1 de agosto de 2013

Hombres, mujeres... y compañía.

En este post, y en otros posteriores, trataré un asunto que viene siendo catalogado algo así como “un gran misterio de la naturaleza”, y que desde hace siglos, y lo que nos queda, viene siendo motivo de discusión allá dónde surja cualquier tipo de debate: “Hombres y mujeres somos totalmente diferentes”.



Ya, ya lo sé. El tema tiene tela que cortar y, seguramente, una vez que me haya hartado de escribir sobre ello, estaré peor de lo que estaba y seguiré sin entender nada. Y seguramente usted también, sea hombre o mujer. Sobre todo si es mujer, porque como ya sabrá… usted y yo somos diferentes.

No me estoy refiriendo al físico, eso es algo que hasta un ciego puede ver. Basta un simple vistazo a un miembro de cada género, y también a sus “miembros”, para darse cuenta de que físicamente no tienen nada que ver el uno con el otro. Por mucho que ambos puedan llegar a encajar perfectamente y unirse como piezas de un puzle, está claro que su fisonomía es completamente diferente. Y podemos asegurar, que ese es el motivo, por el que pueden encajar perfectamente, por lo diferentes que son sus miembros… y sus “miembros”.

Pero estará de acuerdo conmigo en que, realmente, tener un colgajo más arriba o más abajo, o el tener uno o dos, o tres colgajos, no es lo que nos hace diferentes a hombres de mujeres. De ser así, ambos podríamos tener las mismas aficiones, los mismos pensamientos, y lo que es más importante, tener un comportamiento similar ante una situación determinada.

Pero el comportamiento está controlado por la mente. Eso que no se ve a simple vista, la manera de pensar, es diferente, independientemente del número de colgajos y su posición, y nos hace comportarnos de manera totalmente diferente a unos y otras al afrontar una misma situación. Por supuesto, está claro que siempre hay casos “especiales” en ambos géneros, casos que suponen la excepción que confirma la regla, pero yo hablo siempre con carácter general.

Sólo por poner un ejemplo, iniciando de este modo la serie de posts acerca de este tema, entre hombres y mujeres existe una gran diferencia en la manera de afrontar la necesidad de comprar ropa.

Si un hombre necesita comprarse ropa, ya sabe, incluso antes de salir de casa, qué establecimiento visitar, y se dirige hacia él con paso firme y total determinación, sin dejar que otros establecimientos le hagan dudar. Una vez en dicho establecimiento, un hombre puede comprar la suficiente ropa como para vestirse de pies a cabeza, incluyendo ropa interior, en apenas veinte minutos de reloj, y le sobra tiempo para hacer una radiografía y memorizar cara y cuerpo de todas las dependientas de la tienda.

Una mujer, sin embargo, sale de compras y lo único que tiene claro, es a qué calle acudir: aquella que tiene el mayor número de tiendas. Una vez allí, empieza a mirar escaparate tras escaparate, del primero al último, y tras estudiárselos todos… vuelve a la primera tienda y empieza a mirar todo el género. Con suerte se probará un par de prendas, pero seguramente las volverá a dejar en su sitio… porque no le terminarán de convencer. Repetirá la misma acción en, al menos, cinco o seis establecimientos más. Seguramente, visite aquellos cuyos escaparates, tengan expuesta alguna prenda que nunca se probaría, y ni mucho menos se compraría. Al salir del último establecimiento, por supuesto aún con las manos vacías, llegará nuevamente hasta el último escaparate, y se decidirá a volver a entrar en la primera tienda, aquella en la que sí se probó un par de prendas… para comprar una de ellas. Después, volverá a la última tienda en la que entró, porque allí había visto otra prenda que combinaba con la que se acaba de comprar…, pero esta vez se la prueba para comprobar que, según ella, no le sienta nada bien. Desesperada, volverá a entrar a todas las tiendas, buscando esa prenda que le combine con lo que se compró, incluyendo también el resto de tiendas en las que aún no había entrado. Por arte de magia, en una de ellas encontrará un conjunto de cuerpo entero que le sienta de maravilla y, además, más económico que lo que ya se había comprado, por lo cual, decide comprárselo y volver a la primera tienda a devolver la prenda solitaria para la cual no encontraba acompañante. Saldrá de la tienda enormemente feliz por la compra realizada. Sin embargo, esa felicidad durará poco. Exactamente el tiempo que tarda en darse cuenta… de que no tiene calzado que combine con ese conjunto que acaba de adquirir…


Esto es sólo un ejemplo de la diferencia de comportamiento. En próximos posts, analizaremos otras diferencias, en otras tantas situaciones diferentes.


