7 de marzo de 2012

No sabría decir...

A lo lejos se podía ver a un hombre caminando por el lado derecho de la calle.

La calle estaba oscura, aunque no sabría decir si estaba oscura porque era de noche, o si la oscuridad se debía a la falta de bombillas en las dos únicas farolas que había en dicha calle… A pesar de la falta de luz, se podía distinguir la silueta de aquel hombre gracias a su extraño abrigo blanco, aunque no sabría decir si era extraño porque era blanco o si era extraño porque no era oscuro…

También le delataba, el chapoteo que acompañaba, cada paso que daba sobre el suelo mojado por la lluvia, y a medida que se acercaba, se iba haciendo evidente que disfrutaba de su paseo, nocturno o sin farolas, y que parecía dispuesto a cumplir con deleite a pesar de estar empapado. Y aunque no sabría decir si estaba empapado porque llovía… o porque no llevaba paraguas, estaba claro que de haber tenido un paraguas también chapotearía al pisar el suelo, pero no podría llevar las dos manos en el bolsillo…

Por un momento, pensé que era Gene Kelly en “Cantando bajo la lluvia”, pero no, no lo era, porque aunque no estuviera bailando, su abrigo era blanco… y porque las farolas no tenían luz. Pero ajeno a la lluvia, seguía disfrutando de su paseo caminando despacio, con un ritmo lento. Un ritmo similar al que llevaría alguien que pasea por un museo mirando cuadros, sobre todo alguien a quien le gusta andar por los museos mirando cuadros, de lo contrario andaría más deprisa…

Y por más que lo observé, no sabría decir si caminaba despacio porque quería… o porque no podía andar más deprisa. Seguramente sería por el segundo motivo, pero no sabría decir si no podía andar más deprisa por alguna incapacidad física… o porque se lo impedía el peso de su extraño abrigo blanco empapado por la lluvia por no tener paraguas…, o por no haber querido salir de casa con su paraguas, para así poder llevar las dos manos en los bolsillos.

Sin embargo, aquel hombre llevaba las dos manos en el bolsillo, cosa que tampoco podría haber hecho, de tener que llevar un bastón para contrarrestar cualquier incapacidad física, que le impidiera caminar con normalidad, aunque no sabría decir si dicha falta de bastón era propiciada por su falta de cojera… o porque no tenía bastón.

A pesar de caminar despacio, poco antes de que al fin se cruzara conmigo, se cruzó con una farola. Más concretamente contra la farola…, cayendo al suelo, donde no pudo apoyar las manos por no llevar paraguas y llevarlas en el bolsillo. Aunque no sabría decir si chocó con la farola por culpa de la oscuridad o porque no veía lo suficiente, bien porque no llevaba gafas, por que no las tenía, o porque no las llevaba puestas para evitar que se le mojaran por culpa de la lluvia…

Cuando llegué a su altura, su cara tenía un brillo especial, aunque no sabría decir si era por el efecto de la lluvia, o si era el reflejo de la farola que se encendió de golpe, o mejor dicho, por el golpe contra la cabeza del hombre del extraño abrigo blanco empapado con las manos aún en los bolsillos…

Le tendí mi mano derecha para ayudarle a incorporarse y por fin sacó su mano del bolsillo cubierta con un guante de cuero negro. Se incorporó y me dio las gracias… aunque no sabría decir si lo hizo por educación, o porque de verdad estaba agradecido. Y pude apreciar cuando siguió andando, que era un hombre de pocas palabras. Aunque no sabría decir si era de pocas palabras porque no le gustaba hablar con desconocidos, o si era de pocas palabras porque no sabía mi idioma…





Moraleja: La vida tiene demasiadas incógnitas en su ecuación, como para intentar saber el resultado sin conocer el valor de cada incógnita.



18 comentarios:

  1. A ver esta: Un hombre camina por una calle y no hay ninguna luz, las farolas están apagadas. De repente aparece un coche al fondo de la calle y enfila al hombre con los faros apagados, el hombre al ver que le enfilaba corre y se cambia de lado de la calle. El coche hace lo mismo y cada vez que el hombre cambia de lado de la calle el coche corrige la trayectoria en el mismo sentido. ¿Como podía verle y seguirle con tanta precisión si tenia los faros apagados, no había ninguna luz en las ventanas ni portales, ni farolas?
    Saluditos.

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  2. Y a veces hasta intentamos anticiparnos a las acciones o a los pensamientos de los demás... ilusos!!

