12 de enero de 2016

Whiskypedia.

Capítulo 6. El Orinal.

El Orinal no deja de ser un invento más, de los vulgarmente conocidos como “hijos de la vagancia del ser humano”.

Y éste, además, lo es en su máxima expresión, ya que fue ideado por alguien, tan anónimo como vago que, estando tumbado plácidamente en su cama y sin ninguna intención de levantarse en las siguientes 354 horas, al sentir como su vejiga pedía a gritos una pronta evacuación,  ni corto ni perezoso, agarró un zapato del lado derecho de su cama y apuntando a él con su miembro urinario, empezó a aliviarse dentro del mismo. Alivio que se convirtió en desasosiego, al percatarse de que un solo zapato, no sería un recipiente lo suficientemente grande para albergar semejante cantidad de… alivio. Así que, suspendiendo temporalmente la secreción de su agüita amarilla, agarró el otro recipiente que más cerca tenía… el otro zapato, consiguiendo así, poner fin a su odisea.

Se dio cuenta entonces de que, en caso de tener otra necesidad fisiológica similar, o lo que sería peor, de cualquier otro tipo, ya no le quedarían zapatos, ni grandes ni pequeños, con los que hacerle frente a la situación, y decidió por su cuenta y riesgo buscar un recipiente algo más grande antes de volver a tumbarse en la cama, siendo lo único que encontró, un cuenco de barro para calentar la comida que tenía en la cocina. Sucio, por supuesto,  llevaba varios días sin fregar, pero útil para su propósito, al fin y al cabo.

Así fue, más o menos y a grandes rasgos, como nació el Orinal, un invento bastante original y cuyo nombre, Olinal en su forma más primitiva, proviene del verbo orinar… en chino, lo cual, deja como únicos sospechosos de su invención a los chinos. Y sí, eso es lo más sorprendente de todo el asunto, que su invención se originara en un país, donde los vagos son repudiados y desposeídos de sus rasgos orientales, para que se les pueda considerar un occidental más, y que incluso pueda pasar por un español más.

Eso sí, los chinos no renegaron del genial invento y, no sólo le dieron el debido uso, sino que además, lo comercializaron como en ellos es habitual, exportación a lo bestia y a precio de higo chumbo, siendo suministrada, además, cada unidad, conjuntamente con un par de cómodos tapones para la nariz… por motivos tan obvios como olorosos.

En la actualidad, su uso ha perdido fuerza en la versión adulta, pero ha pasado a convertirse en el mejor amigo de los niños, muy por encima de Bob Esponja y Dora la Exploradora.
También hay quien sostiene que, el orinal, fue el padre del término “orinar”, y que dicho término,  nació para referirse a la acción de miccionar en el orinal, pero eso son simples rumorologías de la telebasura.


Podría contarles muchas más cosas sobre el Orinal, pero para eso… ya está la Wikypedia.







11 comentarios:

  1. Guapo ese orinal, ya que es de los clásicos de toda la vida. Aunque yo creo que los más cómodo es mearte directamente por el balcón o una ventana, sobre todo en verano.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja, eso queda reservado a los menos vergonzosos...
      Saludos.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Aunque sea un elemento que me desagrada por obvias razones, tengo que reconocer que la palabra "bacinilla" es preciosa. No como orinal, que es demasiado descriptiva.

    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te falta razón, pero creo que a las cosas hay que llamarlas por su verdadero nombre, nos guste o no.
      Besos.

      Eliminar
  4. Maravilloso invento en el que la porcelana hizo aunténticas obras de arte... pero que tiene el problema de que a) huele si no se tira, b) para tirarlo hay que levantarse..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, esos dos problemas son bastante difíciles de digerir, pero si se es tan vago como para no acudir al baño es porque se tiene asumido que algo hay que pagar a cambio.
      Saludos.

      Eliminar
  5. No sabes cuánto te agradezco la sonrisa y la cultura ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes cuanto te agradezco tus visitas y comentarios.
      Besos.

      Eliminar
  6. Interesante artículo, que describe los orígenes de tan imprescindible artilugio. Mi amigo S. jamás viaja sin incluirlo en su equipaje, ya que tuvo varias desagradables experiencias cuando se hospedaba en hoteles; en más de una ocasión estuvo a pronto de descalabrarse al levantarse de la cama, medio dormido y golpearse la cabeza con una pared.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, o sea, que lo usaba como casco... También es otra de sus utilidades, y de eso saben mucho los militares.
      Saludos.

      Eliminar

Uy lo que han dicho...