Pd: Nuevo mes... nueva chica del mes.




25 comentarios:

  1. Estamos completamente de acuerdo en las diferencias anatómicas entre los unos y las otras.

    En cuanto a la cuestión de ropa y adquisición de la misma... no nos viene en los genes, más bien en la educación recibida durante décadas... m'explico:

    1.-Yo recuerdo que antes los hombres JAMÁS iban a comprar ropa, era la mujer (madre, mujer, hermana, hija...) la que se encargaba de ir a la tienda, coger la prenda en cuestión, llevarla a casa, convencer al susodicho para que se la probara y viera si le gustaba o no y si era su talla o no, en el caso de que no le gustara volvía a la tienda a cambiar la prenda (por otra de mayor o menor tamaño o por otro modelo), la traía (de nuevo a casa) para que se la probara... y así hasta que, en algún momento, había algo que al gallito de la casa le convencía.

    2.- A la mujer, por otro lado, se la ha educado para que SIEMPRE este PERFECTA para el hombre, que no tenga un aspecto desaliñado, que vaya escoscadica y limpia... y sin carreras en las medias.

    3.- Y si ya entramos en el lenguaje:
    Una mujer desaliñada la podían tratar desde loca hasta guarra
    Un hombre desaliñado se decía: "Pobre, su mujer que poco lo atiende" o "Pobre, necesita una mujer a su lado"

    ¿Quizás las diferencias no sean de género... si no de educación recibida?

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  2. Que me había olvidado marcar el seguimiento de comentarios :) :) :)

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  3. Completamente de acuerdo en todo lo que dice Dina: el factor educacional (que ha sido diferente para hombres y mujeres) ha marcado enormemente ésta y muchas otras diferencias.
    En cuanto a la situación que planteas hoy, la de ir de compras de ropa por tiendas, aquí sale mi lado masculino más oscuro, porque es algo que yo odio.
    Me gusta que la ropa me siente bien y, a ser posible, "ir conjuntada", pero no me mato por ello. Suelo comprarme lo primero que pillo que me gusta...y que me entra! jejejeje

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  4. La eterna pregunta es y será saber si las diferencias entre uno y otro de comportamiento son culturales o genéticas, y donde está la linea que nos separa.
    Un tema muy interesante, la verdaad!

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  5. Es menester señalar respecto de la tercera afirmación de Dina que, en eso que tan alegremente ella refiere como "se la tildaba de loca a garra", etc, ella omite maliciosamente el sujeto de esas habladurías que sin dudas era...otra mujer. Todo hombre que se precie de tal jamás repara en la ropa que una mujer pueda estar usando excepto si se trata de la hija. A toda otra mujer, invariablemente, la desnudamos con la mirada. De la misma manera que los rayos X despojan a los huesos de la carne para mostrarlos, nuestra mente las despoja a ellas de sus atavíos. Malamente podríamos decir lo mal vestida que esta una en particular si no nos anoticiamos de la ropa de ninguna.

    Para finalizar, repito algo que suelo decir y que creo que viene al caso: yo distingo la ropa del trapo sólo por los botones.

    P/D: Hermosos ojos los de la chica del mes. Y no es que importe demasiado, la verdad sea dicha, pero ¿está seguro que es Denisse Richards?

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  6. Interesante asunto el que acomete Vd. hoy. Espero con interés la continuación.
    Otra característica importante que distingue a la mujer del hombre es su interés en impresionar a otras señoras de lo elegantes que van, de lo bien que visten; mientras que el hombre lo hace para si mismo, aunque últimamente también pretenden impresionar mostrando las marcas de la ropa que lleva, aunque sean los calzoncillos.

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  7. una de las razones por las cuales las mujeres invierten más tiempo en la compra de ropa es porque hay mayor variedad de diseños para ellas. un hombre podría comprarse por docenas el mismo diseño y color en camisas y pantalones, y usarlos sin mayor problema a través del tiempo.
    saludos.

