloso, pero igualmente agradable a la vista del hombre. Un canalillo generoso o una minifalda que muestre más de lo aconsejable siempre serán bien recibidos. ¿Conoce usted a algún hombre que se sienta ofendido por obtener la visión fugaz de la ropa interior de una mujer?  Yo no. Si usted lo conoce, preséntemelo para poder llamarlo tonto.



Sí, es cierto, nosotros también podríamos intentar algo parecido, pero somos pánfilos ¿recuerda?, y además está mal visto. No por usted, ni por mi, no, si no por las propias mujeres. Podríamos pensar que ellas no disfrutan tanto visualmente, porque, por lo general el cuerpo del hombre no es tan sensual ni insinuante como el de ellas, pero caeríamos en un tremendo error. Su cuerpo, el de usted, podría ser igualmente sensual. Para ellas, no para mí, no se confunda, pero la realidad es que, si ellas se muestran contrarias a nuestro exhibicionismo, es únicamente para que no utilicemos sus propias armas.

Y para asegurarse de ello, se han garantizado que la lencería utilizada por unas y por otros, sea diametralmente opuesta. Tanto que, mientras una hipnotiza, la otra repele. Se ponga usted lo que se ponga, le dejará en evidencia, y salvo que sea usted metrosexual, cuando muestre su ropa interior a una mujer, ésta, por lo general, no sólo apartará la vista, si no que además dará un gritito de desaprobación ante tal desvergüenza… Como ve, no tenemos muchas posibilidades de contrarrestarlo y tal desventaja le resultará insalvable… si es usted hombre. Sólo en un mundo perfecto, en el que todos fuéramos perfectos, encontraríamos una posible igualdad.

Y voy más lejos. No, no se confunda, sigo en el mismo sitio, pero voy más lejos en mi reflexión: ¿realmente es necesaria la lencería?... Si es usted mujer, seguramente lo considere de vital necesidad, lógico, teniendo en cuenta que forma parte de su arsenal para utilizar a favor de sus intenciones. Si es usted hombre, seguramente tenga dibujada en la cara la misma media sonrisa cargada de ironía que yo…

Disfrútelo, la imaginación es libre, y a imaginar, sí que nos encontramos en igualdad de condiciones...