Los humanos tenemos la costumbre de llamar a las cosas por
su nombre.
Al que miente le llamamos mentiroso, al que roba le llamamos
ladrón y a quien se desplaza lentamente le llamamos lento, sólo por poner tres
ejemplos. Pero a veces, y sólo a veces, tenemos la mala costumbre de llamar a
las cosas por las que creemos que es su nombre, y ni siquiera nos paramos a
pensar porqué las estamos llamando de esa manera. Y es que, en algunos casos,
las apariencias engañan…
Ejemplo 1. Cuando un
político miente, le llamamos mentiroso. ¿Seguro que lo es? Es cierto que
mienten, y en muchos casos ha quedado claramente demostrado, pero… ¿realmente
es un mentiroso o es su faceta de político la que le lleva a la mentira? No es
justificable, pero es más que probable que en su vida cotidiana, la mayoría de
ellos, sean personas totalmente sinceras a tiempo completo, y que sea su faceta
de políticos lo que les conduce a mentir compulsivamente vaya usted a saber
porqué. Y en este caso, en lugar de llamarle mentiroso, sería más acertado
simplemente llamarle… político.
Ejemplo 2. Un hombre
roba comida en un supermercado. Seguramente, cualquier ciudadano de a pie
diría, totalmente convencido, que ese hombre es un ladrón. Es evidente que ha
robado y le han pillado con las manos en la masa, pero… ¿realmente es un
ladrón, o ha sido el hambre el que ha robado en su lugar? No pretendo
justificar tal comportamiento, pero lo cierto es que, si tuviera comida que
llevarse a la boca, seguramente no robaría, son las circunstancias en las que
vive quienes le llevan a ello. Yo no le llamaría ladrón, le llamaría…
superviviente.
Ejemplo 3. Un caracol
se mueve despacito. Y todos decimos que el caracol es lento. Pero… ¿de verdad
es lento, o lo es por sus circunstancias? Si hiciéramos la prueba de coger al
hombre más rápido del mundo, Usaín Bolt por ejemplo, y le colocáramos encima
una mochila que doblara su peso y le untáramos las suelas de las zapatillas de
materia viscosa… ¿seguiría siendo rápido, o se movería lentamente?... Sin duda
éste es el ejemplo más claro de lo que intento expresar.
En el fondo, ni es oro todo lo que reluce, ni mierda todo lo
que huele mal…
Muy buena entrada me ha gustado: El primer ejemplo el de mentiroso, hay mentirosos compulsivos, como aquella película de humor, y los hay mentirosos y embusteros que lo hacen constantemente porque disfruta con ello; esto diría yo que más bien es un defecto. Los políticos mienten constantemente, porque quieren seguir en la poltrona, ganando mucha pasta, y para ello tienen que engañar al pueblo. Igual se a costumbran a vivir con ello y mienten hasta en familia, y tienen sus motivos para mentirles, por las juergas que se corren; ya sabes que son muchos a los que han pillado teniendo amantes y demás. Hace tiempo salió en la tele una prostituta de altos vuelos que decía que se había acostado con hombres con mucho poder de este país, como es lógico no pudo dar nombres. En cuánto al segundo ejemplo robar para comer no tenía que estar ni penado, todo lo contrario, el que roba en un supermercado, lo que deberían de hacer es ayudarlo. Robar es lo que hacen los ricos, políticos y otras lindezas. Hombre el tercer ejemplo, hay gente muy vaga, que hasta para andar, piden permiso a una pierna, y luego a la otra, sino no se menean. Pero sí como bine dices, el pobre caracol con la casa a cuestas, habría que ver a otros llevando encima todos los días sólo cinco kilos de peso. Por cierto, no sé si la recordarás o la leíste, que yo hice hace tiempo una de mis frases referente al pobre caracol, en la que decía que lo peor que se le puede decir a un hombre es caracol; cornudo, baboso y rastrero.
ResponderEliminarUn abrazo ELvis, y gracias por tus visitas.
Gracias a ti. Creo que lo has explicado mejor que yo...
EliminarSaludos.
Si los caracoles se mueven a esa velocidad es porque no les interesa correr más, no lo necesitan. Para una liebre los humanos seremos lentos, pero es que no necesitamos correr más deprisa. Pensándolo bien, si los caracoles se moviesen tan rápido como las culebras serían animales temibles.
ResponderEliminarBueno, es posible, aunque no sé si son capaces de morder. Creo que sólo comen lechuga y cosas parecidas...
EliminarBesos.
Cada cual tenemos la visión que tenemos, nuestra percepción, interesada casi siempre, nada es verdad o mentira.
ResponderEliminarUn abrazo sincero.
Exacto. Todo depende del cristal con que se mire...
EliminarSaludos.
el prisma varía
ResponderEliminarpero creo que Bolt sería muy rápido, de todas maneras
Sí, seguramente sería más rápido que cualquier otro humano mortal..., al menos más que yo fijo...
EliminarSaludos.
Curiosa visión. ¿Es el acto en sí mismo o nuestra propia naturaleza lo que nos hace merecedores de un apelativo? Si estuviera siempre tentada de robar pero me reprimiera por convenciones sociales o por miedo al castigo, ¿seguiría siendo una ladrona aunque nunca hubiese robado nada? Besotes!!!
ResponderEliminarBueno, dicen que la intención es lo que cuenta... Pero si juzgáramos todo lo que pasa por nuestra mente, creo que todos estaríamos en la cárcel jajajaja
EliminarBesos.
No creo que tener la tentación de robar, como dice Mi Alter Ego, lo convierta a uno o una en ladrón. Si así fuera, servidor sería un asesino, por las veces que ha deseado pegarle un tiro a cierto fulano.
ResponderEliminarCierto, creo que todos tendríamos delito, sin ningún género de duda...
EliminarSaludos.
Dar nombres a las cosas ya es complicado, calificar las actuaciones de los hombres (y mujeres) en sentido unívoco, es todo un error que cometemos continuamente.
ResponderEliminarMuy acertada tu reflexión ... y tu blog.
Saludos!
Y lo peor de todo es que no podemos evitarlo...
EliminarGracias por los elogios, no se merecen, y bienvenido a tu casa.
Saludos.
Pues creo que has dado tres ejemplos muy acertados, las cosas claras y el chocolate espeso como suele decirse... es muy fácil juzgar sin ponerse en la piel del otro, como explicas muy bien en las dos últimas afirmaciones... respecto a los políticos creo que lleva implícito el mentir, pues por desgracia, en este mundo,para lograr algo vale más el engaño y la manipulación que el exfuerzo y la honradez...
ResponderEliminarSaluditos!
Claro, por eso digo que son políticos y no mentirosos, porque es un ingrediente de su profesión... Lo cual no significa que lo justifique.
EliminarBesos.
Definir, emplear definiciones, ajustar definiciones, es de lo más complejo y encantador que hacemos. Hay que poner cuidado en ello, porque no es tan simple como piensa quien no quiere complicarse.
ResponderEliminarAsí es. Y está claro que tales definiciones se ajustan a la realidad, pero todo admite matices, y en ocasiones, pasamos por alto dichos matices erróneamente.
ResponderEliminarSaludos.