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  3. Me queda claro que sabemos muy poco de todo...ahora tengo un gran conflicto, tanto que mi esquema de creencias esta a punto de derrumbarse,¡No sabemos nada! Todo es incertidumbreee!! jejeje.

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  4. Totalmente de acuerdo con tu moraleja, Elvis. En demasiadas ocasiones nos precipitamos en nuestros juicios sin intentar siquiera averiguar un poco más...

    Un beso

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  5. Pero son tantas las incognitas!!! Y damos por hecho tantas veces que sabemos la solución sin ser realmentela correcta....

    Un besote Elvis!

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  6. Me ha gustado mucho tu texto, no sé si ha sido porque es un buen texto o porque me ha hecho reír.

    Un abrazo.

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  7. Lo mejor es ir oyendo música, así no te haces tantas preguntas mientras caminas por la calle ;P

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  8. Zorrete, el coche fantástico lo ve todo..., aunque no sabría decir si lo ve todo porque tiene buena vista o porque nada es invisible...
    Saludos.


    Señorita Sunshine, es que anticiparse es fácil... lo difícil es acertar jajaja
    Besos.


    Valeria, los demás no sé, yo... sólo sé que no sé nada, y créeme, eso es mucho.
    Besos.


    Novicia, efectivamente, y ni siquiera nos paramos a pensar que lo importante no está en averiguar, si no en que te muestren...
    Besos.

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  9. Meg, porque el que piensa... pierde. No nos gusta esperar a que la verdad nos sea revelada, somos demasiado impacientes.
    Besos.


    Gloria, seguramente sea lo segundo, aunque no sabría decir si es porque es gracioso o porque tienes mucho sentido del humor...jajaja
    Besos.


    Doctora, ahí le has dao..., es la impaciencia por saber la que nos lleva a rompernos la cabeza.
    Besos.

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  10. Muy bueno, no sabría decir... ¡Que sí! Me ha gustado por cómo has ido jugando con la situación, y la moraleja final. Suponer es uno de los grandes defectos del ser humano, teniendo en cuenta que no destacamos por parecernos a Sherlock Holmes, que, por supuesto, sí sabría decir...

    Un abrazo

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  11. Anto, gracias. Si, un defecto demasiado grande. Y se agrava aún más cuando los planes se basan en suposiciones, algo muy común últimamente...
    Abrazo.

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  12. Aparte de sus "porque", tienes toda la razón Don: Elvis.Siempre sacamos conclusiones antes de tiempo:))

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  13. Por eso uno debe hacer las cosas sin preguntarse tanto el porqué. Cambiar el no sabría decir por el no querría decir.

    Muy bueno.

    Un saludo.

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  14. Sé que se me va a criticar por mi comentario (porque lo que se lleva es lo políticamente correcto), pero es lo que veo todas las noches en mi barrio, una noche tras otra. Que conste que es una inocente broma.

    ¿No sería un peruano borracho sufriendo una perdida de equilibrio?

    Salu2

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  15. Todos podemos tropezar alguna vez.
    Lo importante es ofrecer tu mano, sin preguntas, sin prejuicios..

    Esta claro que no podemos echarnos los problemas del mundo a nuestras espaldas.
    Pero un clavo saca a otro clavo.

    Un Saludo
    Ala Madrid, Esta noche..

    Sicilia

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  16. Bertha, es la impaciencia la que nos lleva a anticiparnos y no la curiosidad como se cree erróneamente, porque un curioso que no es impaciente espera a que todo se revele.
    Besos.


    Yoni, efectivamente, esa sería una buena solución.
    Y no pida perdón, esta es su casa y puede hacer lo que quiera... pero no manche las cortinas...
    Abrazo.


    José, no entiendo porqué habríamos de criticarle. Si su barrio está lleno de peruanos el mío lo está de españoles igual de torpes cuando beben... De todas formas, su barrio debe ser muy divertido, aunque no sabría decir si lo es porque se rien mucho... o porque se tropiezan mucho...
    Saludos.


    Sicilia, cierto, y si uno no lleva paraguas para llevar las manos en el bolsillo, ni gafas para que no se le mojen... que se atenga a las consecuencias y ande más deprisa si puede.
    Eso mismo, ala Madrid.
    Abrazo.

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  17. Elvis,
    De Carabanchel. Con eso te lo digo todo.
    No obstante, a pesar de la mezcla de razas y etnias hemos superado los problemas de integración que había antaño y ahora hay una relativa armonía.

    Un saludo

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Uy lo que han dicho...