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  8. Dina, caray. Me has hecho pensar...
    Vayamos por partes.
    1-Yo siempre he ido a comprar mi ropa. Quizás de más joven sí que fuera así y me la comprara mi madre, pero de eso ya hace mucho y en la actualidad, creo que cualquier hombre, sobre todo a partir de cierta edad, acude en persona a la tienda a elegir su vestuario.
    2-Es posible, pero si es así... ¿porqué aún hay mujeres que van vestidas de cualquier manera? No creo que hoy en día las mujeres se vistan sólo para estar guapas para los hombres. Si así fuera no habríamos avanzado absolutamente nada. Es más, me consta que la mayoría de las mujeres, se jacta de vestir y arreglarse para sentirse bien consigo mismas...
    3-Creo que en la actualidad, sólo algunos machistas o algunas machistas pueden pensar así... Quizás hace veinte años fuera así, pero ahora mismo, no creo que el ciudadano medio tenga esa opinión.

    No creo que sea la educación recibida. Un ejemplo: yo tengo un hijo y una hija, ambos de la misma edad, mellizos, y les he dado la misma educación a los dos. La diferencia entre ambos en el "tema ropa" es abismal y mientras que a él le sirve cualquier cosa, para ella es un calvario el vestirse cada día. ¿Porqué? Creo que la diferencia está en que las mujeres son mucho más indecisas, debido a una mayor actividad cerebral. Pensáis demasiado y eso os hace dudar...
    Creo que me he extendido demasiado.
    Besos.

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  9. Belkis, entonces eres la excepción que confirma la regla jajaja.
    En lo que respecta a la educación, te contesto lo mismo que a Dina. Yo he educado a mis hijos de la misma manera, a ambos para que vayan bien vestidos... y siguen actuando de manera totalmente diferente. Sencillamente, os preocupáis demasiado por cosas de las que los hombres, en general, no le damos la menor importancia.
    Besos.

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  10. Idoiaa, ciertamente ese es el quid de la cuestión. Yo no hablo de que la manera de actuar de los hombres sea mejor, ni mucho menos, simplemente digo que es diferente, y por lo que se ve, en eso estamos todos de acuerdo. Saber si es genético o cultural es el enigma a resolver.
    Besos.

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  11. Viejex, desde luego ese es un matiz digno de reseñar y suscribo todas sus palabras. Sobre todo donde dice que los hombres simplemente nos limitamos a obviar mentalmente y por completo el vestuario femenino...
    Sí, es Denisse Richards... Al menos eso decía el buscador...
    Abrazo.

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  12. Sí Bwana, efectivamente, esa es otra de las poderosas razones que provocan que las mujeres duden tanto a la hora de elegir modelo... y por eso suelen ir acompañadas de otra dama, para que les dé el beneplácito...
    Saludos.

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  13. Draco, sí, es posible. Pero, por ejemplo, en la ropa deportiva, seguramente, hay más variedad de modelos para hombres que para mujeres, y la diferencia sigue siendo la misma...
    Saludos.

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  14. Viejex, no omito maliciosamente nada, únicamente he dado por hecho que se sobreentendía que era así. Por desgracia las mujeres son los peores bichos que hay en contra de otras mujeres, al igual que son las que mayoritariamente educaban a los hijos e hijas (afortunadamente esto va cambiando poco a poco)


    Elvis, yo también voy a ir por partes :)

    1.- Me has hecho dudar y he tenido que repasarlo para confirmar que he usado la palabra antes, esto sucedía en generaciones pasadas... aunque ahora siga habiendo algún caso hay que reconocer que cada vez os gusta más a los hombres ir a comprar vuestro fondo de armario... es más, yo he llegado a tener alguna pareja que me ha hecho desesperar cuando le he acompañado a comprar (yo soy de las que oooooooooooodian ir de compras)

    2.- En este punto me doy cuenta que no he especificado que estaba hablando en pasado. Realmente cada cual (sea hombre o mujer) debe vestirse para encontrarse bien consigo mismo... si, además, consigues agradar a los de tu alrededor maravilloso pero, por regla general, pienso que nos solemos vestir (por lo menos es mi caso) para seducirme a mi misma.

