11 de abril de 2009

El viajar es un placer II....y punto final.

Continuación del primer escrito “El viajar es un placer…” porque dos días y medio en Londres, dan para mucho. Demasiado como para contarlo todo en un solo blog. Así que, por mucho que os pese, voy a seguir contando cosas…


Lo bueno de viajar, aparte de viajar, es que aprendes muchas cosas…, por ejemplo yo aprendí, que es bastante más caro el combustible de un tren, useasé la electricidad, que el combustible de un avión, que por cierto no tengo ni pajolera idea de qué combustible usa. Al menos es lo que deduzco del precio del billete. 2.000 km., por el aire cuestan 50 euros, y 60 por raíles unos 25 euros al cambio. A lo mejor es porque cambian los raíles todos los días, por aquello del rozamiento. Vaya usted a saber porqué, eso no lo aprendí.


Y mis padres también aprendieron, entre otras cosas, que te puedes reír mucho en un museo si vas acompañado de…, bueno, dejémoslo en acompañado. Sólo en un museo, puedes ver con tus propios ojos, e incluso, tumbarte un rato al lado de la momia de Cleopatra o de Ramsés I, ó el II…, bueno un Ramsés de esos, que había unos cuantos y no sé quien estaba allí y quién no…, porque ciertamente, no se lo contéis a nadie, pero no los conozco de vista…


La verdad es que Londres, en contra de lo que yo pensaba, es una ciudad con mucho encanto. Andar por el metro es toda una aventura. Lo mismo te encuentras un pasillo de dos kilómetros, lo cual te lleva de una estación a otra sin tener que subirte a un vagón, que una escalera de 193 peldaños, como la que te lleva a la superficie en Picadilly. Aún lamentamos habernos hecho los valientes en lugar de subir por el ascensor como la gente normal. Y todo ello, únicamente para ver una de las plazas más famosas de Europa, que no entiendo porqué tanto alboroto, si lo único que tiene son unos anuncios gigantescos de neón… Todo eso amenizado con música de proyectos de artista, eso sí, unos con más futuro que otros, que incluso te sonríen cuando te pones a bailar a su lado…

Pero a mí, se me cayó al suelo un mito. Uno de los mitos más sagrados y de los que siempre se ha hablado cuando se piensa en Londres. Ese mito no es otro que el de la niebla. En dos días y medio y tres noches allí, no atisbé ni gota de niebla, caray, si cualquier día en mi pueblo hay más niebla que allí. Si al final va a resultar, que lo que vemos en la tele es tan sólo el humo del cigarro del cámara que rueda las imágenes para el telediario…

Lo que sí que pude comprobar, es la veracidad de la leyenda esa que dice que los guardas que “custodian” las murallas de la Torre de Londres, no se mueven ni para pestañear. Vamos, que puedes estar haciendo el tonto delante de ellos hasta que te hartes sin que ni siquiera se inmuten. Creo que sus pantalones no llevan cremallera porque un día, se la bajaron a uno y el pobre pasó un día entero de vergüenza… Afortunadamente, ese día no pasó por delante la Reina, porque de haber pasado, el pobre habría perdido todo menos la vergüenza. Lo que no entiendo, es para qué ponen guardias a “custodiar” la puerta con la millonada que se han gastado en sistemas de seguridad. Si es que son más raros…

Lo que no tiene ningún mérito, es lo de la puntualidad británica. Hay tantos relojes por la calle, que en esa ciudad la impuntualidad debería de estar penada con la muerte. Además, no son relojes pequeñitos, no, son relojes todos ellos tan grandes como el mismísimo Big Ben. Que anda que no tiene gracia, ponerle nombre a un reloj como si le hubieran bautizado. No bastaba con llamarle Big Clock, no, tenían que bautizarle como Dios manda y llamarle como a Benny Hill…

En fin, quien quiera saber más de Londres, que vaya él, que yo ya me he cansado de escribir sus rarezas. Pero por favor… no vayáis en tren u os quedaréis sin el plan de jubilación…

1 comentario:

  1. Pues creo que para el próximo viaje que haga te voy a contratar de cicerone si tus tarifas son asequibles para una mileurista... jajaja

    (Supongo que la "momia" tirada en los suelos sois vos, Don Elvis.... jejejejeje)

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Uy lo que han dicho...