Ahora que han terminado las fiestas navideñas, culminadas
con el día de Reyes, queda en mi mente el poso de los regalos entregados y
recibidos ese día.
Un poso que, vaya usted a saber porqué, me ha llevado a
divagar vagamente, sobre la evolución que sufren los regalos entregados y
recibidos dentro de la pareja. No sólo los regalos de Reyes, si no todos los
regalos en general, sea por cumpleaños, aniversarios y, o, u, días de San
Valentínes varios.
Y he llegado a la conclusión, no sé si acertada o no, de que
dicha evolución va en consonancia con la evolución sufrida por la propia
relación de pareja. Podríamos pensar que, dada la crisis actual, la calidad de
los regalos se ha visto afectada, en la misma medida que ha disminuido la
capacidad adquisitiva. Pero me consta que, independientemente de la capacidad
adquisitiva, la calidad de los regalos, continúa dependiendo en gran medida, de
la fase en la que se encuentra la relación de pareja. Si hacemos una
clasificación de regalos, podríamos catalogarlos en base a las siguientes
fases:
Fase 1: Allá cuando el amor empieza a despuntar en una
relación recién iniciada, pero aún desconfiamos de la duración de la relación.
Y puestos a desconfiar, no accedemos a gastar demasiado por… porque no vaya a
ser que nos dejen con un palmo de narices y se lleven consigo un regalo
cojonudo, así que nos limitamos a regalar artículos económicos como un disco,
un libro o una camiseta.
Fase 2: Allá cuando, transcurridos unos cuantos meses, el
enamoramiento llega a su momento más puro, cuando tenemos la casi certeza de
que esta/e ya no se nos escapa, salvo accidente doméstico, y consideramos que
es hora de echar el resto. Ahí es cuando el enamoramiento nos hace perder la
cabeza y olvidarnos de que nuestro bolsillo tiene fondo, predominando los
regalos caros, regalos que deslumbran y que se muestran a todo el mundo para
indicar que todo va en serio, regalos tipo joyas, relojes…
Fase 3: Allá cuando a punto de contraer matrimonio, o de
recién contraído, y una vez regalado
todas las joyas y demás artículos de lujo del mundo, aún nos dura ese echar el
resto y pasamos a regalos de disfrute más personal, personalizado en artículos
tecnológicos, del tipo cámara de fotos, móviles, ordenadores, consolas de
juegos… que suelen combinarse con regalos, aún más personales como por ejemplo…
ropa y lencería.
Fase 4: Allá cuando, tras dos o tres años de matrimonio en
los que ha empezado a llegar descendencia, y tras haber agotado el repertorio
de entretenimiento tecnológico y la lencería rebosa los armarios donde es
olvidada tontamente, continuamos con regalos de los llamados “regalos útiles”
del tipo secador de pelo, maquinilla de afeitar o cortar el pelo eléctrica, despertadores…
Fase 5: Allá cuando volcamos toda nuestra economía en
regalos para la descendencia, dejando para la pareja regalos aún más útiles del
tipo de pijamas, colonias, zapatillas, kitt variado de afeitado, bufandas,
guantes, paraguas… y en definitiva, todo aquello que se puede encontrar en
mercadillos y que no supone un gran desembolso económico.
Fase 6: ….aún no he llegado a ella y espero tardar mucho en
llegar, porque dada la evolución de los regalos, al final sólo me tocará pagar…
Estas son las fases por las que atraviesan los regalos,
siempre en base a mi propia experiencia y en la de los que me rodean… Juzgue
usted si son correctas, quizás su experiencia dicte otra evolución.
Pd.: Nuevo mes… nueva chica del mes.
Esstoy de acuerdo con su análisis del tema y, por haber pasado ya de la faase 6 y sucesivas, le adelanto que la costumbre del regalo termina extinguiéndose por completo por acuerdo mutuo.
ResponderEliminarMe temo que como no se acabe la crisis rápidamente esa fase llegará mucho antes de lo previsto...
EliminarSaludos.
Una fase....no se regala nada, ni por equivocación
ResponderEliminarSi, evidentemente, hay fases de todo tipo, fases personalizadas que se llaman...
EliminarSaludos.
Nosotros estamos en una fase en la que directamente nos preguntamos qué queremos y vamos a tiro hecho. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarEsa es la fase "voy a lo seguro" y puede ir combinada con cualquiera de las otras fases...
EliminarBesos.
Te falta la fase de: cómprate lo que quieras, que yo no tengo tiempo de mirar...
ResponderEliminar;D
Sí, ya digo que hay otras muchas fases bastante personalizadas, pero mi clasificación gira en torno a "tipo de regalo". Esa fase entraría en la clasificación "actitudes para regalar"... Tema para otro post.
EliminarSaludos.
Bueno mientras se vayan cumpliendo fases bien está, lo malo sería no cumplir ni la primera. En cuanto a regalos en mí casa no hemos sido nunca de regalarnos muchas cosas, así que muchas de las fases nos las saltamos a la torera.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego, es mejor ir fase a fase que cumplirlas todas de golpe... o no tener ninguna, ya sea por falta de pareja... o por falta de dinero.
EliminarSaludos.
No te veo muy desencaminado, la clave está en no dejarse llevar por la rutina, si el tiempo lo permite.
ResponderEliminarFelices regalos
El tiempo y el dinero, un pequeño pero importante detalle a la hora de elegir regalo...
EliminarBesos.
Nosotros últimamente cambiamos los regalos por hacernos una escapada. Por no decirte que el día de San Valentín es, por supuesto, olvidado y omitido con insistencia.
ResponderEliminarCosas tangibles vs cosas intangibles...
Lo de la escapada se puede considerar un regalo... mutuo. Y además un regalo de FASE 3... Lo de San Valentín es que da grima ya... Prefiero regalar lo que sea cualquier otro día del año, sólo porque sí.
EliminarBesos.
Y si te regalan cosas hechas por él (o ella) mismo(a) , ¿en qué fase se está? :)
ResponderEliminarPosiblemente esos sean regalos de las tres primeras fases, que son en las que más nos esforzamos, bien sea económicamente o bien sea manualmente... (qué mal ha sonado eso de "manualmente"...).
EliminarBesos.
Yo creo que, al final, nos vamos volviendo prácticos, pero lo bonito es hacer lo que apetezca más allá de las fases.
ResponderEliminarBesos!
De eso se trata, de regalar lo que nos apetezca. El problema es que, según en qué fase te encuentres, te apetece regalar una cosa u otra...jajaja
EliminarBesos.
:D Yo creo que hay tres fases básicas que se expresan en los regalos:
ResponderEliminar1) Te importa la persona y realmente quieres darle gusto.
2) Te importa la persona, pero no está puesta tu energía en darle gusto.
3) No te importa la persona.
Desde esta base, se añaden combinaciones en relación a la confianza adquirida y la importancia del presupuesto.
También es una buena clasificación, pero mi baremo gira en torno a la pareja... y esa se supone que es bastante importante para uno, así que tu clasificación la aplicaremos cuando hagamos regalos a conocidos, familia política y demás personajes secundarios de nuestra vida.
ResponderEliminarSaludos.