Diario de Champions. Cap.3

Se acabó la fase de grupos. Aburrida para unos e innecesaria para otros, lo cierto es que es un trago que hay que pasar todos los años. Un trago que a algunos se les ha indigestado en forma de adiós anticipado a la competición, por no hacer los deberes como Dios manda.

Casi todos los equipos punteros han cumplido su papel, y digo casi todos, porque dos de los que estaban llamados a estar en los octavos de final, Juventus y Liverpool, se van a tener que conformar con la UEFA, y ver la Champions por la tele. Claro que la sorpresa negativa ocasionada por la eliminación de estos dos equipos, tiene su contrapunto en la sorpresa que han originado sus verdugos: Girondins y Fiorentina. Se da la casualidad además, de que ambos equipos, primeros de sus grupos, son los que más puntos han conseguido en esta liguilla, 16 y 15 respectivamente, por lo que en una hipotética mezcla de todos los grupos, ambos serían los primeros. Son los únicos equipos no españoles o ingleses que han mandado en sus grupos, lo cual no era fácil sobre todo en el caso del Girondins, emparejado con Bayern y Juventus. Ahora mismo, son la única posibilidad de sorpresa, de que esta Champions no acabe en manos de alguno de los favoritos. Es difícil que se de, pero ya sabemos que de cuando en cuando, aparece algún extra no invitado de antemano en la final, como en el 2004 hicieran el Oporto de Mourinho y el Mónaco de Morientes y Giuly disputando ambos una final atípica.

De los nuestros, Real Madrid, Barcelona, y sobre todo, el Sevilla, han cumplido su objetivo, no sólo el de clasificarse, si no además como primeros de grupo, lo cual puede parecer una tontería, pero no lo es… Tener la posibilidad de jugar el partido de vuelta en casa, es una ventaja que no hay que despreciar. Es más fácil que un rival te sorprenda en el primer enfrentamiento, y si éste es en campo contrario, siempre cuentas con la vuelta en tu campo para intentar arreglarlo, pero si te sorprenden en tu campo, buscar resolverlo fuera de casa suele convertirse en una misión imposible.

El Sevilla ni se ha despeinado para conseguirlo, pero Madrid y Barsa se han visto obligados a tener que ganar sus últimos partidos para asegurar el primer puesto, ambos fuera de casa y en campos muy complicados. No voy a entrar a discutir, cuál de los dos lo tenía más fácil, porque sinceramente, creo que cada uno tenía su dificultad, y ambos han sabido superar a sus rivales, cada uno con su estilo, y sobre todo echándole lo que hay que echarle a estos partidos y no arrugándose ante la dureza, en muchos lances excesiva, de sus rivales. Han hecho, por lo tanto, ni más ni menos lo que se esperaba de ellos.

Al Atlético, en cambio, no sé ni dónde ubicarle. No es un favorito que haya fracasado, ni tampoco un segundón que haya hecho ningún mérito, si no todo lo contrario. Sinceramente, esperaba más de él, no que quedara por delante de Chelsea, pero sí que le planteara un poco más de batalla al Oporto, con quien estaba destinado a pelear su clasificación, pero su participación ha sido ridícula, no ha sido capaz de ganar ni un solo partido y el premio de pasar a disputar la UEFA se me antoja excesivo para sus méritos.

Los demás clasificados, han sido los esperados, con más o menos dificultades, aunque eso ya no importa. Lo que importa es estar entre los dieciséis que van a entrar en el bombo. En Febrero, comenzarán las eliminatorias, y por suerte o por desgracia, no tendrán nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora. En dos meses las cosas pueden cambiar mucho. Equipos que ahora mismo se encuentran en estado de gracia, es posible que cuando se dispute la primera eliminatoria se encuentren inmersos en un bache, y a la inversa, lo que supone que lo visto hasta ahora no nos sirva de referencia. Esta es una competición que se basa en momentos y estados de ánimo, y que casi siempre sale ganador quien más cree en ello. De todas formas, esperaremos impacientes el resultado del sorteo primero, y el reinicio de la competición después.

Y por supuesto, sigo pensando que sólo quedan 7 partidos para la Décima… ¿por qué? Porque el año que viene termina en 10…supersticioso que es uno (aunque de mala suerte).(ser supersticioso digo).

Siguiente capítulo: después del sorteo.