    3.- Por desgracia hoy en día sigue habiendo mucha lengua viperina que sigue señalando y haciendo juicios de valor... la cuestión es ¿nos importa lo que opinen o digan? o ¿dejamos que se caigan por su propio peso?

    Ya hemos quedado que no es bueno generalizar. Hay hombres muy complicados e indecisos al igual que hay mujeres muy complicadas he indecisas. Hay hombres simplones y existen mujeres simplonas... cada uno somos un universo y AFORTUNADAMENTE hay y seguirán habiendo diferencias entre hombres y mujeres... sólo tenemos que dejar de hacernos la guerra e intentar encajar los unos con los otros

    Y vaaaaaaaaaaaaaaaaaya rollo que te he metido... a este paso me despachas de tu blog

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  15. Estoy de acuerdo contigo Elvis, eso es lo "normal" que suele suceder cuando van a comprar ropa las mujeres, pero en mi defensa debo decirte que yo no soy así, fíjate si soy rara que odio ir de compras como suelen ir las mujeres, yo voy a tiro hecho, entro, me pruebo (a veces ni eso) y salgo. Mira que ligerita compro jajajajaja.
    Un abrazo.

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  16. ¡Acab as de describir a mi madre, mis dos hermanas, mi hija, dos primas y tres amigas! ¿Es que has suplantado mi vida o qué?
    Salu2

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  17. Pues sinceramente, a mí me encanta ir de compras pero no pierdo demasiado tiempo. Tengo un par de tiendas que me gustan y voy a ellas sin mirar siquiera las demás. Una vez allí, tampoco soy de mirar prenda por prenda (eso me agota). Hago una barrida a vista de pájaro y voy directa a lo que me ha llamado la atención. Si el churri me acompaña agradece mucho esto. Jajaja. Besotes!!!

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  18. Dina, si ya te había entendido. Y de hecho estoy de acuerdo contigo en que posiblemente antes era así. Pero en la actualidad, que es la época que yo conozco, no creo que las razones de que actuemos diferente sean esas. Esto vale para los dos primeros puntos. Y el tercero, supongo que habrá de todo un poco. Habrá a quien le importe que le critiquen y habrá a quien no...
    Pero no trato de hacer guerra entre hombres y mujeres. Como bien dices, afortunadamente siempre habrá diferencias. Sólo se trata de hablar sobre ellas, de una manera cachonda y pasar un rato divertido jajaja.
    Así que no te preocupes por los "rollos" que puedas soltar, porque al menos en este blog, tienes total libertad para exponer lo que pienses, y siempre será bien recibido.
    Besos.

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  19. Maite, en primer lugar, no tienes que defenderte de nada, porque ni yo ni nadie ha hecho acusación alguna. El hecho de que se hagan las cosas diferentes, ni es mejor, ni es peor, es... diferente. Yo no he dicho que meditar y darle mil vueltas a la cabeza a las compras sea peor. Seguramente sea mejor. Es el eterno debate, entre la conveniencia de ser impulsivo o meditar. Todo tiene sus pros y sus contras.
    Entonces tú también eres una excepción que confirma la regla jajaja
    Besos.

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  20. Juan Carlos, tu vida y, probablemente, la de las tres cuartas partes de la población mundial masculina jajaja
    Abrazo.

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  21. Mi Álter Ego, otra excepción que confirma la regla... Empiezo a pensar que hay más excepciones de las que creía. A ver si al final todo va a ser un mito urbano...
    Besos.

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  22. Pues pensé que me ibas a aclarar algo y me has dejado como estaba!!!

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  23. Maestro, ya dije al principio del texto, que por mucho que me hartara a escribir sobre el tema, iba a terminar igual que estaba..., ni que yo fuera listo!!!
    Saludos.

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  24. Bueno, los hombres también hacéis algo similar a esto.
    Eso de abrir la nevera, no encontrar nada que te apetezca, buscar en el resto de la casa y terminar otra vez en la nevera es un clásico.

    Las mujeres vamos de compras, lo disfrutamos. Lo tíos vais a comprar como el que va al médico.

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  25. Doctora, jajaja, cierto. Nunca recordamos que lo más apetitoso está siempre en la nevera.
    A eso me refiero, a la diferente mentalidad que tenemos, mientras que para vosotras es un deleite, para nosotros es un trámite...
    Besos.

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Uy lo que han dicho...