Seguramente, habrán oído alguna vez el dicho: “eres más raro que un metrosexual con pelo en el pecho”. ¿Qué no lo habían oído nunca?... Bueno, pues ahora al menos, ya lo han leído. Son como los billetes de 500 Euros… raros, al menos a día de hoy, yo no he visto ninguno, quiero decir que no he visto ningún metrosexual sin depilar, lo cual no quiere decir que no existan, pero son raros, raros, raros….
Claro que también es raro, quizás aún más, el caso contrario, es decir, encontrarse con un retrosexual completamente depilado… No, mire usted, tener alopecia aguda no equivale a depilarse la cabeza para ir a la moda peluquera, así que empiece a pensar en otra parte de su cuerpo que le permita sentirse un depilado como Dios manda. Y no, esa barriga no cuela como unos abdominales super- desarollados. Tiene que empezar a pensar que usted se asemeja más a un retrosexual, que a un metrosexual. Pero no se preocupe, eso no es malo. Entre otras muchas cosas, los retrosexuales somos tan chulos que pasamos de todo, incluso de nuestro cuerpo.
Si usted es retrosexual, posiblemente no sepa lo que significa la palabra “gimnasio”, ni seguramente muchos de sus derivados. Es posible, que si sepa lo que es la gimnasia, más que nada porque le obligaban a practicarla en la escuela. Ahora nos dicen que es bueno el ejercicio físico, el hacer deporte. ¿Qué tampoco saben lo que es eso? Lo único que yo recuerdo de esa actividad, es que después de practicarlo… acababa cansado. Pero a alguien le debe interesar más, que empleemos nuestro tiempo libre en cultivar nuestro cuerpo, que emplearlo en ver las noticias y cultivar nuestra mente, enterándonos de muchas cosas de las que ni siquiera se habla en los gimnasios…, y que conste en acta, que en ningún momento he querido decir que ambas cosas, el cultivo del cuerpo y el cultivo de la mente, sean incompatibles, o vayan siempre separadas.
Claro que también es raro, quizás aún más, el caso contrario, es decir, encontrarse con un retrosexual completamente depilado… No, mire usted, tener alopecia aguda no equivale a depilarse la cabeza para ir a la moda peluquera, así que empiece a pensar en otra parte de su cuerpo que le permita sentirse un depilado como Dios manda. Y no, esa barriga no cuela como unos abdominales super- desarollados. Tiene que empezar a pensar que usted se asemeja más a un retrosexual, que a un metrosexual. Pero no se preocupe, eso no es malo. Entre otras muchas cosas, los retrosexuales somos tan chulos que pasamos de todo, incluso de nuestro cuerpo.
Si usted es retrosexual, posiblemente no sepa lo que significa la palabra “gimnasio”, ni seguramente muchos de sus derivados. Es posible, que si sepa lo que es la gimnasia, más que nada porque le obligaban a practicarla en la escuela. Ahora nos dicen que es bueno el ejercicio físico, el hacer deporte. ¿Qué tampoco saben lo que es eso? Lo único que yo recuerdo de esa actividad, es que después de practicarlo… acababa cansado. Pero a alguien le debe interesar más, que empleemos nuestro tiempo libre en cultivar nuestro cuerpo, que emplearlo en ver las noticias y cultivar nuestra mente, enterándonos de muchas cosas de las que ni siquiera se habla en los gimnasios…, y que conste en acta, que en ningún momento he querido decir que ambas cosas, el cultivo del cuerpo y el cultivo de la mente, sean incompatibles, o vayan siempre separadas.
Así que, los gimnasios, aunque no lo parezcan y aunque no se lo crean, son lugares donde se va a hacer gimnasia. Están llenos de gente que termina por hacer de todo… menos gimnasia, convirtiéndose en un metrosexual de pies a cabeza, vamos, en maniquíes vivientes, felices por estar sanos y tener un aspecto envidiable, para acabar llenos de bultos por todo el cuerpo. La verdad, yo también tengo algún bulto que otro, pero en lugar de tenerlos en los brazos y piernas, los tengo todos juntos en el estómago. Mirándolo bien, es simplemente una cuestión de geografía, así que no hay que preocuparse demasiado por la ubicación de los bultos.
Una vez, intenté hacer ejercicio, y caminé siguiendo el consejo de que caminar es bueno para mantenerse sano. No sé muy bien, si después de la caminata estaba más sano que antes de empezar a andar, lo que sí sé, es que me sentí bastante frustrado después de andar casi media hora para después, simplemente, pensar: “ya he llegado” y seguidamente, darme la vuelta y volver al punto de partida. Y es que andar por andar, es tontería y además… cansado, e indignante por el hecho de haber andado como un pollo sin cabeza.
Sinceramente, si yo tuviera alguna intención de hacer algo de gimnasia para estar “más sano”, lo haría tirado en el suelo del salón de mi casa, y no lo digo por el hecho de que mi barriga pudiera ser objeto de estudio por parte de la concurrencia…, bueno, en realidad sí lo haría por eso, pero además lo haría porque me ahorraría un dinerito y además no tendría que hacer cola en la ducha.
Claro que muchos se escudan, o intentan buscar una razón para ir al gimnasio, en el hecho de que carecen de fuerza de voluntad para hacerlo solos en casita. A esa gente, yo le diría, que acudan a un cursillo para reforzar esa voluntad, ya que aparte de ser más barato, le servirá también para otras facetas de su vida que no tengan nada que ver con la gimnasia. Un lugar, donde se reúnan todos los que carezcan de fuerza de voluntad, y se digan cosas como: “estaba empezando a tener fuerza de voluntad, pero ayer recaí, y vagueé copiosamente”….
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Uy lo que han dicho...