Yo siempre he sido una persona de principios, los finales los dejo para el cine. Y no sólo eso, sino que además siempre he intentado mantenerme fiel a tales principios, pero no siempre lo consigo…
Desde hace cuarenta años, intento ser español con todas mis fuerzas. Con notable esfuerzo me dedico a mantener vivo el espíritu español, fomentando costumbres tan nobles como dormir la siesta (con mucho esfuerzo…), ponerme la roja cuando juega la selección (esto me cuesta un poquito menos), tomar unos vinitos de Rioja con tapita de jamón (sea bueno o menos bueno eso no importa…), ejercer mi derecho a votar (haya elecciones o no…), divertirme hasta la extenuación…, ser bajito (a eso me acostumbré yo sólo), trabajar lo justo para no morirme de hambre… y en fin, todas esas tradiciones que hacen que a los españoles nos consideren en todo el mundo como unos personajes cuanto menos curiosos.
Pero la falta de personalidad de los que no ponen tanto empeño en ser españoles, nos lo está poniendo bastante difícil a los que nos dejamos el hígado en ello. Porque en nuestro país, desde hace ya un montón de años, se ha introducido un virus devastador que proviene de esos estados que están tan unidos.
Empezaron por introducir poco a poco vocablos que, según quienes empezaron a utilizarlos, completaban nuestro “escueto” vocabulario y eran utilizados para servir de nombre a definiciones que sí que existían en nuestro diccionario. Por ejemplo: a “salir a correr por las mañanas”, que nosotros designábamos equivocadamente como “salir a correr por las mañanas”, ahora tenemos que llamarlo “footing” (creo que traducido literalmente es pieseando…), y además les estamos eternamente agradecidos de que nos hayan abierto los ojos. Y así con muchas otras palabras…
Después, poco a poco fuimos adoptando algunas costumbres, como hacer barbacoas (hispánicamente hablando “comer carne a la parrilla”), pero en el campo o en el jardín de tu casa, en lugar de hacerlo en la cocina como siempre habían hecho nuestros abuelos. Y muchas otras, detallarlas aquí todas ellas sería demasiado extenso. Hasta aquí todo normal, incluso podría decir que puede que sea enriquecedor culturalmente hablando, eso sí, siempre que no mancillemos nuestros orígenes, pero…
No contentos con todo eso, poco a poco estamos adoptando incluso sus días festivos, y lo que parecía algo inocente con la inclusión de Santa Claus en nuestro santoral, estamos incorporando otras festividades como la celebrada en el día de ayer: Haloween…
Ayer, será un día que pasará a la historia como el día que traicioné mis principios, celebrando una fiesta que siempre juré y perjuré que nunca iba a celebrar. Claro que en mi defensa podría alegar que cualquiera le dice a sus hijos, que no hay que disfrazarse y salir a pedir caramelos por todas las casas, cuando la mitad del pueblo y todos sus amigos sí que lo harán… Saben donde atacar, a las presas más débiles: los niños. Así que ahí voy yo, junto con los demás padres vestido de vampiro Casimiro, en medio del mayor temporal que uno recuerda (por llevar capa estuve en un tris de que el viento me llevara volando…), como si le fuera la vida en ello, con cara de gilipollas y de “qué bien me lo estoy pasando”.
Llámenme hipócrita si quieren, pero tengo muy claro que por mis hijos lo que sea, aunque a este paso, el año que viene me veo celebrando el 4 de Julio, y al siguiente Acción de Gracias (aunque esto último no me importará tanto, porque si hay algo que nos identifica a los españoles es… hacer gracia)…
Yo no intento ser española con todas mis fuerzas. Me siento gallega y española sin más, sin sentimiento nacionalista, sin orgullo pero con mucho gusto. Casi todas las tradiciones me gustan, otras no.
ResponderEliminarLo que sí me niego en redondo es a ser americana de pega, que quieran hacer de mí una muñeca del American style of life. El mundo cada vez se americaniza más, y yo me opongo.
Respecto a Halloween, pues bueno, un disfraz para el avatar del facebook, que mi sobrino se disfrace, comprarle una golosina para que que esté contento... vale.
Ahora, que lo pongan como una actividad escolar, que sea ya más relevante que los carnavales nuestros de toda la vida me chirría hasta lo indecible.
Y te he metido un rollo que te cagas... :p Sorry, pero me he quedado de un agusto.
Y tú disfruta como y cuanto quieras de las fiestas que te apetezca dándoles el valor que tienen, eso sí, como me cuentes que celebras acción de gracias voy a cortarte el tupé. ;)
Se nota que eres un buen padre, porque para aceptar pasar por semejante trance...
ResponderEliminarLo de las costumbres que nos van imponiendo así a lo tonto, casi sin darnos cuenta, sólo puedo decir que no tiene que ver con los Estados Unidos, sino más bien con empresarios españoles que ya no saben qué meternos por... ahí, para sacarnos el dinero.
Un abrazo, y que tengas una buena semana
Tu sentimiento es el mismo de la mayoría de españoles de nuestra edad, porque los jóvenes se apuntan a cualquier cosa que huela a fiesta. Pero resulta que nosotros, que odiamos esas costumbres anglosajonas, terminamos cayendo en picado por complacer a nuestros retoños.
ResponderEliminarEsa ha sido la conversación que hemos tenido este fin de semana en el trabajo y aunque a ninguna le gusta... todas han ido con sus hijos, porque al final .... no van a ser menos que los demás... y como dice Zarzal.. ya se encargan los carrefures y rajas británicas de meternos o más bien de meterles disfraces y demás golosinas a los niños... que ya se encargarán ellos de que sus padres aligeren un poco más la cartera en chorradas made in usa.
En fin, por nuestros hijos ... lo que sea, aunque sea hacer la rosca a las grandes superficies....
Besucos.
Tus reflexiones Elvis, las comparto al 100%. Yo tambien acabé acompañando a mis enanos, ellos vestidos de draculines y un servidor de pirata zoombie, disfraz del año pasado pero que tal como estan las cosas hay que amortizar... Te invito a vivir mi experiencia en la entrada
ResponderEliminarhttp://migeneracionz.blogspot.com/2010/10/halloween-si-no-puedes-con-tu-enemigo.html
Saludos
Bonito modo de disfrazar una simple claudicación. Una más.
ResponderEliminarA usted solo le falta dejar el Real Madrid y hacerse hincha del Cosmos.
Un saludo.
Ay, no se preocupe tanto, por favor. Y disfrute de lo que le da placer a sus hijos, que es una forma de estar cerca.
ResponderEliminarPorque muy pronto, ellos no van a entender el fondo de la cuestión. Nacieron en un mundo globalizado y nada saben de enemistades por color o idioma.
Ellos tienen los dibujitos (los cartoons), Animal Planet y Discovery Kids.
Tienen Facebook y Youtube.
Tienen el animé y High School Musical.
Ya fuimos todo lo soldados que tuvimos que ser.
Ahora, disfrute disfrazándose de cabalaza... o de vampiro, claro, está muy bien.
Lo felicito!!
(hombre grande, qué vergüenza...)
Blogboreta, ahí está el quiz de la cuestión, que nos quieren americanizar vaya usted a saber porqué..., que está bien que te gusten algunas cosas de allá, pero que nos impongan sus tradiciones es demasiado. Tranquila, puedes guardar tus tijeras, que el tupé no me le juego por nada...
ResponderEliminarZarzal, (cambias de nick más que yo de plantilla...jajaja), no sé si seré buen padre pero lo intento. Y sí, cada vez pienso más que todo es una mera cuestión de marketing (juer, otra palabrita americana...)
La Queli, completamente de acuerdo menos en una cosa... ¿insinúas que somos viejos?...jajajaja
Fer, ahora mismo me paso por allí...
Yoni, me ha tocado usted la fibra, eso nunca, por mucho que el Cosmos también vista de blanco..., me cambié de equipo cuando se retiró Pelé...
Jazmín, ¿vió? eso es lo que pasa cuando uno piensa demasiado, "el que piensa pierde"... Algún día me reiré de lo ridículo que iba vestido de vampiro...
jajajajaja
ResponderEliminar¡¡¡que bueno!!!
Tienes toda la razon, ¡¡¡nos estan colonizando los muy catetos!!! jajaja
Daba algo por verte con la capa
Un saludo coleguita
La Pérfida..., no, créeme, mejor que no me vieras, podrías terminar con un trauma severo...
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Te aplaudo! La entrada me ha parecido genial y realista. En un principio he pensado que ibas a echar pestes de los yankees, o mejor dicho, de las costumbres que van imponiendo por todo el mundo, pero ese final dando tu brazo irremediablemente a torcer (el amor de padre es el amor de padre) me ha aportado una sonrisa ancha y la confirmación de que poco se puede hacer para dar la espalda a las modas y modismos.
ResponderEliminarUn saludo. Y ya me piro, vampiro ;)
India, gracias por el aplauso. La realidad es que es una mezcla de ambas cosas. Por un lado el sentimiento de rebelión ante la invasión de sus costumbres, y por otro la resignación de aceptar lo inevitable. Como dice Fer en su blog: si no puedes con tu enemigo... únete a él.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Ayssss, si es que nunca puedes decir de este agua no beberé... (O de esta barbecue no comeré, ;D)
ResponderEliminarAl final, tanto renegar, y acabaste haciendo el trick or treat... ¿¿fuiste vestido de Elvis zombie?? Que por cierto, Elvis era americano, de Memphis. Así que.... no deberías renegar de la cultura yanki.
Que los americanos también tienen sus cosas buenas: el cine de Hollywood, la Coca-Cola... Y alguna cosa más.
Pero estoy contigo: la siesta ejpañola y la Ñ que no nos la toque nadie, ein????
Besos!!
Rectifico: Elvis era de Tupelo, no??? :P Bueno, yanki igualmente...
ResponderEliminarY no lo había leído bien: fuiste de vampiro CAsimiro????
Jo, con lo bien que te hubiera quedado el mono acampanado y el tupé... En fin... ;)
Besos!
La gata, efectivamente, en Tupelo, o en mi pelo...o su pelo, más o menos por allí... Y le busqué, quiero decir el disfraz de Elvis vampiro, pero me quedé con las ganas...
ResponderEliminarNo reniego de la cultura yankee, pero de ahí a que tengamos que celebrarlo nosotros va un trecho...
Saludos cordiales.
Jajjajajj!! Sí, me hace mucha gracia eso de Tupelo!! Bueno, a ver si el año que viene encuentras el disfraz de Elvis zombie. Y estoy contigo: estos yankees nos quieren colonizaaaaaar! Pero no se lo permitiremos!
ResponderEliminarsalu2
Lo importante es disfrutar de todo en esta vida y si es por un hijo, más. A disfrutar de todo, ¿por qué no se pueden unir las lamparillas con las velas de las calabazas?, y ¿los huesos de santo con los disfraces de esqueleto?, son huesos al fin y al cabo lo que estamos recordando. Mientras no nos conquisten el corazón.
ResponderEliminarBesos.
Ojosnegros, no te falta razón, pero no descartes que nos le roben si siguen así las cosas...
ResponderEliminarSaludos cordiales y bienvenida a mi casa.